La sequ¨ªa vac¨ªa los embalses hasta el 46% de su capacidad

La sequ¨ªa est¨¢ dejando bajo m¨ªnimos a los pantanos catalanes, que est¨¢n al 46,5% de su capacidad, aunque las cuencas que suministran agua al ¨¢rea de Barcelona son las que m¨¢s sufren la escasez. Los embalses del Ter, el Llobregat y el Cardener est¨¢n al 43,8% de su tope. Lo m¨¢s preocupante para la Generalitat es la poca acumulaci¨®n de agua en los pantanos del sistema Llobregat-Cardener, que apenas llena el 35,7% de su volumen m¨¢ximo.

Los ¨²ltimos 10 meses han sido los m¨¢s secos desde 1945. Los pluvi¨®metros catalanes s¨®lo han recogido 286 mil¨ªmetros de agua de lluvia, mientras que la media hist¨®rica en Catalu?a para un periodo de 10 meses es de 658 mil¨ªmetros. La escasez de precipitaciones ha supuesto la consiguiente disminuci¨®n de los caudales de los r¨ªos y los embalses. La capacidad de los pantanos del interior de Catalu?a es de 694,5 hect¨®metros c¨²bicos, y ahora en conjunto s¨®lo suman 322,9 hect¨®metros c¨²bicos, seg¨²n la Agencia Catalana del Agua (ACA).

Hace un a?o estos pantanos estaban pr¨¢cticamente llenos y ahora apenas alcanzan el 46,5% de su tope. Los que m¨¢s est¨¢n sufriendo los efectos de la sequ¨ªa son los que abastecen el ¨¢rea metropolitana de Barcelona (Sau, medio vac¨ªo, y La Baells, al 35,7%). Estos pantanos se nutren de los caudales del Ter y el Llobregat, dos r¨ªos que esta primavera apenas han visto llegar agua procedente del deshielo a causa del invierno excepcionalmente seco que ha vivido el Pirineo.

El jefe del departamento de cuencas de la ACA, Josep Miquel Di¨¦guez, asegur¨® ayer que los tres pantanos del sistema Llobregat-Cardener (La Baells, La Llosa del Cavall y Sant Pon?) presentan "el peor registro de los ¨²ltimos 25 a?os". "En su conjunto, est¨¢n al 35% de su volumen, un m¨ªnimo hist¨®rico", afirm¨®.

Restricciones en Urgell

La situaci¨®n en las cuencas del Ebro y del Segre, que dependen de la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Ebro, parece m¨¢s llevadera, puesto que est¨¢n al 77%. Aun as¨ª, Di¨¦guez considera que la capacidad del pantano de Mequinen?a (Zaragoza), de 1.534 hect¨®metros c¨²bicos, distorsiona la realidad. Si se excluye Mequinen?a, la media de agua embalsada baja al 65,5%, y algunas zonas, a?adi¨® Di¨¦guez, se nutren del agua de pantanos que han llegado a quedar secos. "El pantano de Rialb, por ejemplo, est¨¢ al 25%, pero hasta hace poco estaba pr¨¢cticamente vac¨ªo, al 1%. Esta situaci¨®n comport¨® que en el canal de Urgell [que abastece a 75.000 hect¨¢reas de cultivo] el riego fuera imposible", explic¨®.

Las medidas excepcionales de primer nivel que ha emprendido la ACA permitir¨¢n ahorrar 16 hect¨®metros c¨²bicos mensuales restringiendo el 22% del consumo de agua embalsada. Pero si sigue la sequ¨ªa, las zonas m¨¢s pobladas de Catalu?a ser¨¢n las que sufrir¨¢n las consecuencias, que obligar¨ªan a restringir todos los usos del agua a excepci¨®n de los dom¨¦sticos.

Di¨¦guez record¨® que las dos cuencas m¨¢s afectadas, el Llobregat-Cardener y el Ter, abastecen el ¨¢rea metropolitana de Barcelona, la ciudad de Girona y sus inmediaciones y el centro de la Costa Brava, cuya poblaci¨®n se multiplica en verano.

Los pantanos del norte de la Costa Brava y del sistema Siurana-Riudecanyes presentan normalidad, y las comarcas del sur de la costa gerundense y el norte del Maresme no tendr¨¢n problemas de agua porque se abastece del agua que genera la planta desalinizadora de Blanes (Selva).

La Generalitat ya tuvo que aplicar medidas excepcionales en abril de 1999, cuando limit¨® el consumo de agua en fuentes, riego de jardines y campos de golf y en el uso agr¨ªcola. Aquel a?o, el conjunto de los pantanos de la cuenca interior catalana llegaron a estar al 27,5% de su capacidad, que no mejor¨® hasta octubre.