Bush asegura que el libre comercio reforzar¨¢ la democracia en Latinoam¨¦rica
Venezuela rechaza que la organizaci¨®n pueda "evaluar" la democracia de sus miembros
George W. Bush dijo ayer a la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA) que la Carta Democr¨¢tica garantiza "el derecho a la democracia de todos los ciudadanos de Am¨¦rica", y aunque no entr¨® a fondo en la pelea central de la reuni¨®n (?debe la OEA implicarse en los procesos de deterioro democr¨¢tico e inestabilidad de sus pa¨ªses miembros?), hizo una velada alusi¨®n "a los que tratan de hacer retroceder" los avances democr¨¢ticos. Bush asegur¨® adem¨¢s que los acuerdos de libre comercio disminuir¨¢n las divisiones causadas por "el resentimiento y las falsas ideolog¨ªas", y pronostic¨® que "la marea de la libertad tambi¨¦n llegar¨¢ a las costas de Cuba".
La asamblea es escenario de un feroz pulso sobre la Carta Democr¨¢tica, que proclama que "los pueblos de Am¨¦rica tienen derecho a la democracia representativa y sus Gobiernos, la obligaci¨®n de promoverla y defenderla". Aunque especifica que lo esencial de la democracia es el respeto a los derechos humanos y las libertades, el pluralismo y la separaci¨®n de poderes, la Carta no contempla mecanismos de alerta temprana sobre el deterioro de alguno de estos elementos en los pa¨ªses. Bush no se pronunci¨® con detalle, pero dijo que Am¨¦rica est¨¢ frente a dos opciones: "La que ofrece una visi¨®n de esperanza y se basa en Gobiernos representativos, integraci¨®n en los mercados y fe en el poder transformador de la libertad en las vidas individuales" y la que "trata de hacer retroceder los avances democr¨¢ticos de los ¨²ltimos 20 a?os con el miedo, el enfrentamiento entre vecinos y echando la culpa a otros de los fracasos propios para atender las necesidades de sus ciudadanos".
Horas antes, la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, hab¨ªa dicho que la OEA debe actuar "para fortalecer la democracia all¨ª donde sea d¨¦bil", mencionando a Bolivia, Ecuador y Hait¨ª, y para apoyarla "donde est¨¦ amenazada, porque donde la libertad retrocede, el miedo avanza, y el arma preferida de los reg¨ªmenes autoritarios es la organizada crueldad del estado policial".
No hubo menci¨®n a Venezuela, pero no hac¨ªa falta: la asamblea de Fort Lauderdale se celebra en el contexto de la pugna Caracas-Washington. Estados Unidos habl¨® hace dos semanas de un mecanismo de control; luego suaviz¨® el t¨¦rmino y sugiri¨® lo que figura en el proyecto de la Declaraci¨®n de Florida: que el secretario general, Jos¨¦ Miguel Insulza, elabore un plan "con medidas espec¨ªficas para fortalecer la eficacia y la aplicaci¨®n de la Carta Democr¨¢tica en la defensa, protecci¨®n y promoci¨®n de la democracia" y que el Consejo de la OEA pueda "evaluar las situaciones que puedan afectar al desarrollo del proceso institucional, democr¨¢tico y pol¨ªtico de un Estado miembro" para "anticiparse a las crisis que pudieran socavar la democracia".
El borrador reactiv¨® al presidente Hugo Ch¨¢vez, que acus¨® el domingo a EE UU de ser "un Gobierno falsamente democr¨¢tico" y dijo que "si aqu¨ª hubiera que poner bajo control alg¨²n Gobierno de la OEA ser¨ªa el de EE UU, que apoya terroristas, invade pueblos y pretende instaurar una dictadura global". Recurriendo a la ret¨®rica bolivariana, Ch¨¢vez a?adi¨®: "Se equivocan los que pretendan volver a colocar en un redil a los latinoamericanos; aqu¨ª estamos, los pueblos de pie, igual que hace 200 a?os, dispuestos a ser libres". Al¨ª Rodr¨ªguez, canciller venezolano, neg¨® a la OEA su facultad de "evaluar o corregir las situaciones pol¨ªticas internas" de sus pa¨ªses: "Eso compete al pueblo; a nadie m¨¢s", dijo. Sin llegar a tanto, otros Gobiernos han manifestado su incomodidad. "Queremos reforzar la democracia en la regi¨®n, pero tambi¨¦n queremos evitar mecanismos de intrusi¨®n", en palabras de Celso Amorim, canciller brasile?o. Con matices, adem¨¢s de Venezuela est¨¢n en esta posici¨®n Argentina y Uruguay, partidarios de eliminar las referencias al refuerzo de la Carta Democr¨¢tica.
Brasil, Per¨², Costa Rica, Nicaragua, Colombia simpatizan con la idea de desarrollar la Carta y dotarla de instrumentos. Anoche se discut¨ªa un texto de consenso impulsado por Chile y que reun¨ªa en consenso de una quincena de pa¨ªses. En ese acuerdo, la OEA ayudar¨ªa a los Estados que lo socilitaran para fortalecer la democracia y el Consejo Permanente realizar¨ªa un seguimiento de la aplicaci¨®n de la Carta. Insulza dijo en su discurso de apertura que la Carta Democr¨¢tica es "mucho m¨¢s que una simple declaraci¨®n de intenciones" y que, frente a "los persistentes riesgos de retroceso" la OEA "debe ampliar la cooperaci¨®n que presta a sus miembros para profundizar la democracia en la regi¨®n".
EE UU trataba ayer de salvar en parte la iniciativa, aceptando, como dijo un portavoz del Departamento de Estado a EL PA?S, que "en el debate hay pa¨ªses con otros puntos de vista". La idea, explic¨®, "es crear mecanismos que respondan a las necesidades de la gente; hay que conseguir mayores niveles de participaci¨®n de la sociedad civil".
En opini¨®n de Jos¨¦ Miguel Vivanco, director de las Am¨¦ricas de Human Rights Watch, "la OEA no tiene futuro si no pone en pie mecanismos de anticipaci¨®n de crisis y si no canaliza las aportaciones de la sociedad civil". En otras palabras, "hay que ponerle dientes a la Carta Democr¨¢tica, porque en el texto aprobado en 2001 no hay previsiones para lo que debe hacerse en caso de deterioro lento y continuo de la democracia.
Mart¨ª y San Mart¨ªn, s¨ª; Bol¨ªvar, no
El presidente Bush record¨® ayer la lucha por la independencia del general Jos¨¦ de San Mart¨ªn con una cita sobre el sacrificio que exige la libertad y dijo que el sue?o de libertad del argentino "ha encontrado su casa en la OEA".
Y poco despu¨¦s, esta vez en un correcto espa?ol, record¨® al patriota cubano Jos¨¦ Mart¨ª: "La libertad no es negociable". No hubo menci¨®n en cambio al venezolano Sim¨®n Bol¨ªvar, otro de los padres de la independencia, pero favorito de Hugo Ch¨¢vez e inspirador de su ret¨®rica.
Las menciones a Cuba, miembro de la OEA pero suspendido desde 1962, eran obligadas en Fort Lauderdale (Florida), por el anacronismo que supone la dictadura de Fidel Castro -46 a?os en el poder- y porque la cuesti¨®n cubana forma parte de la pol¨ªtica nacional de EE UU, especialmente en este Estado. Bush dijo que en 1974, en la anterior reuni¨®n de la OEA en EE UU, "menos de la mitad de los pa¨ªses de las Am¨¦ricas eran democracias. Hoy lo son los 34 miembros de la organizaci¨®n", dijo, y a?adi¨®: "S¨®lo hay uno que no lo es. Pero un d¨ªa, la marea de la libertad llegar¨¢ tambi¨¦n a las costas de Cuba". Ya el d¨ªa anterior, la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, hab¨ªa dicho que en la OEA "hay una silla vac¨ªa, una silla que un d¨ªa ser¨¢ ocupada por los representantes de una Cuba libre y democr¨¢tica".
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