El hombre que mat¨® a su mujer y a sus tres hijos en Tu¨¦jar se suicida en la prisi¨®n

En el recuento de ayer a las ocho de la ma?ana en la prisi¨®n de Nanclares de Oca (?lava) un recluso apareci¨® muerto. Jos¨¦ Rubio Jim¨¦nez, el hombre que en noviembre de 2001, de madrugada, mat¨® a cuchilladas a su mujer y a sus tres hijos menores, se suicid¨® durante la noche ayud¨¢ndose de una s¨¢bana, seg¨²n fuentes de Instituciones Penitenciarias. Fue trasladado a Nanclares el pasado verano, despu¨¦s de casi tres a?os en la c¨¢rcel de Picassent, donde ingres¨® despu¨¦s del parricidio. Desde Instituciones Penitenciarias explicaron que "el recluso ha tenido un comportamiento completamente normal, sin ninguna se?al especial de alarma", ya que "llevaba una vida de interno normal, se relacionaba con otros presos, no hab¨ªa indicio alguno de que tuviera tentaciones de quitarse la vida, estaba en una celda ¨¦l solo y el recluso que ocupa la inmediatamente contigua no oy¨® nada durante la noche". Jos¨¦ Rubio estuvo viendo la tele hasta tarde. El mando a distancia estaba bajo el colch¨®n de la cama.

El fallecido, de 41 a?os, fue juzgado por un jurado en marzo de 2003. "Los motivos se ir¨¢n conmigo a la tumba", dijo el parricida al tribunal pidiendo a su letrado a continuaci¨®n que solicitara para ¨¦l la m¨¢xima pena. No declar¨® nadie m¨¢s en la vista. El juicio empez¨® y termin¨® el mismo d¨ªa. El jurado tard¨® tres horas en dictar veredicto de culpabilidad. Y el juez le impuso un total de 65 a?os de c¨¢rcel: 20 por matar a su mujer, Pilar Mart¨ªnez, de 37 a?os; y 15 por la muerte tambi¨¦n a cuchilladas de cada uno de los tres hijos de la pareja, Sara, de 11 a?os; Eva, de siete, y David, de cinco. La sentencia recog¨ªa que era autor de cuatro delitos de asesinato, que hab¨ªa consumido coca¨ªna pero que en ning¨²n caso estaban mermadas sus facultades mentales ni padec¨ªa trastorno alguno.

Rubio Jim¨¦nez intent¨® quitarse la vida tras el crimen autolesion¨¢ndose con uno de los cuchillos con los que apu?al¨® a su familia. Fallido aquel intento, se precipit¨® con su coche por un barranco a menos de un kil¨®metro del pueblo. Tras el parricidio, permaneci¨® en el hospital penitenciario, despu¨¦s pas¨® al programa de protecci¨®n por riesgo de suicidio, en el que estuvo, seg¨²n instituciones penitenciarias, unos dos meses. Su estancia en Picassent se prolong¨® sin incidentes hasta que el pasado verano, por razones de r¨¦gimen interno, seg¨²n las mismas fuentes, fue trasladado. Se adapt¨® con facilidad y su comportamiento era normal.