"Es un problema creado por los humanos y lo han de resolver los humanos"

Lord Robert May, presidente de la Royal Society, la academia de las ciencias del Reino Unido, afirma que los humanos han creado el cambio clim¨¢tico y son los humanos quienes lo han de resolver y subraya la importancia de impulsar el desarrollo cient¨ªfico y tecnol¨®gico en ?frica para combatir la pobreza.

Pregunta. ?Por qu¨¦ se han visto obligados a lanzar este manifiesto?

Respuesta. Necesitamos pasar a la acci¨®n porque un peque?o acto ahora ser¨ªa m¨¢s importante que un gran acto m¨¢s tarde. Creemos ¨²til para la discusi¨®n pol¨ªtica el eliminar cualquier duda que a¨²n pueda quedar sobre la certidumbre de que el cambio clim¨¢tico es real.

P. Ustedes piden a los l¨ªderes que identifiquen pol¨ªticas a poner en marcha para afrontar el cambio clim¨¢tico. ?Qu¨¦ tipo de pol¨ªticas?

"Lo m¨ªnimo debe ser que los l¨ªderes pol¨ªticos reconozcan que el cambio clim¨¢tico es real y que plantea enormes consecuencias negativas"

"M¨¢s de la mitad de las emisiones proceden del mundo desarrollado, pero los pa¨ªses en transici¨®n las est¨¢n aumentando con rapidez"

R. El m¨ªnimo de m¨ªnimos deber¨ªa ser un acuerdo general por el que los l¨ªderes pol¨ªticos reconozcan que el cambio clim¨¢tico es real, que plantea enormes consecuencias negativas al tiempo que avanza el siglo y que, sin necesidad de volver atr¨¢s a Kioto, hay que empezar a hacer algo tanto en el mundo desarrollado como en el mundo en desarrollo para que se pongan en marcha de forma apropiada y proporcionada acuerdos sobre lo que tendr¨ªamos que hacer y reconociendo que no hay una sola respuesta, que tenemos que ser m¨¢s eficientes al generar energ¨ªa, que hay que desperdiciar menos, que hay que prestar atenci¨®n a m¨¦todos renovables que no emiten gases, buscar la manera de adaptarnos a las consecuencias del cambio clim¨¢tico con las que estamos inevitablemente comprometidos y, desde luego, tratar de pensar en formas de legislaci¨®n y regulaciones que fomenten todo esto. Quiz¨¢s, por ejemplo, una tasa sobre el carbono o lo que sea, mecanismos de mercado que ayuden a llevar las cosas adelante. A mi juicio eso ser¨ªa un acuerdo de m¨ªnimos ante un problema enorme que ha sido creado fundamentalmente por los humanos y que han de resolver los humanos.

P. ?Qu¨¦ le parece la propuesta de crear un mercado de emisiones?

R. Tengo mis puntos de vista personales, pero no me gustar¨ªa ir m¨¢s all¨¢ de la declaraci¨®n de las academias, que quiere ser un llamamiento de la ciencia para abordar el problema. Desde luego hay mecanismos de mercado que pueden ser la manera m¨¢s efectiva de actuar, visto lo que hemos conseguido con los CFC en la atm¨®sfera en relaci¨®n con el agujero en la capa de ozono. Un mecanismo comercial mundial tiene que ser parte de la respuesta, pero s¨®lo parte, porque ¨¦sta tiene que estar orientada a cambios en nuestros h¨¢bitos o al despilfarro ineficiente de energ¨ªa.

P. ?Qu¨¦ le parece que Estados Unidos basara en parte su decisi¨®n sobre Kioto en los consejos de una petrolera?

R. Creo que ha sido bueno y ¨²til que el presidente Bush dijera claramente en la conferencia de prensa de esta semana con Tony Blair que hay un problema, y que subrayara algunas de las cuestiones t¨¦cnicas que espera que se hagan respecto al desarrollo de energ¨ªas alternativas y formas de generaci¨®n de energ¨ªa. Es un buen comienzo y habr¨ªa sido a¨²n mejor si hubiera reconocido no s¨®lo que estamos ante un problema sino que estamos ante un problema creado por el hombre. Al mismo tiempo hay que reconocer que, si incluso ahora el lobby del tabaco sigue diciendo que fumar no es malo, va a seguir habiendo sectores de la industria petrolera y energ¨¦tica que tendr¨¢n la voluntad de negar que haya ning¨²n problema. Compa?¨ªas petroleras como BP y Shell, que han roto con las llamadas Siete Hermanas, han reconocido que hay un problema, que tiene implicaciones para su industria y que el futuro tiene que ser diferente. Creo que estos son los segmentos de la industria que van a ser m¨¢s pr¨®speros en el futuro.

P. La gente empieza a comprender el problema, pero, al leer que la temperatura ha aumentado 0,6 grados en un siglo, quiz¨¢ saquen la conclusi¨®n de que no es tan importante.

R. Es cierto, pero un cambio de un quinto de grado por a?o en la media de las temperaturas provoca diferencias enormes en la distribuci¨®n de plantas y animales, por ejemplo. Ya estamos viendo en el mar del Norte, por ejemplo, cambios muy profundos en la distribuci¨®n de las angulas. Hay grandes movimientos ah¨ª que se deben en parte al exceso de pesca pero que est¨¢n m¨¢s asociados a cambios peque?¨ªsimos en las temperaturas medias de ciertas partes del mar. Podemos ver ya como se est¨¢ fundiendo una capa de hielo del ¨¢rtico como resultado de esos peque?os cambios. Los cambios en las temperaturas medias del globo entre los extremos de las eras glaciales y hoy eran s¨®lo de unos pocos grados cent¨ªgrados.

P. ?C¨®mo afectar¨¢ el crecimiento de Asia, Am¨¦rica Latina y, alg¨²n d¨ªa, ?frica?

R. M¨¢s de la mitad de los gases emitidos el a?o pasado proced¨ªan del mundo desarrollado. O sea, un octavo de la poblaci¨®n mundial ha emitido m¨¢s de la mitad de los gases. Pero los pa¨ªses en transici¨®n est¨¢n aumentando con rapidez sus emisiones, y se van a ir convirtiendo en la parte m¨¢s importante del problema, y deben ir pensando en qu¨¦ contribuciones tienen que hacer. Y tiene que haber conexiones para que el mundo desarrollado pueda transferir las tecnolog¨ªas apropiadas.

P. Ustedes han hecho tambi¨¦n un llamamiento para desarrollar la comunidad cient¨ªfica en ?frica. ?Por qu¨¦?

R. Hemos hecho dos declaraciones separadas, una sobre el cambio clim¨¢tico y otra sobre ?frica, debido en primer lugar a que ¨¦sas son las dos prioridades identificadas por el Gobierno brit¨¢nico para sus presidencias del G-8 y de la UE. Ambos problemas est¨¢n conectados, porque ?frica es una de las zonas del mundo que van a estar entre los grandes perdedores por el cambio clim¨¢tico. En segundo lugar, existe la percepci¨®n de que hace falta ayudar al ?frica subsahariana para que pueda desarrollar su propia agenda en el ¨¢rea cient¨ªfica y tecnol¨®gica. Que tengan su propia gente, que puedan identificar sus problemas particulares, que muchas veces son diferentes de los nuestros y que requieren soluciones distintas de las nuestras. Podemos trabajar asociados o, por decirlo de otra manera, nuestra ayuda no deber¨ªa ser decirles lo que han de hacer, sino en respuesta a las prioridades y problemas previamente identificados por una comunidad cient¨ªfica tecnol¨®gicamente informada en ?frica.

P. Y eso afecta al cambio clim¨¢tico.

R. S¨ª, hay conexiones entre ambas cosas y por eso la segunda declaraci¨®n, firmada tambi¨¦n por las academias de ciencia de ?frica, subraya la importancia de aumentar la capacidad cient¨ªfica y tecnol¨®gica para un desarrollo sostenible en ?frica. Es un debate importante porque hay distintas visiones sobre esa cuesti¨®n. Algunos creen muy correctamente que el problema de ?frica es la pobreza y la educaci¨®n infantil. Pero creen tambi¨¦n que la educaci¨®n superior, y en particular la cient¨ªfica, no forma parte de las cosas que deber¨ªamos estar haciendo por ?frica en estos momentos, algo que a juicio de las academias cient¨ªficas es una visi¨®n incorrecta porque, aunque la educaci¨®n primaria es una prioridad, hay que actuar tambi¨¦n en la educaci¨®n secundaria y en la educaci¨®n superior, ya que es de ah¨ª de donde han de surgir los maestros de las pr¨®ximas generaciones, gente que puede identificar de d¨®nde vienen los problemas.