Tony Gatlif, entre la realidad y la ficci¨®n en su regreso a Argelia
'Exils' fue galardonada con la Palma de Oro al mejor director en Cannes 2004
El actor Romain Duris lanza un vaso de cerveza desde un piso suburbial de Par¨ªs. Este gesto marca el comienzo del viaje a Argelia que el personaje, Zano, emprende junto a su compa?era Na?ma, interpretada por Lubna Azabal, en la pel¨ªcula Exils, que hoy se estrena en Espa?a.
Un gesto que parece correr en paralelo al de esta actriz belga, de padre tangerino y madre andaluza, cuando a la semana de haber comenzado el rodaje tir¨® el gui¨®n de la pel¨ªcula a la basura. "No serv¨ªa para nada porque el director y guionista Tony Gatlif lo construy¨® de nuevo seg¨²n avanzaba el viaje. La pel¨ªcula baila entre el documental y la ficci¨®n", explic¨® Azabal durante la presentaci¨®n del filme el pasado lunes, en el Instituto Franc¨¦s de Madrid.
Los actores se guiaron por una "improvisaci¨®n controlada", cuenta Lubna Azabal
"La pel¨ªcula tiene su origen en mi anhelo de contemplar mis propias heridas", dice el director
Galardonado con la Palma de Oro al mejor director en el Festival de Cannes del a?o pasado, con esta pel¨ªcula el director de origen argelino retoma algunos de los temas que ya hab¨ªa tratado en obras anteriores como el mundo flamenco y gitano que explor¨® en Vengo, o la b¨²squeda de los or¨ªgenes en Gadjo Dilo.
Tal y como ha explicado en varios textos, con Exils Gatlif se adentra en su propio pasado: "La pel¨ªcula no tiene su origen en una mera idea, sino en mi anhelo de contemplar mis propias heridas",
Entre ritmos techno y m¨²sica flamenca, Na?ma, hija de inmigrantes, y Zano, descendiente de un anticolonialista franc¨¦s, vuelven en Exils sobre los pasos de sus familias en su regreso a Argelia. Un trayecto inici¨¢tico en el que sanar¨¢n sus heridas. J¨®venes, sensuales y lanzados, emprender¨¢n juntos esta ruta cuya meta desconocen. "?l tiene un objetivo claro, quiere volver a encontrar la casa de su abuelo. Ella le sigue, pero est¨¢ perdida, sin objetivo. No busca encontrar sus or¨ªgenes. Est¨¢ desorientada pero piensa que es libre porque siente que no pertenece a nada. Sin embargo, Na?ma acabar¨¢ encontrando su columna vertebral y reconocer¨¢ su pertenencia", seg¨²n la actriz.
La otra cara del exilio, los colonialistas que tuvieron que salir del pa¨ªs, o la realidad actual argelina, escapa, seg¨²n explic¨® Lubna Azabal, al objetivo de esta historia. "Exils habla de dos j¨®venes hartos de su vida en Francia que de repente deciden irse a Argelia. No trata de la juventud argelina ni de la situaci¨®n de ese pa¨ªs. Lo que queda representado es el entorno argelino que se va vaciando de su poblaci¨®n", se?ala. "El filme trata de las heridas y cicatrices con las que uno tiene que aprender a vivir".
En su trayecto, la pareja protagonista atraviesa Andaluc¨ªa, donde duermen en un campamento de gitanos, recoge fruta junto a los inmigrantes ilegales de Almer¨ªa y disfruta del baile de Farruquito y del cante de los j¨®venes flamencos de las Tres Mil Viviendas en la sala La Carboner¨ªa de Sevilla. Este lado "aut¨¦ntico" es el que esconde, seg¨²n la protagonista, la cara pol¨ªtica de Exils: "Las implicaciones pol¨ªticas del viaje se dan en la serie de encuentros que los protagonistas tienen con los olvidados, verdaderos gitanos e inmigrantes".
Menuda y tranquila, la actriz habl¨® acerca del reto impl¨ªcito en el contacto entre realidad y ficci¨®n. "En la pel¨ªcula salen muchos personajes reales. Nuestro trabajo consist¨ªa en ser tan aut¨¦nticos como ellos, en saber colocarnos en ese preciso momento para captar la realidad".
Azabal explic¨® c¨®mo esto, inevitablemente, condujo a los actores hacia una herramienta indispensable en este rodaje: la "improvisaci¨®n controlada". La actriz se refiri¨® a la escena del trance suf¨ª que experimentan los personajes una vez desembarcados en Argelia. "La ceremonia de la cofrad¨ªa suf¨ª que aparece en la pel¨ªcula es verdadera. Este tipo de pr¨¢cticas son extraoficiales en Argelia y son una manera de exorcizar los males ps¨ªquicos y f¨ªsicos mediante la m¨²sica", cuenta Lubna Azabal. "Aunque Tony nos explic¨® c¨®mo era, nosotros no est¨¢bamos preparados y pr¨¢cticamente entramos en trance. La secuencia fue rodada de una sola vez y en ella mi personaje consigue vomitar sus cicatrices y unir su cuerpo y su esp¨ªritu por primera vez".
Babelia
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