Una clase en los juzgados

C¨®mo se cumple una pena de 1.000 a?os? ?Qu¨¦ diferencia hay entre un veredicto y una sentencia? ?Un acusado de nacionalidad extranjera no deber¨ªa ser juzgado en su pa¨ªs? Quienes lanzan esta bater¨ªa de preguntas a los jueces de la Audiencia Provincial de Madrid son alumnos de ESO, bachillerato y FP.

Y son los propios jueces los que dan respuestas a sus dudas. Los jueces explican a los alumnos c¨®mo transcurre un juicio, qui¨¦nes han de declarar, de qu¨¦ manera se eligen a los miembros de un jurado, por qu¨¦ se le impone una pena determinada a un acusado.

La iniciativa es sencilla: se lleva a los alumnos a los juzgados para que sean testigos directos de lo que ah¨ª ocurre y tengan conocimento directo de c¨®mo son los magistrados, los fiscales y los abogados.

Todo esto transcurre gracias a la puesta en marcha del programa Educando en justicia, realizado por la Comunidad de Madrid y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). El objetivo es acercar la justicia a los m¨¢s j¨®venes para que tomen conciencia de su importancia y conozcan las nociones b¨¢sicas de su funcionamiento. Est¨¢ previsto que el curso que viene el programa se extienda a otras comunidades aut¨®nomas.

Uno de cada cuatro ciudadanos se ve envuelto a lo largo de su vida en un procedimiento jur¨ªdico. Y, sin embargo, la justicia es un servicio muy desconocido. Esta idea es la que subyace detr¨¢s de este programa y lo que ha llevado al CGPJ a implantar pol¨ªticas activas para que los ciudadanos conozcan la justicia. Y qu¨¦ mejor que empezar por los escolares.

El objetivo no es s¨®lo que los chavales sepan los mecanismos de la justicia -"por ejemplo, que un sem¨¢foro es el ¨²timo aspecto de una norma"-, sino que aprendan a dirimir pac¨ªficamente sus conflictos y eviten en un futuro tener que ir a los juzgados a resolverlos.

El CGPJ ha editado, adem¨¢s, unas gu¨ªas, dirigidas a alumnos y docentes, que recogen los aspectos b¨¢sicos de la justicia, para trabajar con ellas en clase.

"?Si el jurado dicta una sentencia, usted, se?or juez, puede dictar otra?", pregunta un ni?o. Uno de los jueces de la Audiencia Provincial explica que hay dos tipos de juicios: los formados por tres magistrados profesionales y los integrados por un jurado de nueve ciudadanos no conocedores del derecho. "?A alguno le gustar¨ªa formar parte de un jurado? ?Y ser juez?", pregunta. Y los chicos no dudan: "Eso s¨ª que debe ser dif¨ªcil, habr¨ªa que estudiar mucho...".

En una de las salas de la Audiencia Provincial est¨¢ a punto de dar comienzo un juicio por un asunto de tr¨¢fico de drogas. Se acusa a un hombre camerun¨¦s de vender una bolsita de coca¨ªna a otra persona, de darse a la fuga cuando la polic¨ªa intent¨® detenerle y de propinar una patada a uno de los agentes. Se le imputa un delito contra la salud p¨²blica, otro de resistencia y una falta de lesiones.

Antes de que empiece la vista, uno de los chicos pregunta al juez si en los delitos por droga los abogados son de oficio o de pago. "Eso depende. Si se trata de peque?os traficantes o de boleros o mulas [aquellos que transportan la droga en forma de bolas en el interior de su cuerpo] suelen ser de turno de oficio. Pero si se trata de grandes traficantes, lo m¨¢s com¨²n es que la defensa sea de pago".

M¨¢s dudas. Otra de las chicas cuestiona al juez por qu¨¦ cuando los jueces dictan sentencia "no se entiende nada de lo que escriben". El magistrado se disculpa: "Eso ocurr¨ªa m¨¢s antes, porque utiliz¨¢bamos muchos t¨¦rminos latinos. Ahora, en cambio, estamos tratando de redactar las sentencias de forma sencilla, pues van dirigidas a las partes".

Los ni?os preguntan si es legal que puedan estar presentes durante un juicio y el juez les explica que es justo que los ciudadanos puedan acudir a un juicio para comprobar que se cumplen las garant¨ªas penales.

Antes del juicio un alumno pregunta la ¨²ltima duda: "Se?or juez, y si no se dice con su venia se?or¨ªa pasa algo?".