El sursuncorda
Cuando escribo estas l¨ªneas, a¨²n no ha salido a la calle la manifestaci¨®n contra la legalizaci¨®n de los matrimonios homosexuales. Cuando las lean, se estar¨¢ desarrollando esa manifestaci¨®n. A estas alturas del se?or, desconozco el mayor o menor seguimiento. Adem¨¢s, a fuerza de ser sinceros, me importa lo que cada uno quiera imaginar. Es m¨¢s, con esta misma sinceridad, me sigue importando lo mismo que el defenestrado obispo o arzobispo -no se la dignidad eclesi¨¢stica que le corresponde- de C¨®rdoba, reenviado a Granada contrate 22 autobuses para encabezar una marcha en Madrid contra esta legalizaci¨®n. Lo que me importa es que este s¨¢bado es jornada de reflexi¨®n en Galicia. Tambi¨¦n, que el domingo se deciden en las urnas si el gobierno de Fraga sigue, o no. Y, en estos previos, hay que reflexionar. Pues, bien, si hay que reflexionar, no s¨¦ si es posible hacerlo si, al mismo tiempo, en Galicia, en Andaluc¨ªa, en Espa?a se monta la de dios en cristo contra esta legalizaci¨®n.
Pudiera parecer que s¨ª. Sin embargo, no se puede desconocer que la legalizaci¨®n del matrimonio gay responde a una iniciativa del gobierno socialista. Luego es razonable preguntarse hasta que punto no se rompe la jornada de reflexi¨®n e influye en ella una manifestaci¨®n que, como acto pol¨ªtico, se dirige para poner en tela de juicio divino y santiaguino, la decisi¨®n de un gobierno y de un partido que se presenta a unas elecciones. De un partido, y de un grupo, que va ver como muchos ciudadanos pueden sentirse presionados por algunos pastores, ac¨®litos y hasta por el sursuncorda.
En fin, no s¨¦. Como tampoco si la panoja de este obispo -arzobispo- de Granada para pagar autobuses va salir del porcentaje que recibe la Iglesia cuando pagamos a Hacienda. La cruz en la casilla no deber¨ªa ser ni para el capricho de algunos obispos ni para la cruzada de algunos y algunas del PP contra este matrimonio, por mucho que don Manuel se encomiende al ap¨®stol.
En cualquier caso, en d¨ªa tan se?alado, he decidido no subir al autob¨²s y no hacer apostolado pol¨ªtico para que las cosas en la tierra se desarrollen sin influencias de estos se?ores asexuados por voluntad -a veces no de hierro- que s¨®lo salen a la calle para decir c¨®mo y con qui¨¦n debe practicarse el sexo. Divino.
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