Bolivia prepara la reforma constitucional para renovar todos sus cargos pol¨ªticos

El presidente, Eduardo Rodr¨ªguez, y el Parlamento de Bolivia se han puesto manos a la obra para reformar la Constituci¨®n y permitir la renovaci¨®n de todos sus pol¨ªticos, desde el presidente, pasando por los legisladores, hasta los gobernadores provinciales. La prioridad del nuevo Ejecutivo es aprovechar la tregua social para la convocatoria de elecciones. Rodr¨ªguez quiere evitar a toda costa el tener que abordar la nacionalizaci¨®n de los hidrocarburos y el refer¨¦ndum auton¨®mico impulsado por Santa Cruz, dos temas que complicar¨ªan la salida de la crisis.

Los manifestantes de El Alto acordaron dejar pasar suministros para hospitales y orfanatos

Los legisladores y el Gobierno saben que tienen que aprovechar cada minuto de tregua

El sistema pol¨ªtico boliviano es complejo y, a pesar de los Gobiernos que van y vienen y las revueltas vividas por el pa¨ªs, ha permanecido inalterado durante 20 a?os. Una reforma constitucional en toda regla en Bolivia es un proceso que como m¨ªnimo necesitar¨ªa entre cuatro y cinco a?os. Seg¨²n la ley, el Parlamento que promueve y modifica la Carta Magna no es el mismo que la aprueba, es el Congreso electo en la legislatura siguiente el que lo hace. Es pocas palabras, un Gobierno hace la reforma y el siguiente, a?os despu¨¦s, la sanciona. No obstante, en la actual situaci¨®n de tregua social m¨¢s que precaria, la rapidez es vital.

"Los legisladores coincidimos en que debemos buscar una salida para lograr la renovaci¨®n total de los poderes", explica Hugo San Mart¨ªn, diputado de una corriente moderada del Movimiento Nacional Revolucionario (MNR), la principal y m¨¢s tradicional fuerza del pa¨ªs. "Lo que tenemos que lograr es el camino m¨¢s acorde con las leyes, y ¨¦se ser¨ªa utilizando una normativa de necesidad de reforma constitucional aprobada en 2002", concluye. Esta v¨ªa es un atajo que permite echar mano de una ley existente que reform¨® el art¨ªculo de la Carta Magna que permite la convocatoria de elecciones anticipadas. Con esto se cumple, m¨¢s o menos, el requisito de que un Gobierno (el del ex presidente Jorge Quiroga, en 2001-2002) hace una modificaci¨®n y otro (el de Rodr¨ªguez) le da el visto bueno.

"La otra opci¨®n es que el Gobierno presente un proyecto de ley para convocar elecciones presidenciales, legislativas y de los miembros de la Asamblea Constituyente", se?al¨® en un encuentro con la prensa Juan Jos¨¦ Torres, miembro de la Comisi¨®n Constitucional de la C¨¢mara de Diputados. Esta salida se utiliz¨® en 1985, tras la dimisi¨®n del presidente Hern¨¢n Siles Zuazo, en medio de una cr¨ªtica situaci¨®n pol¨ªtica, social y econ¨®mica, probablemente tanto o m¨¢s grave que la que atraviesa hoy Bolivia. El presidente renunci¨® y convoc¨® elecciones generales tras un acuerdo entre todas las fuerzas para saltarse el procedimiento constitucional.

Los legisladores y el Gobierno saben que tienen que aprovechar cada minuto de la tregua que les ha dado la mayor¨ªa de los movimientos sociales, exceptuando los m¨¢s radicales de El Alto, la ciudad que rodea La Paz. El presidente Rodr¨ªguez ha manifestado su intenci¨®n de reunirse lo antes posible con Abel Mamani, l¨ªder de las asociaciones de vecinos alte?os, y el dirigente sindical ?dgar Patana, para intentar convencerlos de que le den un respiro. Los manifestantes de El Alto acordaron dejar pasar suministros para los hospitales, orfanatos y otras instituciones de asistencia pace?as y una buena cantidad de carburante y gas para toda la ciudad. En el resto del pa¨ªs, en cambio, los manifestantes han levantado las barricadas en las carreteras y los campesinos han desalojado los yacimientos petrol¨ªferos de Repsol YPF y British Petroleum ocupados la semana pasada en la regi¨®n norte de Santa Cruz.

La huelga indefinida en El Alto est¨¢ causando importantes perjuicios econ¨®micos a la zona. Las asociaciones de peque?os y medianos empresarios alte?os, el grueso del tejido productivo de la ciudad, informaron de que el paro que comenz¨® el 23 de mayo ha provocado unas p¨¦rdidas de cerca de 17 millones de euros. La ciudad, que contaba con m¨¢s de 120.000 desempleados entre sus casi 800.000 habitantes, ha sumado otros 3.500 parados en estos 20 d¨ªas. Las confederaciones empresariales nacionales, por su parte, han calculado que a escala nacional se han dejado de percibir unos 140 millones de euros por exportaciones. La Hacienda p¨²blica ha informado que ha dejado de ingresar cuatro millones de euros diarios en concepto de impuestos aduaneros.

La principal exigencia de los dirigentes radicales es que el Gobierno nacionalice de inmediato el sector de los hidrocarburos, un asunto que el presidente Rodr¨ªguez ha admitido que no est¨¢ preparado para abordar. En su discurso de investidura, el presidente pidi¨® tiempo para tomar decisiones sobre esta cuesti¨®n y lo que se ver¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas es si los movimientos m¨¢s combativos est¨¢n dispuestos a darle ese tiempo. En cuanto al refer¨¦ndum auton¨®mico, crece el consenso en el Congreso para que sea el pr¨®ximo Gobierno el que se ocupe de este asunto, a pesar de la reticencia de los movimientos cruce?os, que insisten en celebrar su refer¨¦ndum lo antes posible. "En Bolivia existe un fuerte sesgo autoritario y mientras as¨ª sea, la democracia lo tiene bien dif¨ªcil", se lamenta San Mart¨ªn.

El presidente Rodr¨ªguez, mientras tanto, ultimaba ayer la conformaci¨®n de su Gobierno. La tarea la lleva a cabo con la m¨¢xima discreci¨®n, apenas un pu?ado de nombres de posibles candidatos hab¨ªa trascendido a la prensa local en las ¨²ltimas horas.

Muchos analistas especulaban ayer con la formaci¨®n de un grupo de ministros mucho m¨¢s t¨¦cnico que pol¨ªtico, para evitar las suspicacias de las distintas fuerzas y movimientos. Algunos de los expertos consultados pon¨ªan de ejemplo al Gobierno del ex presidente Valent¨ªn Paniagua en Per¨² (2000-2001). Este Ejecutivo de transici¨®n gestion¨® con bastante ¨¦xito el Estado desde la ca¨ªda de Alberto Fujimori hasta la elecci¨®n en las urnas del mandatario actual, Alejandro Toledo.