Contra las bandas: polic¨ªa, prevenci¨®n e inversi¨®n
En los ¨²ltimos a?os, en algunas ciudades espa?olas, y especialmente en Madrid, ha surgido una nueva forma de violencia organizada protagonizada por grupos de j¨®venes que, bajo la denominaci¨®n de Latin Kings, ?etas y Maras Salvatruchas, est¨¢n causando graves incidentes que generan violencia, muerte y, sobre todo, alarma social entre los ciudadanos. Ante esta situaci¨®n de inseguridad, miedo, incertidumbre y hartazgo, desde los poderes p¨²blicos hay que garantizar el ejercicio cotidiano de nuestras libertades, lo que exige m¨¢s presencia policial, pero tambi¨¦n, y sobre todo, combatir las causas de este conflicto social.
La ocupaci¨®n de espacios p¨²blicos donde amedrentan al resto de usuarios. Los robos con violencia y de objetos de moda. Las agresiones que tienen por motivo la consideraci¨®n de un espacio de la ciudad como propio, su territorio. La cada vez m¨¢s extendida "extorsi¨®n" a ni?os y j¨®venes por la utilizaci¨®n de instalaciones deportivas. Las luchas con bandas rivales. Las agresiones en el entorno escolar que generan una grave intranquilidad a padres, profesores y alumnos. Los estados de embriaguez, donde se generalizan las peleas. La violencia ejercida hacia miembros de la propia banda cuando ¨¦stos deciden dejar la organizaci¨®n. Es una realidad que muchos madrile?os viven d¨ªa a d¨ªa y que les lleva a solicitar m¨¢s seguridad y respeto de las normas b¨¢sicas de convivencia. Es una realidad que las administraciones p¨²blicas deben conocer y combatir para que exista convivencia y seguridad. No caben declaraciones grandilocuentes, ni promesas incumplidas a?o tras a?o, s¨®lo es posible una actuaci¨®n p¨²blica coordinada, porque de no ser as¨ª, un problema de convivencia se puede transformar en un polvor¨ªn de tensi¨®n que, aprovechado por grupos racistas, xen¨®fobos y fascistas, prenda la mecha del odio y la intolerancia.
?Qu¨¦ sucede con estos adolescentes escolarmente fracasados y sin trabajo?
Se necesitan menos declaraciones y m¨¢s compromisos presupuestarios claros
La intranquilidad va en aumento y causa el deterioro de la convivencia
Seg¨²n algunos expertos, s¨®lo en Madrid se calcula que pueden existir m¨¢s de 500 j¨®venes, entre 14 y 23 a?os, pertenecientes a estas bandas. Su estructura es piramidal, con un l¨ªder supremo, llamado Rey y, a su alrededor, un n¨²mero indeterminado de lugartenientes que transmiten sus ¨®rdenes y se encargan de hacerlas cumplir. Para formar parte, los aspirantes que son elegidos han de cumplir una serie de requisitos muy precisos: deben profesar obediencia ciega a sus superiores, guardar fidelidad incondicional al l¨ªder, consagrarse de forma pr¨¢cticamente exclusiva al grupo, usar s¨ªmbolos que les identifican como miembros de la banda y actuar en un territorio bien delimitado (plaza, calles, parque, etc¨¦tera) que consideran suyo. Es verdad que cuantitativamente son una minor¨ªa, pero no es menos cierto que sus acciones generan una quiebra de la convivencia dif¨ªcilmente soportable para los ciudadanos.
?Sabemos lo que siente un ni?o cuando es amenazado y agredido en un parque o en el colegio? ?Somos conscientes de la intranquilidad y las posibles reacciones de unos vecinos que tienen miedo? ?Podemos consentir el secuestro de derechos fundamentales en determinados lugares y a determinadas horas? ?Alguien se ha preguntado por qu¨¦ ingresan en las bandas? ?Qu¨¦ sucede con estos adolescentes escolarmente fracasados, sin trabajo ni posibilidades de integraci¨®n a la vista? ?Proceden de familias inmigrantes desestructuradas? ?De un ambiente econ¨®mico y socialmente hostil? ?Son el claro ejemplo del fracaso de unos servicios sociales municipales y auton¨®micos escasos y precarios? Muchas son las preguntas y para resolverlas es urgente realizar un diagn¨®stico de lo que sucede y por qu¨¦ sucede, para invertir en prevenci¨®n y tratamiento de las causas. Unas causas que son m¨²ltiples (econ¨®micas, sociales, familiares, educativas...) y unas soluciones que tienen que venir dadas desde pol¨ªticas p¨²blicas realizadas por todas las administraciones. Pero, especialmente, en Madrid, donde nueve distritos est¨¢n por debajo de la renta media de la ciudad y donde la emigraci¨®n se concentra en determinadas zonas, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento tienen que invertir en dotaciones, equipamientos y servicios sociales en barrios que durante muchos a?os han abandonado a su suerte.
Hay un clima de intranquilidad que va en aumento, y que ha derivado en un deterioro grave de la convivencia. Para afrontar esta situaci¨®n social y delincuencial hay que limitar la expansi¨®n de estas bandas y dar la voz de alerta a unas instituciones, que son las primeras que deben tomar cartas en el asunto, no minimizando este fen¨®meno que cada d¨ªa va increment¨¢ndose. Es urgente impulsar, entre todas las administraciones, un Pacto C¨ªvico por la Seguridad y la Convivencia, que, con la participaci¨®n del tejido asociativo, desarrolle acciones policiales, preventivas y judiciales.
Acciones policiales:
- Mayor presencia policial en las calles e incremento del n¨²mero de polic¨ªas, con el objetivo de paliar las deficiencias y mejorar la calidad del servicio que se presta al ciudadano.
- Un programa de seguridad ciudadana por distrito, teniendo en cuenta las peculiaridades de cada uno de ellos y desarrollando una coordinaci¨®n real entre los diferentes cuerpos policiales. Hay que acabar con la desigualdad en materia de seguridad que existe entre distintas zonas de Madrid.
- Un plan de actuaci¨®n contra estas bandas, con zonas de actuaci¨®n preferentes para acabar con su impunidad tanto en el espacio p¨²blico como en los centros educativos. En esta labor hay que incorporar de manera efectiva a la Polic¨ªa Municipal.
Acciones preventivas:
- Planes integrales en los 21 distritos para mejorar la calidad de vida de los vecinos. Estos planes, realizados con la colaboraci¨®n de los ciudadanos, tienen que contar con programas de regeneraci¨®n urbana, de desarrollo local, movilidad, equipamientos, mejora del medio ambiente urbano e integraci¨®n social.
- Plan de inversiones, con el fin de dotar a la ciudad, y especialmente a las zonas con menor renta, de una red b¨¢sica de profesionales y equipamientos sociales. Es necesario la implantaci¨®n de un trabajador social de zona por cada 3.000 habitantes, como profesional de referencia del sistema p¨²blico municipal de servicios sociales para toda la ciudadan¨ªa, para facilitar un tratamiento social personalizado, familiar y grupal.
- Dise?ar un mapa de riesgo social con planes concretos (prevenci¨®n de la marginalidad, educadores de calle y de familia que localicen y se desplacen al lugar donde se est¨¢ produciendo el riesgo, acci¨®n educativa y compensatoria en aquellos j¨®venes en riesgo social dentro de los centros educativos).
- Un programa efectivo de integraci¨®n social de los inmigrantes que potencie el reconocimiento de todos sus derechos, que desarrolle medidas que prevengan la marginaci¨®n social, que promueva la atenci¨®n integral y normalizada de los inmigrantes y que desarrolle la convivencia intercultural, la tolerancia y la solidaridad.
- Crear un Servicio Municipal de Atenci¨®n a la V¨ªctima (SAV) en cada uno de los distritos, para garantizar la prestaci¨®n de servicios de apoyo y asistencia a las v¨ªctimas de delitos, como han hecho otros ayuntamientos, como Alcobendas o Fuenlabrada.
Acciones judiciales:
- Implicando a la judicatura en la prevenci¨®n de conductas asociales producidas por j¨®venes inmigrantes, todo ello a trav¨¦s de la Fiscal¨ªa de Menores.
- Dando prioridad a la acci¨®n de la justicia, a trav¨¦s de la fiscal¨ªa, para el esclarecimiento de los delitos cometidos por estos grupos.
Madrid es una ciudad abierta, donde la seguridad es la garant¨ªa que tenemos todos los ciudadanos al libre y pleno ejercicio de nuestros derechos y libertades. Esta garant¨ªa deben proporcionarla las administraciones p¨²blicas, dotando de medios y personal suficiente a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad sin ning¨²n tipo de complejo. Pero la inseguridad no es s¨®lo un problema policial, necesita pol¨ªticas sociales, que aborden las causas de la inseguridad y articulen la actuaci¨®n integral de diferentes servicios p¨²blicos. Una ciudad integradora y cohesionada socialmente es una ciudad que pone el acento en la prevenci¨®n de la delincuencia. Por este motivo, es preciso trabajar en prevenci¨®n, reinserci¨®n y concienciaci¨®n social, lo que supone necesariamente incentivar las pol¨ªticas educativas, formativas, culturales, urban¨ªsticas frente a la exclusi¨®n social. Se necesitan menos declaraciones y m¨¢s compromisos presupuestarios claros y espec¨ªficos que eviten la marginalidad y favorezcan la integraci¨®n.
?scar Iglesias es portavoz adjunto del Grupo Municipal Socialista de Madrid. Secretario de Acci¨®n Electoral y Desarrollo Program¨¢tico del PSM-PSOE.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.