Comercio justo, consumo responsable
Lo que compramos, empezando por el caf¨¦ del desayuno, tiene efectos que alcanzan a millones de personas. La etiqueta "comercio justo" garantiza que para que ese producto llegue a nosotros no ha habido explotaci¨®n laboral ni otros abusos sobre el eslab¨®n m¨¢s d¨¦bil.
Cada d¨ªa, millones de ciudadanos salimos a la calle y generamos cientos de millones de actos de compra, infinitas decisiones que sumadas suponen un gran potencial de transformaci¨®n econ¨®mica y social. Si la elecci¨®n que hacemos es responsable y consciente, puede ser tambi¨¦n un premio o un castigo a las buenas o malas pr¨¢cticas de las empresas frente a sus propios trabajadores, al medio ambiente y a grupos humanos desfavorecidos. La peque?a decisi¨®n rutinaria se convierte entonces en una fuente de enorme poder colectivo que no tenemos a menudo en mente.
En este contexto se ubica el comercio justo, una alternativa impulsada y desarrollada por determinadas fundaciones y organizaciones no gubernamentales que act¨²an como mediadoras sin ¨¢nimo de lucro entre los consumidores de los pa¨ªses del Norte y los campesinos y artesanos de los pa¨ªses del Sur que viven en situaciones de fuerte depresi¨®n econ¨®mica y social.
El comercio justo pretende establecer relaciones comerciales m¨¢s justas que garanticen la dignidad salarial, la igualdad entre hombres y mujeres, la erradicaci¨®n de la explotaci¨®n infantil o el respeto al medio ambiente. Con su desarrollo, cientos de millones de personas de pa¨ªses de ?frica, Asia y Am¨¦rica del Sur encuentran una v¨ªa de acceso a condiciones laborales dignas y a una mejor calidad de vida.
A trav¨¦s del comercio justo se evitan las pr¨¢cticas abusivas de los grandes grupos empresariales al fijar el precio de compra de la materia prima o del producto al campesino. De este modo, las materias primas y los art¨ªculos se adquieren sin intermediarios, directamente a los campesinos y a los artesanos, y se les ofrece una retribuci¨®n adecuada a sus esfuerzos que les permita cubrir sus necesidades b¨¢sicas, los costes de producci¨®n y hasta un peque?o margen para la inversi¨®n.
Las organizaciones que fomentan el comercio justo no s¨®lo facilitan la comercializaci¨®n sin pr¨¢cticas abusivas, sino que aplican su pedagog¨ªa en pro de la sostenibilidad, la mejora en el rendimiento de las explotaciones, el acceso a la educaci¨®n y la salud de los campesinos, y las inversiones necesarias para que estas comunidades tengan m¨¢s y mejor futuro.
Una buena causa. Debido al enorme poder de negociaci¨®n y a las pr¨¢cticas abusivas de algunas grandes empresas, los trabajadores del Sur reciben demasiado a menudo m¨ªseras compensaciones a cambio del fruto de su trabajo, lo que les condena a ser, en muchos casos, esclavos de la pobreza. Estas malas pr¨¢cticas generan entornos donde impera la miseria, de modo que m¨¢s de 500 millones de familias sufren cada a?o el impacto directo o indirecto de una negociaci¨®n en la que salen perdiendo mucho. Por poner un ejemplo, actualmente la econom¨ªa de 100 millones de personas del planeta depende del cultivo del caf¨¦. Suele tratarse de particulares que cultivan el grano en sus parcelas, peque?as explotaciones no coordinadas entre s¨ª. Por eso, cuando las empresas compradoras imponen una bajada de precios, los campesinos se ven obligados a aumentar el ¨¢rea de cultivo dedicada al caf¨¦ en detrimento del ¨¢rea dedicada a productos para el consumo propio.
Las mujeres, adem¨¢s, sufren una fuerte discriminaci¨®n econ¨®mica, ya que cobran un salario inferior por realizar el mismo trabajo que un hombre; con ingresos m¨¢s que precarios, falta de formaci¨®n y teniendo que cargar adem¨¢s en sus espaldas las tareas del cuidado familiar y del hogar, las mujeres se llevan la peor parte y representan el 70% de las personas que viven en la pobreza absoluta.
La falta de dignidad en el trabajo se ve reforzada por la escasez total de coberturas sanitarias, prohibici¨®n del derecho de asociaci¨®n y sindicaci¨®n, e intimidaci¨®n por parte de capataces armados.
A todo ello hay que a?adir una sobreexplotaci¨®n del medio en el que se cultiva el producto: uso desproporcionado de fertilizantes y pesticidas prohibidos en pa¨ªses occidentales que afectan a la salud del campesino y degradan tambi¨¦n el suelo, contaminan el medio y generan una recesi¨®n del cultivo en las siguientes cosechas.
Una alternativa en plena expansi¨®n. Afortunadamente, en Espa?a estamos viviendo un proceso de desarrollo del comercio justo, con una subida de las ventas de un 70% en los ¨²ltimos cinco a?os. En Europa, las perspectivas tambi¨¦n son positivas: m¨¢s de 60.000 puntos de venta y 100.000 voluntarios trabajan en esta causa, y las cifras de venta aumentan cada a?o hasta superar los 250 millones de euros en el a?o 2004. De todos modos, queda mucho trabajo por hacer, ya que tan s¨®lo la mitad de los habitantes de la Uni¨®n Europea conoce la existencia de los productos de comercio justo.
Gran variedad y calidad. A trav¨¦s del comercio justo es posible acceder a una amplia gama de productos (m¨¢s de mil referencias procedentes de 30 pa¨ªses), que incluyen desde productos de alimentaci¨®n (caf¨¦, cacao, miel, mermelada, vino, az¨²car, pasta, salsas?) hasta elementos de decoraci¨®n, juguetes, m¨²sica, complementos o artesan¨ªa. Muchos de ellos est¨¢n disponibles en todo tipo de establecimientos, y algunos, s¨®lo en tiendas especializadas.
En bastantes centros comerciales, estos productos disponen de una secci¨®n propia, mientras que en otros hay que preguntar al personal del centro sus referencias. Si tenemos la ocasi¨®n de probarlos constataremos que la calidad de estos productos es en muchos casos excelente, y que, para beneficio de todos, sus precios son muy competitivos.
De la intenci¨®n a la realidad. Para que el comercio justo se convierta en una realidad y no en una mera declaraci¨®n de intenciones es necesario que el consumidor se haga cargo de las consecuencias que tiene su comportamiento de compra m¨¢s all¨¢ del mero disfrute de los beneficios funcionales que le aporta el producto. De este modo, un acto cotidiano que permite al consumidor solucionar una necesidad concreta puede tambi¨¦n convertirse en un voto para el imprescindible desarrollo de la dignidad de las personas, de la justicia social y del bien com¨²n.
Pueden consultarse otras 'webs' de inter¨¦s como: www.solidaridad.org y www.comerciojusto.com.
?lex Rovira es profesor de Esade, conferenciante y escritor.
Para aprender a comprar
Para obtener m¨¢s informaci¨®n sobre los productos de comercio justo y los comercios en los que adquirirlos, ¨¦stas son algunas organizaciones y direcciones de inter¨¦s.
Interm¨®n Oxfam lidera desde hace a?os el desarrollo del comercio justo en Espa?a, vendiendo los productos a trav¨¦s de diversos canales de comercializaci¨®n: tiendas propias en las principales ciudades de Espa?a, a trav¨¦s de su p¨¢gina 'web' (www.intermonoxfam.org/tienda), por cat¨¢logo o por tel¨¦fono (902 33 03 31). Tambi¨¦n provee a los principales supermercados y grandes superficies comerciales de Espa?a.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.