"Un 'best seller' lo hacen el autor, el editor, el librero y el lector"
Contempla distante su ¨¦xito, "como un regalo", dice Julia Navarro (Madrid, 1953), periodista y ahora autora de best sellers como La hermandad de la S¨¢bana Santa (700.000 ejemplares vendidos) y recientemente La biblia de barro (casi 200.000) (Plaza y Jan¨¦s). Ya hab¨ªa publicado libros de cr¨®nica pol¨ªtica, pero su arranque por la intriga vino de la casualidad y las ganas de divertirse. "Fue un d¨ªa de esos tontos que est¨¢s con siete peri¨®dicos en la playa y ya te los has le¨ªdo todos menos las necrol¨®gicas...". Y ah¨ª estaba la clave. Su hijo le pidi¨® m¨¢s tiempo para jugar y el aburrimiento y las posturas inc¨®modas le condujeron directamente hacia la lectura de un obituario. Dec¨ªa: "Walter McCrone, el gran experto en la S¨¢bana Santa de Tur¨ªn". "Yo ni sab¨ªa qui¨¦n era, pero cuando acab¨¦ de leerlo, se me ocurri¨® la novela". El ¨¦xito fue casi inmediato en Espa?a; ahora ya est¨¢ en las listas de Italia y Alemania y va a publicarse antes de 2005 en 18 pa¨ªses m¨¢s.
"La biblia de barro' es un libro antibelicista y comprometido con la condici¨®n humana"
"De 'El c¨®digo Da Vinci' me gustaron 100 p¨¢ginas. Del resto pienso: ?Qu¨¦ suerte ha tenido!"
Pregunta. Lo productivo que puede ser el aburrimiento...
Respuesta. Y tanto. Yo soy hiperactiva, no paro de hacer cosas, pero creo que escrib¨ª La hermandad de la S¨¢bana Santa porque estaba de vacaciones, con tiempo para leer todos los peri¨®dicos; si no, ni hubiese visto la noticia.
P. ?Una se?al? ?Cu¨¢les fueron los otros impulsos que le llevaron a meterse en intrigas?
R. Divertirme. Escrib¨ª la primera novela por diversi¨®n. Se me ocurri¨® hacerlo pero no sab¨ªa qu¨¦ pod¨ªa suceder. Tard¨¦ un a?o y medio. Soy muy disciplinada, cuando hago algo, lo hago, y escrib¨ªa todos los d¨ªas.
P. Aparte de aquella noticia, usted sentir¨ªa alguna atracci¨®n por la historia de la S¨¢bana Santa.
R. No, nada. Hab¨ªa ido a Tur¨ªn, de turismo, y ni me hab¨ªa acercado a verla. Tan s¨®lo recuerdo alguna reproducci¨®n en una exposici¨®n de Las edades del hombre. Luego volv¨ª para mirar la ciudad con otros ojos y me document¨¦. Mis historias tienen que ser cre¨ªbles y as¨ª les ha parecido a algunos expertos. El libro me lo present¨® en Tur¨ªn Pier Luigi Baima Ballone, la mayor autoridad del Vaticano sobre la S¨¢bana, y estaba encantado.
P. De manera que usted no manejaba la f¨®rmula m¨¢gica del best seller, esa que nadie conoce con precisi¨®n.
R. ?Yo? En absoluto. Un best seller no lo hace el autor s¨®lo. Lo hacen los lectores, los libreros y el editor tambi¨¦n. Por eso es muy importante estar en contacto con todos: que me invitan a un club de lectoras de Tomelloso, para all¨¢ que me voy, a Tomelloso.
P. Eso ser¨ªa en el primer intento. Ahora, para La biblia de barro, ya tendr¨ªa la f¨®rmula.
R. Tampoco. La historia de c¨®mo hice La biblia de barro es tan poco glamourosa como la otra. Yo ya hab¨ªa empezado a hacerla cuatro meses antes de que se publicara la primera, cuando no sab¨ªa que fuera a ser un ¨¦xito.
P. Su segunda novela es muy din¨¢mica, parece una l¨ªnea a¨¦rea que te lleva de Roma a Sevilla y de Nueva York a Bagdad.
R. S¨ª, pero tiene personajes con conflictos reales, una historia, una trama y preguntas sin resolver que es lo que me interesa aparte de un sentido trascendente de la existencia, como plantean los autores que admiro. Yo no me llevar¨ªa un libro de Tom Clancy a la playa, pero s¨ª a John Le Carr¨¦.
P. Dentro de esas preguntas sin resolver usted plantea que creemos en leyes de barro y en dioses de barro.
R. Cierto, pero aunque yo no soy religiosa tengo un sentido trascendente de la vida, cosas a las que no encuentro respuesta, preguntas que haces mirando al cielo y que est¨¢n en mis libros. La biblia de barro tambi¨¦n es un libro antibelicista y comprometido con la condici¨®n humana.
P. Preguntas que puedes hacer, por ejemplo, cuando ves que Bush sale reelegido y alzas la cabeza preguntando c¨®mo es posible. ?Ese tipo de interrogantes tambi¨¦n?
R. Tambi¨¦n. Claro. ?Dios m¨ªo! ?qu¨¦ hemos hecho? Pero lo de Bush ha sido, creo, m¨¢s intervenci¨®n medi¨¢tica que divina. Hoy, en vez de dioses de barro nos enfrentamos a los dioses de pantalla plana y virtuales.
P. Virtuales como algunas de las conclusiones del PP sobre el 11-M. Ahora que estamos en el Congreso de los Diputados, informes como esos ?le podr¨ªan inspirar una de sus novelas?
R. Va a ser que no. Esas cosas me hacen alejarme de la pol¨ªtica espa?ola. Pero, ahora en serio. Nunca escribir¨ªa una trama sobre el 11-M, es demasiado doloroso para m¨ª y me parecer¨ªa una falta de respeto.
P. Por cierto, hace unos meses dec¨ªa desconocer El c¨®digo Da Vinci. ?Lo ha le¨ªdo ya?
R. S¨ª, me lo regal¨® una amiga. Ten¨ªa ganas de hacerlo ya que comparaban mis libros con ¨¦l. Me gustaron las 100 primeras p¨¢ginas. Del resto, pienso: ?qu¨¦ suerte ha tenido Dan Brown! Pero es evidente que sus lectores han visto algo.
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