ZP, un pol¨ªtico de una generaci¨®n sin complejos
M¨¢s de un a?o despu¨¦s de su acceso a la presidencia del Gobierno tras su triunfo electoral del 14 de marzo de 2004, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero ha podido demostrarnos ya su talante. Est¨¢ claro que, m¨¢s all¨¢ de las abismales diferencias existentes entre la personalidad del actual inquilino de La Moncloa y la de su inmediato predecesor, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, el tan tra¨ªdo y llevado talante de ZP de alg¨²n modo responde al esp¨ªritu de una generaci¨®n como la suya, sin duda mucho m¨¢s desacomplejada y desinhibida que las de todos los anteriores presidentes de Gobierno del sistema democr¨¢tico institucionalizado en este pa¨ªs despu¨¦s del franquismo.
El gran contraste existente entre la personalidad de ZP y la de Aznar no debe hacernos menospreciar las importantes diferencias que se advierten en muchas de las actitudes del actual presidente del Gobierno con las de Adolfo Su¨¢rez, Leopoldo Calvo Sotelo e incluso Felipe Gonz¨¢lez.
Zapatero es el primer presidente que por generaci¨®n no procede ni del franquismo ni del antifranquismo
A sus actuales 44 a?os, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero es el primer presidente de Gobierno espa?ol que generacionalmente no procede ya del franquismo ni del antifranquismo, aunque tanto por sus propios antecedentes familiares -creci¨® y se educ¨® como nieto de un militar fiel a la Rep¨²blica que fue fusilado por ¨®rdenes de Franco- como por su militancia socialista se inscribe en la mejor tradici¨®n del antifranquismo, basada siempre en la defensa de la democracia y la libertad. No obstante, el suyo es un antifranquismo profundamente desacomplejado, de quien apenas tuvo que padecer personalmente el franquismo -ten¨ªa s¨®lo 14 a?os cuando Franco muri¨®-, de quien naci¨® a la actividad pol¨ªtica ya en la normalidad democr¨¢tica, hasta el punto de no haber podido votar a¨²n en las primeras elecciones democr¨¢ticas, celebradas en 1977, cuando ZP ten¨ªa s¨®lo 16 a?os.
De ah¨ª la l¨®gica democr¨¢tica que llev¨® a Rodr¨ªguez Zapatero a ordenar la retirada del ¨²ltimo monumento del dictador que a¨²n exist¨ªa en Madrid, as¨ª como su desinhibici¨®n natural cuando se propone recuperar la memoria hist¨®rica de las v¨ªctimas del franquismo tras m¨¢s de un cuarto de siglo de democracia, cuando se presta a la reformulaci¨®n del actual Estado de las Autonom¨ªas como la Espa?a plural que avanza hacia formas de federalismo, cuando se dispone a agotar todas las formas posibles de di¨¢logo que lleven la paz y la concordia al Pa¨ªs Vasco, cuando mantiene sus posiciones pol¨ªticas incluso cuando ¨¦stas parecen derrotadas, cuando, en definitiva, defiende el respeto mutuo entre diferentes como la norma m¨¢xima de nuestra convivencia democr¨¢tica.
Los resultados de las elecciones legislativas del 14 de marzo de 2004 tuvieron su lectura generacional, puesto que en aquellos comicios se produjo la irrupci¨®n de un amplio y decisivo sector de nuevos votantes, que con sus sufragios motivaron el gran cambio pol¨ªtico originado por aquellas elecciones. La inesperada afluencia de nuevos j¨®venes votantes a las urnas fue una de las claves del rotundo triunfo electoral de ZP y del PSOE, un triunfo en cualquier caso de gran magnitud, inesperado para muchos y todav¨ªa hoy incomprensible para algunos, en especial para la c¨²pula dirigente del PP. El hartazgo de la mayor¨ªa absolutista del PP, y en especial del estilo personal y pol¨ªtico de Aznar, evidenciado en acciones pol¨ªticas como la participaci¨®n de tropas espa?olas en la invasi¨®n de Irak, la gesti¨®n del hundimiento del Prestige o la del accidente del Yakolev, as¨ª como las sucesivas falsedades sobre estos y muchos otros graves sucesos que culminaron con el intento de tergiversaci¨®n acerca de la autor¨ªa del criminal atentado del 11-M, fueron el detonante de una movilizaci¨®n electoral juvenil absolutamente inesperada y sin duda decisiva en el resultado final de las ¨²ltima selecciones legislativas.
Aunque ZP no pertenece, sin duda, a las ¨²ltimas generaciones de nuevos votantes -los nacidos entre 1982 y 1986, que fueron quienes pudieron votar por vez primera en 2004 en unas elecciones generales-, lo cierto es que su tan reiteradamente citado talante conecta de lleno con el esp¨ªritu generacional de lo que actualmente constituye ya la gran mayor¨ªa del electorado espa?ol; esto es, todas las generaciones nacidas como m¨ªnimo en la d¨¦cada de 1960; es decir, durante los ¨²ltimos 45 a?os. Son ¨¦stas las generaciones que ven el franquismo y tambi¨¦n el antifranquismo como algo que sin duda alguna pertenece al pasado, pero que no por ello quieren renunciar a la revisi¨®n cr¨ªtica de este pasado, que no est¨¢n dispuestas a perpetuar la amnesia colectiva sobre nuestra historia m¨¢s reciente y que, perfectamente congruentes con todo ello, no aceptan la imposici¨®n de las importantes hipotecas pol¨ªticas derivadas de nuestra transici¨®n de la dictadura a la democracia ni la perpetuaci¨®n de conceptos de un nacionalismo rancio y venturosamente ya periclitado.
Que Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero pertenezca generacionalmente a esta nueva mayor¨ªa de votantes explica en gran parte el amplio respaldo que siguen d¨¢ndole todos los sondeos, incluso en los momentos m¨¢s cr¨ªticos y dif¨ªciles de su mandato. Aquel tan repetidamente caricaturizado Bambi y Sosoman, con su tambi¨¦n tan reiteradamente satirizado talante, tal vez no es un l¨ªder convencional, al estilo de los grandes dirigentes europeos del pasado m¨¢s reciente, pero ha demostrado ya con creces que sabe ejercer un liderazgo ¨¦tico, ideol¨®gico y pol¨ªtico que responde al esp¨ªritu de unas nuevas generaciones que son ya amplia mayor¨ªa en este pa¨ªs.
Jordi Garc¨ªa-Soler es periodista
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Manuel Fraga Iribarne
- Declaraciones prensa
- Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero
- Opini¨®n
- Candidaturas pol¨ªticas
- Franquismo
- Gente
- Gobierno
- Historia contempor¨¢nea
- Administraci¨®n Estado
- Historia
- Administraci¨®n p¨²blica
- Sociedad
- Elecciones Gallegas
- Galicia
- Elecciones auton¨®micas
- Elecciones
- Espa?a
- Pol¨ªtica
- Elecciones Gallegas 2005