Un mundo de denominaciones
La filosof¨ªa del origen se ha extendido globalmente. Un producto agroalimentario tiene en su identidad y origen limitado las garant¨ªas de perpetuidad y rentabilidad de su negocio, protegiendo el patrimonio cultural y medioambiental. Y al consumidor y la salud p¨²blica mediante el control de la naturaleza de los productos y la sanidad de los procedimientos de elaboraci¨®n. La primera extensi¨®n fuera del continente europeo fue en las ex-colonias francesas, Marruecos, Argelia, T¨²nez y L¨ªbano, que recibieron su cultura y pol¨ªtica agroalimentaria. No fue s¨®lo la colonizaci¨®n de los pied noirs, muchos venidos de Alicante y Cerde?a ya que con la independencia regresaron a la metr¨®poli y la producci¨®n vin¨ªcola continu¨® y progres¨®, a pesar de ser pa¨ªses isl¨¢micos afectados en diferente grado de condicionamiento religioso, les qued¨® la estructura de la pir¨¢mide de la calidad con las A.O.C., Vin de pays y el control gubernamental. El caso del L¨ªbano, con una antiqu¨ªsima identidad vin¨ªcola, es diferente al de los pa¨ªses del Magreb, porque a ¨¦l le devolvi¨® Francia lo que recibi¨® en el pasado. La extensi¨®n a los pa¨ªses vin¨ªcolas emergentes (Australia, Nueva Zelanda, Sud¨¢frica, EE UU, Chile y Argentina) que concentran el 18,5% de la producci¨®n vin¨ªcola mundial, ya est¨¢ muy definida. En Chile hay 9 zonas vin¨ªcolas naturales delimitadas por los valles andinos. En estos pa¨ªses su implantaci¨®n es gradual en lo institucional, pero filos¨®ficamente ha sido aceptada y respetada con el mismo rigor que en Europa. Cuatro de ellos son de cultura anglosajona, con viticultores de procedencia germ¨¢nica (Austria, Suiza, Holanda y Alemania). La ¨¦tica protestante les ha dado (para entenderlo hay que leer La ¨¦tica protestante y el esp¨ªritu del capitalismo de Max Webber) seriedad y rigor m¨¢s all¨¢ de la norma escrita que haya existido en cada ¨¦poca de su corta historia vitivin¨ªcola, y en el Anzac la influencia de los colonizadores de origen celta (irlandeses, galeses y escoceses) se nota en la geometr¨ªa de sus vi?edos. El origen latino de algunos de sus vinateros les ha conferido clasicismo por herencia. ?sta se inici¨® en 1769 con las plantaciones de las primeras Vitis vin¨ªfera en Norteam¨¦rica por el mallorqu¨ªn Fray Juniper de Serra y sus 21 misiones franciscanas del camino real. Plant¨® garnacha, llamada localmente missi¨®n grape o black malvoisie perdurando a¨²n su nombre originario, como se le conoce en Mallorca y en La Marina. La labor de Fray Juniper fue continuada por el bordol¨¦s Jean Louis Vignes, que introdujo las variedades francesas en 1830. Todo ello ha enriquecido su cultura enol¨®gica. El vigor de estos pa¨ªses es extraordinario en cuanto la cultura y pol¨ªtica vitivin¨ªcola. Pues en poco m¨¢s de 250 a?os han tenido un sinf¨ªn de procesos hostiles al vino con cuya problem¨¢tica no han tenido que luchar los vinateros europeos: aislamiento continental y ley seca como en California, Australia y Nueva Zelanda. Sufrieron tambi¨¦n la pandemia de la filoxera (excepto en Chile) y hoy ofrecen ya una calidad y excelencia como los mejores vinos de Europa. Si esto es lo hecho hasta ahora, lo que vendr¨¢ en los pr¨®ximos 25 a?os ser¨¢ espectacular. La ¨²nica limitaci¨®n de esta filosof¨ªa en EE UU y Australia es su reducci¨®n al vino, su no extensi¨®n, como sucede en Europa, al resto de la producci¨®n agroalimentaria, que puede entorpecer y detener su desarrollo, pues ¨¦sta ejerce su bondadosa influencia cultural y sanitaria a la sociedad mediante la gastronom¨ªa, all¨ª limitada a ciertos ghettos intelectuales y burgueses, mientras las masas, alienadas por la industria del fast food y los poderes financieros que los sustentan, viven aisladas de su influencia sufriendo trastornos alimentarios (obesidad, anorexia, transg¨¦nicos). Es el modelo que algunos operadores y financieros europeos quieren imponernos, como si no hubi¨¦semos tenido bastante con el caso de las vacas locas y otros. El mayor progreso institucional en la filosof¨ªa del origen se esta produciendo en EE UU. Con la creaci¨®n por el gobierno federal de las American Viticultural Areas -AVA- y en Canad¨¢ con las Vintners Quality Alliance -VQA-.
Estados Unidos ya es el sexto exportador de vino con una cuota de mercado del 3%
En el mundo existen casi 900 DO vin¨ªcolas limitadas y cerca de 200 regionales
El progreso de estos vinos y su competencia en los mercados internacionales ha hecho que las indicaciones en su etiqueta de variedad, procedencia y tipolog¨ªa, no sean s¨®lo atributos del elaborador y de la ¨¦tica cultural propia, sino de la exigencia de la norma. Australia est¨¢ en definici¨®n de DO: Granite belt, Barossa valley, Coonawarra, Hunter Valley, Margaret River, etc¨¦tera, enclavadas en zonas vin¨ªcolas regionales in progress como Victoria, Queensland y New Wales. En California -con la mitad de superficie que Espa?a- existen ya 35 AVA habiendo abandonado su concepto de calificaci¨®n de la calidad por precio, con tasas seg¨²n el lujo del vino. Thomas Jefferson, padre de la naci¨®n americana, ya lo dijo a los otros constituyentes: Washington, Franklin, Carroll, todos bebedores de grandes vinos (Porto, Madeira, Fondill¨®n, M¨¢laga), "yo pienso que es un gran error tasar con un duro el impuesto de lujo al vino, todo lo contrario, el vino es la tasa de salud de nuestros ciudadanos".
De los 326 millones de hect¨®litros de vino que se producen anualmente en el mundo (media de los 90, d¨¦cada que ha tenido de todo, sequ¨ªas, cosechones, arranques de vi?edos, nuevas plantaciones) la UE produce el 62% (210 millones de hect¨®litros), seguida por Ucrania, Rusia, EEUU, Australia, Sud¨¢frica, Nueva Zelanda, Suiza, los pa¨ªses danubianos y Suram¨¦rica. En el mundo existen casi 900 DO vin¨ªcolas limitadas y cerca de 200 regionales, (en Europa hay 358 limitadas y 96 regionales en la UE y 93 fuera de ella). En cuanto a las calificaciones de Vin de pays s¨®lo en Francia hay 4 de ¨¢mbito regional y 36 de departamental. En Espa?a hay 6, llamadas con fatal criterio Vino de la tierra y pronto ser¨¢n 17. Todas ellas responden a la filosof¨ªa del origen legislada bajo el concepto de Vino de calidad producido en regi¨®n determinada. El hecho clave es que el consumidor considera la existencia de una DO como el factor fundamental en la valoraci¨®n de un vino. Los nuevos pa¨ªses vin¨ªcolas lo saben y por ello orientan toda la estrategia de la producci¨®n vin¨ªcola en un ¨¢mbito delimitado y personalidad propia. Por tanto el n¨²mero de DO seguir¨¢ creciendo y tambi¨¦n la calidad de los vinos en la competencia internacional.
La UE es el primer mercado y donde ser de una DO es factor de aceptaci¨®n. Sus principales importadores son Reino Unido, Alemania, Benelux, y los pa¨ªses n¨®rdicos, con 35 millones de hect¨®litros. Le siguen EEUU, 4,3; Suiza, 1,8; Canad¨¢, 1,56; y Jap¨®n, uno. Estas 4 ¨¢reas son el mercado global del vino. Su consumo, ahora estabilizado y un 24% por debajo de la producci¨®n total, ira in crescendo. As¨ª lo demuestra un estudio de la feria mundial de Burdeos Vinexpo que prev¨¦ un crecimiento del 8,6% del negocio mundial para el 2006. Un factor importante ser¨¢ EE UU (ya es el sexto exportador con una cuota del 3%), su consumo de seis litros per capita es bajo en comparaci¨®n con Francia, 52,5; Italia, 58,4; e incluso con Reino Unido, 12,7; Holanda, 15,7; y Dinamarca 26,9. Con 300 millones de habitantes tiene un gran potencial de crecimiento, m¨¢s en cuanto se defina civilizatoriamente como pa¨ªs vin¨ªcola. Su potencial con 10 litros per capita, ser¨ªa m¨¢s de 30 millones de hect¨®litros. ?Cu¨¢l es su capacidad de importaci¨®n en ese escenario?
Un mundo de DO es un mundo de garant¨ªas para los activos de las mismas y el consumidor. La competencia entre ellas en un mercado global es menos agresiva que entre los vinos baratos sin origen limitado, producidos y vendidos como un commodity envasado sin diferencia del granel industrial. El consumidor mediante la informaci¨®n y la promoci¨®n institucional gusta m¨¢s de este estilo de compra, pues valora el placer gastron¨®mico, el significado: (marca, liderazgo del vinatero, estilo de la bodega) y el valor geogr¨¢fico y humano de la identidad de su conjunto, un conjunto producido por el origen y su filosof¨ªa.
Joan C. Mart¨ªn es En¨®logo y escritor.
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