Voz valiente

Unas rosas blancas, enviadas por su amigo Pl¨¢cido Domingo, la esperaban en el camerino. La cantante peruana afincada hace a?os en M¨¦xico lament¨® lo mucho que le cuesta venir a cantar a Espa?a. Aqu¨ª es artista marginal pese a sus conciertos en Francia o Alemania, y m¨¢s de treinta discos que la han llevado de la nueva trova, la canci¨®n de protesta y el bolero a las arias de ¨®pera o la m¨²sica criolla.

Tania Libertad tira del hilo a veces invisible de una identidad com¨²n latinoamericana. Hubo boleros cubanos (Dos gardenias), rancheras mexicanas (Tu recuerdo y yo) o el Funeral del labrador, de Jo?o Cabral de Melo Neto y Chico Buarque. Tiene menos competencia en el repertorio afroperuano, vital y carnoso: Samba malato, del a?orado Nicomedes Santa Cruz, Ritmo de negros, de Pepe V¨¢squez o Anda mareado, de Carlos Otero. Y lleva a F¨¦lix Casaverde, que fue guitarrista de Chabuca Granda. Sus incondicionales no dejaron que escapara sin cantar La Contamanina, que grab¨® con nueve a?os. Fuera de programa regal¨® Gracias a la vida y una Alfonsina y el mar a capella y, al final, sin micr¨®fono. Una voz valiente.