La periodista Florence Aubenas y su gu¨ªa iraqu¨ª son liberados por sus secuestradores
El Gobierno franc¨¦s niega haber pagado un rescate para acabar con 157 d¨ªas de cautiverio
Florence Aubenas, la periodista francesa del diario Lib¨¦ration, lleg¨® ayer por la tarde al aeropuerto militar de Villacoublay, a las afueras de Par¨ªs, despu¨¦s de pasar 157 d¨ªas secuestrada en Irak junto a su gu¨ªa iraqu¨ª, Husein Hanun. Ambos fueron liberados por sus captores el s¨¢bado al mediod¨ªa en Bagdad y pasaron la noche en la Embajada. El Gobierno franc¨¦s niega haber pagado ning¨²n tipo de rescate, pero los detalles que han empezado a conocerse son contradictorios, dado que todos los indicios apuntan a que no se trata de una acci¨®n pol¨ªtica, sino de un grupo mafioso.
Aubenas, de 44 a?os, muy delgada, pero extraordinariamente vital, ofreci¨® una improvisada rueda de prensa en el mismo aeropuerto, y despleg¨® un sentido del humor a prueba de secuestros.
La noticia se hizo p¨²blica ayer a las 10.30. Poco despu¨¦s el presidente, Jacques Chirac, comparec¨ªa en televisi¨®n para anunciarlo y expresar su "alegr¨ªa y la de toda Francia". Un equipo de la DGSE, las fuerzas especiales francesas, fue quien recogi¨® a los rehenes en el lugar pactado con los secuestradores. Las tropas norteamericanas, seg¨²n asegur¨® la radio Europe 1, no estaban al corriente, aunque fueron informadas inmediatamente despu¨¦s. Varias veces su liberaci¨®n hab¨ªa parecido inminente, pero el martes, Serge July, el director de Lib¨¦ration, asegur¨® que "las cosas evolucionaban" y que se hab¨ªa establecido un "contacto estable", con el que se negociaba. July explic¨® ayer que los secuestradores hicieron 80 kil¨®metros por Bagdad antes de liberar a los rehenes para evitar seguimientos.
Todo el pa¨ªs respir¨® ayer aliviado. Bastante m¨¢s delgada respecto a las fotograf¨ªas que han colgado de todas las paredes de Francia durante los ¨²ltimos meses, pero aparentemente en buena salud, Aubenas fue recibida en el aeropuerto por Chirac, por su familia y una buena representaci¨®n de la redacci¨®n de su peri¨®dico, cuyo director, Serge July, hab¨ªa viajado con ella desde Chipre. Husein, por su parte, opt¨® por quedarse en Irak y volver a su casa. Las im¨¢genes de su reencuentro con la familia eran realmente emocionantes.
Desde el 5 de enero, cuando se produjo el secuestro, la movilizaci¨®n de la sociedad francesa pidiendo su liberaci¨®n ha sido masiva y permanente, pese a que en esta ocasi¨®n, al contrario de lo sucedido en el anterior secuestro de los periodistas Christian Chesnot y George Malbrunot, las autoridades francesas han mantenido un hermetismo casi absoluto, excepci¨®n hecha del v¨ªdeo que enviaron sus captores hace dos meses en el que Aubenas ofrec¨ªa una imagen penosa y ped¨ªa ayuda asegurando que se encontraba mal f¨ªsica y psicol¨®gicamente. Los temores sobre su salud parecieron disiparse ayer. "Aparentemente ha sido bien tratada y no sufri¨® malos tratos", explic¨® Antoine de Gaudemar, director de la redacci¨®n de Lib¨¦ration. Un equipo m¨¦dico desplazado desde Par¨ªs hab¨ªa examinado a Aubenas en Bagdad.
El gran sentido del humor y optimismo que le atribuyen todos los que la conocen no parece haber sido afectado por el secuestro. "Lo siento, no pude acudir a la fiesta de primero de a?o porque me secuestraron", fue lo primero que le dijo al embajador de Francia en Irak, Bernard Bajolet. Luego pidi¨® que la dejaran tomar una ducha. Aubenas sali¨® a media ma?ana de Bagdad en direcci¨®n a Chipre, donde le esperaba el ministro de Exteriores franc¨¦s, Philippe Douste-Blazy, y un reactor Falcon 50 para devolverla a Francia.
La mejor sorpresa del d¨ªa fue verla responder a las preguntas de sus colegas en una improvisada rueda de prensa en el aeropuerto. "Espero a un reh¨¦n que va a llegar", dijo para romper el hielo. Aubenas neg¨® que hubiera compartido cautiverio con los periodistas rumanos que fueron liberados hace diez d¨ªas, tal y como ¨¦stos hab¨ªan dicho. "Est¨¢bamos en un s¨®tano, con Husein", dijo. "No, no estuve con nadie m¨¢s". Asegur¨®. Calific¨® de "severas" las condiciones en las que ha vivido estos 157 d¨ªas.
Narr¨® muchas an¨¦cdotas, entre ellas, una especialmente significativa. Un d¨ªa le dejaron ver la televisi¨®n, el canal internacional franc¨¦s TV5. "Vi a una presentadora hablando y debajo suyo un nombre, Florence Husein. Me dije, qu¨¦ bien, se llama como yo, se?al de que hoy tendr¨¦ un buen d¨ªa, me dar¨¢n un quesito extra y tal vez otro botell¨ªn de agua". Pero enseguida se dio cuenta de que, tras su nombre hab¨ªa una cifra: 140, y cay¨® en la cuenta de que era un recordatorio de su secuestro, lo que le provoc¨® una profunda emoci¨®n. Sus secuestradores, dijo, estaban "sobreexcitados" cada vez que sal¨ªan im¨¢genes de ella o de su gu¨ªa en televisi¨®n.
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