Secundino Serrano revive la historia de los espa?oles que lucharon contra Hitler

Much¨ªsimos dieron la vida, algunos regalaron su adolescencia y, cuando se metieron en aquella aventura con una mezcla de idealismo y supervivencia, no sab¨ªan que pasar¨ªan m¨¢s de una d¨¦cada entre trincheras, fusiles, campos de concentraci¨®n, barro, sangre y vendajes. Lo peor no es eso, lo peor es que, despu¨¦s del esfuerzo, del sacrificio, nadie ha sido capaz de contar su historia hasta ahora, cuando a escritores o historiadores como Secundino Serrano les ha parecido ya demasiado el desprecio y han publicado libros como La ¨²ltima gesta. Los republicanos que vencieron a Hitler (1936-1945), editado por Aguilar.

"He querido hacer una radiograf¨ªa del exilio republicano", dice Serrano, que ya ha seguido el rastro de los perdedores antes con un libro sobre los maquis. Para eso, ha estudiado a los exiliados republicanos que continuaron su lucha antifascista contra Hitler en Francia y en la URSS. Algunos cayeron en Stalingrado, otros en Mauthausen... "Cuando salieron por la frontera, no sab¨ªan qu¨¦ les esperar¨ªa. No ten¨ªan d¨®nde ir. Eran los proletarios del bando y la ¨²nica salida para muchos era seguir luchando. La burgues¨ªa del exilio se fue a Am¨¦rica, a M¨¦xico, sobre todo, pero los m¨¢s humildes escaparon a Francia y tuvieron que seguir peleando, hicieron algo extraordinario, y lo peor es que nadie ha contado su historia", dice Secundino Serrano.

?sa es la raz¨®n por la que este historiador ha querido dar voz a esos vencidos, cuya peripecia no debe ser sepultada. "Para ellos fue una continuaci¨®n de su lucha contra Franco, era combatir el fascismo tuviera el rostro que tuviera, el de Hitler o el de Mussolini, contra quienes tambi¨¦n sent¨ªan que hab¨ªan luchado ya en Espa?a". Algunos siguen m¨¢s all¨¢, incluso. "Es el caso de personajes como Vila Capdevila, que empez¨® en 1933 y cay¨® en el 63, cuando la Guardia Civil le abati¨® mientras preparaba un sabotaje", cuenta Serrano. "Son gente que han formado parte de un movimiento transversal de resistencia durante muchos a?os del siglo XX".

Hasta hoy, han sido enterrados en una especie de pacto callado e injusto. "La transici¨®n fue un acto de generosidad, pero de los vencidos. Perdonaron y olvidaron en un gran esfuerzo simb¨®lico, pero cuando vemos que ¨²ltimamente esa actitud se ve salpicada con nuevas reivindicaciones de la historia de los vencedores con una forma de abordar los hechos que parec¨ªa superada, entonces todo eso se ha convertido en una tropel¨ªa sem¨¢ntica y hay que empezar a distinguir entre palabras como perd¨®n y olvido o justicia y venganza", asegura Serrano.

Han sido los nietos, sobre todo, los que han comenzado a desenterrar mucha memoria y el autor no sab¨ªa hasta qu¨¦ punto pod¨ªa ayudar a mucha gente a sacar cosas de dentro. "El otro d¨ªa me escribi¨® un se?or dici¨¦ndome que iba a ir con su familia a Le¨®n a darme un abrazo. Hab¨ªa vivido pensando que su padre hab¨ªa sido ladr¨®n y en mi libro sobre maquis se cuenta su historia: en realidad fue guerrillero. Lo malo es que no se lo va a poder explicar a su madre: tiene Alzheimer".