"Pude empezar de nuevo cuando me rechazaban por mi edad"
?Es posible reconstruir una vida laboral a los 54 a?os? El empresario argentino Julio C¨¦sar Storino cree que s¨ª. "Cuando se est¨¢ desesperado se encuentran salidas". Lleva tres a?os en Espa?a y ahora reparte frutas y verduras de la huerta de Aranjuez reci¨¦n cortadas a hoteles y restaurantes de lujo. La clave: un cami¨®n que compr¨® con un microcr¨¦dito de 15.000 euros de La Caixa.
Cuando la crisis econ¨®mica azot¨® Argentina en 2000 Julio C¨¦sar perdi¨® todo lo que hab¨ªa conseguido en 30 a?os de trabajo. Entonces tuvo que cerrar su empresa de medias, Carolani, la cuarta industria textil m¨¢s grande de Argentina. Sus 350 empleados se quedaron en la calle, pero tambi¨¦n la familia de Julio. Desesperado, hizo las maletas y eligi¨® Madrid como la ciudad en la que intentar¨ªa sacar adelante a su mujer, sus dos hijos y su suegra. "Lo hab¨ªa perdido todo, mi casa, las tres f¨¢bricas... Ten¨ªa que empezar de vuelta con 54 a?os. Espa?a me pareci¨® el lugar adecuado por su estabilidad y las ayudas a los empresarios", recuerda con pesar.
Pas¨® cientos de entrevistas, y estuvo seleccionado en m¨¢s de 30 procesos, pero siempre encontraba el mismo inconveniente, era demasiado mayor. Sus opciones se hab¨ªan convertido en muy limitadas: "S¨®lo se me ocurr¨ªa crear mi propio negocio, pero ?de d¨®nde iba a sacar la plata? Para cualquier cr¨¦dito me ped¨ªan avales econ¨®micos que no cumpl¨ªa..." So?aba con montar una agencia de viajes, o una empresa tur¨ªstica donde tambi¨¦n pudieran trabajar sus hijos, pero Julio tuvo que conformarse con trabajar como conductor de una empresa de seguridad en Aravaca, al oeste de Madrid.
La idea para su negocio se la dio su jefe. Ten¨ªa un terreno en Aranjuez y no sab¨ªa c¨®mo rentabilizarlo. "Le propuse que cultivara productos t¨ªpicos de la huerta de Aranjuez, como fresas, fresones, esp¨¢rragos, y verduras. Yo me compromet¨ª a compr¨¢rselos. Y me encargaba de vend¨¦rselos y llev¨¢rselos a restaurantes de primera l¨ªnea y a los mejores hoteles de Madrid. Les hac¨ªa mejor precio que sus distribuidores habituales, y adem¨¢s les garantizaba que eran productos reci¨¦n cortados", explica.
Le cont¨® su idea al t¨¦cnico de desarrollo del Ayuntamiento de Villalba, una localidad de Madrid, y ¨¦l le habl¨® de los microcr¨¦ditos, le ayud¨® a preparar su proyecto y le aval¨® moralmente ante La Caixa. La idea era ofrecer a restauradores de primera l¨ªnea productos de la huerta de Aranjuez reci¨¦n cortados, sin que hubieran pasado por la c¨¢mara frigor¨ªfica. "Gracias a ello pude empezar mi vida de nuevo, aunque de momento s¨®lo estamos comenzando".
Entre sus clientes se encuentran algunos hoteles de gran renombre en Madrid, y asociaciones de vecinos que contactan a trav¨¦s de su direcci¨®n de correo electr¨®nico (huertaranjuez@yahoo.es) interesados en recibir productos de calidad, reci¨¦n cortados y a buen precio. De momento tiene cerca de 40 clientes, aunque no ha alcanzado la rentabilidad suficiente y debe seguir trabajando en la empresa de seguridad en la que comenz¨® como conductor y ha llegado a ser administrador.
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