Londres y La Haya torpedean el acuerdo

El primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, rechaz¨® anoche todas las f¨®rmulas que la presidencia luxemburguesa le propuso ayer para congelar el cheque brit¨¢nico. La UE, obligada por los pa¨ªses m¨¢s ricos a contener su presupuesto, acariciaba la idea de empezar a acabar con esa prebenda brit¨¢nica para poder repartir las migajas en una Uni¨®n ampliada para las perspectivas financieras de 2007 a 2013. Pero todo intento fue vano mientras Holanda dificultaba la negociaci¨®n exigiendo su propio cheque, de 1.500 millones de euros anuales.

Ni siquiera la oferta de los pa¨ªses m¨¢s pobres reci¨¦n incorporados a la UE de recortar los gastos que les benefician fue suficiente para cerrar la crisis."He sentido verg¨¹enza", dijo el presidente de turno, el luxemburgu¨¦s Jean-Claude Juncker.

Juncker fue incapaz de cuadrar el c¨ªrculo y en su intento se encontr¨® con una resistencia numantina de algunos de los pa¨ªses contribuyentes. "Hubiera sido posible si algunos jefes de delegaci¨®n", dijo Juncker, en clara referencia a Tony Blair, "hubieran venido con la voluntad pol¨ªtica de alcanzar el acuerdo". A los pa¨ªses del Este incorporados a la UE les urg¨ªa el acuerdo para empezar a percibir los fondos que les corresponde y una demora en el acuerdo presupuestario pospondr¨¢ tambi¨¦n esa esperada llegada de dinero.

A la imposici¨®n de los m¨¢ximos contribuyentes, especialmente Alemania, de que el presupuesto de la Uni¨®n no superara el 1% del PIB comunitario, se sum¨® la infranqueable barrera del Reino Unido y Holanda, dos importantes contribuyentes de la UE. El primero, porque no estaba dispuesto a perder su cheque; el segundo, porque pretendi¨® recuperar parte de lo que pon¨ªa. Juncker intent¨®, sin ¨¦xito, aislar a Blair ofreciendo concesiones a casi todos, incluida la generosa concesi¨®n a Espa?a de 800 millones de euros adicionales para el Fondo de Cohesi¨®n que, sorpresivamente, tampoco a Madrid le fue suficiente.

El fracaso supone un largo aplazamiento en el cierre de este cap¨ªtulo crucial para el funcionamiento del club, ya que Tony Blair ser¨¢ el presidente de turno de la UE durante el segundo semestre de este a?o, lo que le impide retomar las negociaciones siendo un asunto propio, el cheque brit¨¢nico, el escollo principal del acuerdo.

La principal aliada de Londres ha sido Holanda, el mayor contribuyente de la Uni¨®n en relaci¨®n a su poblaci¨®n (180 euros anuales por cabeza, seg¨²n sus c¨¢lculos). En 2003 aport¨® en t¨¦rminos absolutos 4.919 millones de euros netos. Juncker le ofreci¨® al conservador Jan Peter Balkenende ahorrarse parte de sus aportaciones benefici¨¢ndose m¨¢s de los derechos de aduanas y aportando menos por sus ingresos del IVA, pero tales concesiones no le supon¨ªan ese pretendido ahorro de 1.500 millones.

En el ¨²ltimo momento, Juncker le ofreci¨® 210 millones. Tampoco fue suficiente. Balkenende hab¨ªa acudido a Bruselas presionado por el no en el refer¨¦ndum a la Constituci¨®n y la exigencia de su Parlamento de recuperar parte del dinero que aporta a la UE. Blair se aferr¨® a su cheque. Bruselas devuelve a Londres una media anual de 4.700 millones de euros para compensar sus altas aportaciones a la UE y su menor participaci¨®n en los beneficios de la PAC (Pol¨ªtica Agr¨ªcola Com¨²n), principal cap¨ªtulo presupuestario de la UE. Juncker le lleg¨® a ofrecer 5.500 millones anuales, pero congelados a partir de 2007. Blair no quiso o¨ªr hablar de una congelaci¨®n no vinculada a la reducci¨®n de los gastos agr¨ªcolas. En 2003, el Reino Unido aport¨® a Bruselas 9.971 millones netos, una vez descontado su cheque.

Blair s¨®lo mostr¨® una aparente debilidad en la jornada de ayer al admitir que el cheque es una "anomal¨ªa", justa respuesta, dijo, a la "anomal¨ªa" de la PAC. A rengl¨®n seguido atac¨® con brillantez y virulencia el obsoleto esquema de los presupuestos comunitarios, cuya principal partida es la agr¨ªcola, seguida de los fondos estructurales y despu¨¦s, muy de lejos, del cap¨ªtulo dedicado a la competitividad. Juncker recogi¨® en parte el guante e introdujo en su ¨²ltima propuesta una partida adicional de 10.000 millones de euros para fortalecer la investigaci¨®n y el desarrollo y, adem¨¢s, propuso revisar la estructura del presupuesto en 2009. Tampoco fue suficiente para Londres.