Menores
El pasado s¨¢bado 33 menores marroqu¨ªes fueron interceptados en una patera en la costa de Motril. El Defensor del Pueblo Andaluz ha elevado una queja de oficio para que se investigue. La consejera para la Igualdad y Bienestar Social alerta de una situaci¨®n l¨ªmite en los servicios andaluces. Pide comprensi¨®n. Se?ala que los recursos tienen un l¨ªmite. El juez Calatayud dice que estas llegadas est¨¢n relacionas con mafias organizadas y culpa a Marruecos. Adem¨¢s, 17 de los 33 inmigrantes han desaparecido de los centros de acogida. Es una situaci¨®n irreal. Aparentemente refleja desconcierto y desconocimiento de los movimientos migratorios. Tambi¨¦n de las causas que est¨¢n originando este incremento de menores. Son declaraciones que muestran descontrol sobre su seguimiento y escasa dedicaci¨®n a los menores. Muchos de estos ni?os est¨¢n sin protecci¨®n o en manos mafiosas. Es un contexto que carece de justificaci¨®n. Llevamos a?os de inmigraci¨®n. Algo se deber¨ªa haber aprendido. El hecho de que haya menores no es nuevo. Siempre han alcanzado las costas. Ahora m¨¢s, pero menores han llegado antes y ahora. Ten¨ªan que saberse las causas. No cabe la sorpresa. Menos a¨²n que puedan fugarse de ciento en ciento. Son muestras de ineficacia, desinter¨¦s o de ambas cosas. No es propio que se cuenten con tantos medios de investigaci¨®n, se lleven a?os recibiendo inmigrantes menores de edad y no se conozcan sus causas ni se den respuestas que alejen estos desembarcos masivos. Tampoco que no se busquen soluciones para atender su llegada y no se sepa d¨®nde van estos menores. Las im¨¢genes de ni?os arropados por mantas deber¨ªan dar paso a las de las detenciones de aquellos que les utilizan. Mientras tanto hay que cuidarles. Tienen que estudiar. No se les debe dejar huir con una naturalidad que parece que la cosa no va con nosotros. Va, y mucho. Tienen derecho a vivir. Estamos obligados a ello. No caben m¨¢s excusas ni quejas. Si s¨®lo acudimos a ¨¦stas y no nos exigimos, m¨¢s all¨¢ de la realidad formal y medi¨¢tica, unas respuestas efectivas, dar¨ªamos lugar a que esta situaci¨®n crezca y a que las mafias, que se adivinan detr¨¢s de estos desembarcos, sigan traficando. Claro que, a lo mejor, las cosas son de otra manera. Ojal¨¢ sea as¨ª, y est¨¦ equivocado.
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