Un cerro repleto de historia
El Museo de San Isidro muestra 25 siglos de tesoros arqueol¨®gicos de La Gavia, a nueve kil¨®metros de la Puerta del Sol
Al sur de Madrid se alza un collado cuyos suelos de yeso atesoran, a¨²n frescas, huellas del paso de cuantas comunidades y civilizaciones poblaron esta ciudad desde hace 25 siglos. Incluso han sido hallados huesecillos del o¨ªdo medio de un ni?o carpetano enterrado en una necr¨®polis all¨ª asentada, as¨ª como granos de cebada cultivada por sus antiguos moradores.
El paraje dista apenas nueve kil¨®metros de la Puerta del Sol. Es un cerro en forma de huso, de una hect¨¢rea de extensi¨®n. Est¨¢ circundado por un talud de unos 20 metros de altura. Su lar, no lejos de la Villa de Vallecas, tiene unos 2.500 a?os de antig¨¹edad. Fue entonces cuando comenz¨® a servir de asentamiento a sus primeros moradores, carpetanos, vinculados a los celt¨ªberos, que poblaban el centro de la pen¨ªnsula ib¨¦rica. Un arroyo cercano, que a¨²n hoy lleva agua todo el a?o, hizo posible el milagro de su prolongado poblamiento.
As¨ª lo relata Jorge Mor¨ªn, arque¨®logo y comisario de la exposici¨®n que da noticia de lo acaecido en este promontorio madrile?o que atesora una secuencia arqueol¨®gica de valor excepcional. La muestra ha sido montada en el Museo de San Isidro con fondos procedentes del Museo Arqueol¨®gico de la Comunidad de Madrid, con sede en Alcal¨¢ de Henares.
Menos de un kil¨®metro separa este cerro, llamado La Gavia, del r¨ªo Manzanares, y apenas unos metros de las v¨ªas del ferrocarril Madrid-Barcelona y del AVE Madrid-Sevilla. Uno de sus confines se ve surcado por la carretera M-45. Se trata de uno de los yacimientos arqueol¨®gicos prerromanos m¨¢s singulares de Espa?a y, desde luego, el de m¨¢s plural riqueza entre los madrile?os.
La exposici¨®n es el resultado de seis a?os de trabajos, excavaciones, an¨¢lisis, documentaci¨®n y conservaci¨®n que sobre el terreno del cerro ha desplegado un equipo de profesionales muy j¨®venes: arque¨®logos, bi¨®logos, antrop¨®logos, qu¨ªmicos e historiadores -hasta 100 especialistas- coordinados por Jorge Mor¨ªn. Sus trabajos han constituido un reto para la arqueolog¨ªa madrile?a, que vive d¨ªas de auge. "Este esfuerzo colectivo nos ha permitido entender una secuencia hist¨®rica que arranca con los poblados carpetanos prerromanos, su asimilaci¨®n por Roma y su declive, su revitalizaci¨®n durante la etapa visigoda... Incluso hemos hallado vestigios de la Guerra Civil de 1936 a 1939", a?ade Mor¨ªn. Las columnas del l¨ªder militar comunista Enrique Lister guarec¨ªan el sur del Madrid republicano desde este enclave. Son numerosos los circuitos de trincheras y fortificaciones que caracolean bajo una ristra de promontorios de remate chato que jalonan estos predios, ubicados en un ¨¢rea llamada Casas de Murcia, propiedad de una familia que tuvo aparceros hasta mediados del siglo XX.
"En la exposici¨®n describimos la organizaci¨®n de la vida cotidiana de la etapa prerromana, poco conocida hasta ahora, y de sus fases consecutivas de poblamiento", explica Mor¨ªn, quien da cuenta de la agricultura, la caza y la cotidianeidad de la etapa que un¨ªa la Segunda Edad del Hierro y la consecutiva irrupci¨®n romana.
Los carpetanos viv¨ªan aqu¨ª en casas de unos 30 metros cuadrados a las que se entraba descendiendo algunos escalones; en su interior mostraban bancos corridos en torno a un hogar central.
La benignidad del clima madrile?o permiti¨® a los moradores de La Gavia llevar una existencia sedentaria, dedicada a la agricultura y la caza. A los pies de este cerro, cuya vista a¨¦rea lo asemeja a un gran portaaviones varado en tierra entre lomas de contornos curvos, existieron tambi¨¦n cuevas y necr¨®polis. "Las condiciones de conservaci¨®n han sido tales como para permitir distinguir los huesos del o¨ªdo medio de un ni?o carpetano de corta edad que aqu¨ª mostramos", comenta Mor¨ªn. Las cuevas fueron habitadas hasta despu¨¦s de la Guerra Civil por aparceros extreme?os, seg¨²n testimonios locales.
Para Enrique Baquedano, director del Museo Arqueol¨®gico de Alcal¨¢ de Henares, una de las piezas excepcionales halladas en La Gavia es un fragmento de vasija cer¨¢mica pintado con los perfiles de dos aves y una cruz esv¨¢stica en medio. "Presenta componentes carpetanos y celt¨ªberos, cuya mixtura es un testimonio art¨ªstico y t¨¦cnico de primera magnitud".
"Lo asombroso de La Gavia es la rica variedad de sus vestigios y su proximidad a Madrid", comenta el arque¨®logo y director de exposiciones del museo, Salvador Quero, con la emoci¨®n del cient¨ªfico enamorado de su trabajo. Para Eduardo Salas, director del Museo de San Isidro, "La Gavia presenta enormes posibilidades para su conversi¨®n en un gran centro de interpretaci¨®n que, a tan poca distancia del centro de la ciudad y en un lugar muy bien comunicado, puede dar noticia de la evoluci¨®n arqueol¨®gica que signa la historia madrile?a".
Lascas, hachas, ruedas molineras y otros utensilios se exhiben junto con descripciones audiovisuales did¨¢cticas, que sirven para perfilar cient¨ªficamente la vida de aquellos tiempos en una hilera de vestigios que conduce hasta la contemporaneidad: todo ello convierte el yacimiento de La Gavia en valioso documento para conocer cabalmente la honda raigambre arqueol¨®gica de Madrid.
El cerro de La Gavia. El Madrid que encontraron los romanos. De martes a viernes, de 9.30 a 20.00. S¨¢bados y domingos, de 10.00 a 14.00. Lunes y festivos, cerrado. Entrada gratuita. Museo de San Isidro. Plaza de San Andr¨¦s, s/n. Metro de La Latina.
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