"No tenemos por qu¨¦ crecer menos si se respeta el medio ambiente"

La intensa carrera acad¨¦mica de Mari Carmen Gallastegui (Bergara, 1945) demuestra que los argumentos econ¨®micos tambi¨¦n son v¨¢lidos, b¨¢sicos incluso, para defender un mayor respeto por el entorno natural. Por ello, y por la calidad de sus investigaciones, recibe hoy en Madrid el Premio Nacional de Econom¨ªa y Medio Ambiente esta catedr¨¢tica de Econom¨ªa de la UPV, que defiende una intervenci¨®n p¨²blica racional en un campo que no puede quedar s¨®lo en manos del mercado.

Pregunta. ?Qu¨¦ tienen que ver econom¨ªa y medio ambiente?

Respuesta. Much¨ªsimo, porque el medio ambiente es un activo que nos ha dado la Naturaleza. La econom¨ªa, de la misma forma que se ocupa de c¨®mo gestionar empresas, tambi¨¦n tiene mucho que decir de activos que nos vienen dados por la naturaleza.

"Hay un marco institucional que no ha propiciado que los activos naturales se hayan cuidado bien"

"La sociedad no estaba mentalizada de que la naturaleza nos da bienes de forma gratuita, pero que no los podemos utilizar gratuitamente"

P. ?C¨®mo conjugar la buena marcha de la econom¨ªa con la protecci¨®n medioambiental?

R. No es tan dif¨ªcil. Lo que hay que hacer es aplicar al concepto medioambiental los conocimientos de racionalidad que aplicamos a otros activos que no son naturales, teniendo en cuenta, eso s¨ª, que hay problemas derivados del contexto institucional en el que nos movemos. La mayor¨ªa de los problemas ambientales derivan del hecho de que la mayor¨ªa de los activos naturales son de propiedad com¨²n. Todos nos queremos beneficiar, y por si acaso alguien se va a beneficiar antes o m¨¢s que nosotros, los explotamos al m¨¢ximo. Hay un marco institucional que no ha propiciado que los activos naturales se hayan cuidado bien. De cualquier forma, la econom¨ªa tiene mucho que decir en el medio ambiente.

P. ?Esa armon¨ªa entre desarrollo y protecci¨®n existe?

R. Hay modelos y modelos de desarrollo. Podemos tener modelos que hagan un uso intensivo de los recursos y que supongan un deterioro tremendo. No tenemos m¨¢s que mirar la r¨ªa del Nervi¨®n para comprobarlo. Pero eso no es inevitable. Se ha producido porque la sociedad no estaba mentalizada de que la naturaleza nos da bienes de forma gratuita, pero que no los podemos utilizar gratuitamente. Tenemos que pagar un precio por ellos porque cuesta mantenerlos. Cuando logremos mecanismos para asumir que tener el oc¨¦ano limpio puede costar, o que si emito CO? tengo que pagar por ello... Por eso est¨¢ tan en boga el modelo de desarrollo sostenible, un modelo que tenga en cuenta el medio ambiente, adem¨¢s de aspectos de equidad, sociales,... porque es verdad que si tenemos un mundo muy desigual en t¨¦rminos de riqueza, tampoco tendremos nunca un buen desarrollo medioambiental.

P. ?Se pueden lograr el mismo rendimiento econ¨®mico respetando m¨¢s el entorno?

R. S¨ª, s¨ª. Incluso se pueden generar nuevos puestos de trabajo. Hay toda una actividad, que es cuidar el medio ambiente, protegerlo y gestionarlo bien que puede generar actividad econ¨®mica, empleo y producci¨®n. No tenemos por qu¨¦ crecer menos, pero quiz¨¢ s¨ª de otra forma, no tan a corto plazo, sino m¨¢s a medio plazo.

P. Pero la asunci¨®n de esos plazos en un sistema como el capitalista no parece sencilla.

R. Es complicado, porque somos muy impacientes. Queremos ya todo hoy. No queremos esperar. Est¨¢ claro que el mercado por s¨ª solo no va a tener en cuenta el medio ambiente. El mercado va a fracasar. De hecho, los economistas estudiamos los problemas medioambientales como un fracaso del mercado. Lo ponemos como un argumento para la intervenci¨®n p¨²blica fundamental. Lo que hay que hacer es que se dise?e bien y que se cumpla.

P. No parece que sea lo que est¨¢ ocurriendo con la anchoa.

R. Es una situaci¨®n en la que no se ha sabido gestionar un recurso renovable, pero agotable. Hemos estado pescando en exceso con temporadas demasiado amplias. Se han hecho informes que dec¨ªan que la cuota de anchoa deb¨ªa ser inferior a la que nos estaban fijando y, sin embargo, se han fijado cuotas de anchoa muy por encima. Se ha permitido adem¨¢s que la temporada de pesca se ampl¨ªe, han entrado adem¨¢s los franceses con una flota m¨¢s industrializada y unas t¨¦cnicas de pesca m¨¢s agresivas,... La biomasa no lo aguanta. Ha sido, en definitiva, un recurso mal gestionado.

P. ?Qu¨¦ se deber¨ªa hacer?

R. Primero, se deber¨ªan tener en cuenta los informes cient¨ªficos. Segundo, se deber¨ªa pescar s¨®lo lo que permita que la biomasa, la poblaci¨®n de la especie, siga siendo estable.

P. ?Pero ello no supondr¨ªa un precio muy alto para la flota pesquera?

R. Las flotas deben obedecer lo que se les diga que tienen que hacer. Adem¨¢s, las flotas, cuanto m¨¢s locales son, m¨¢s conscientes son del cuidado que deben tener. En cualquier caso, es dif¨ªcil establecer una buena pol¨ªtica pesquera. En el caso de la UE, se est¨¢ revisando, porque se ha demostrado que no ha sido suficientemente buena.

P. ?De qu¨¦ sirve que un pa¨ªs cumpla las reglas o potencie una actividad respetuosa con el entorno cuando otros no lo hacen?

R. Tiene que haber un ¨¢rbitro. En el caso de la anchoa y de la UE, tiene que ser la Comisi¨®n Europea. ?Va a costar dinero? Claro, pero hay que tener en cuenta todo lo que se han llevado de m¨¢s antes. Hay otras especies que se pueden pescar. Adem¨¢s, de la misma manera que las empresas reciben ayudas p¨²blicas cuando tienen problemas, la Administraci¨®n ayuda, tambi¨¦n van a tenerlas.