La zona comercial de Castellana qued¨® paralizada cuatro horas

Sem¨¢foros apagados, caos circulatorio en el eje de la Castellana, puertas de los locales abiertas, camareros sentados, peluqueras paradas... El Ayuntamiento reforz¨® el dispositivo de seguridad en el eje afectado. Iberdrola puso dos oficinas para reclamaciones. En los distritos de Tetu¨¢n y Chamart¨ªn hay m¨¢s de 6.000 comerciantes. Muchos de ellos sufrieron p¨¦rdidas por los cortes, que duraron hasta cuatro horas en algunos puntos.

A las 11.39, en la peluquer¨ªa Rosa's de repente se apagaron los secadores y el aire acondicionado y comenz¨® una ma?ana eterna de p¨¦rdidas econ¨®micas e intenso calor. "Una se?ora se ha ido a trabajar con la mitad de la cabeza peinada y la otra mitad no", explica la encargada, Rosa Martos. Seg¨²n sus c¨¢lculos, las cuatro horas de brazos cruzados de su local podr¨ªan significar cerca de 400 euros en p¨¦rdidas. A esa misma hora, en un portal cercano, Antonio Barranco, portero de la casa, sacaba a un cartero del ascensor donde se hab¨ªa quedado atrapado. Como ellos, miles de madrile?os del norte de la ciudad sufrieron las consecuencias del apag¨®n que vivi¨® la capital y que en algunos puntos de la ciudad dur¨® hasta cuatro horas.

Como los sem¨¢foros no funcionaban, un autob¨²s de la l¨ªnea 42 colision¨® con un turismo. No hubo heridos. La falta de regulaci¨®n autom¨¢tica del tr¨¢fico oblig¨® al Ayuntamiento a enviar 16 agentes de Movilidad adicionales a la zona afectada, adem¨¢s de otros 30 polic¨ªas municipales.

Antonio Navas, propietario de un garaje en la calle del doctor Fleming, sac¨® las velas de cera del caj¨®n donde llevaban a?os olvidadadas. Los tres empleados del aparcamiento pasaron la ma?ana guiando con ellas a los clientes.

Un turismo se qued¨® enganchado en el t¨²nel de lavado. Para aparcar, los conductores agudizaban el ingenio: "Los faros encendidos de unos nos serv¨ªan para guiar a otros que iban entrando", explica Antonio. A la gente le daba miedo salir del coche, as¨ª que les gui¨¢bamos con velas. Alguno, incluso, llevaba una linterna en el bolsillo y eso ha ayudado", explic¨® este trabajador, que aseguraba que las p¨¦rdidas de la ma?ana hab¨ªan superado los 300 euros.

Medicamentos refrigerados

En la farmacia de Isabel Gil Delgado, en la calle de F¨¦lix Boix, se volvi¨® a trabajar como lo hac¨ªan a la antigua usanza: una libreta y un bol¨ªgrafo serv¨ªan de caja registradora, los pedidos se hicieron tel¨¦fono y en vez de aire acondionado se manten¨ªa la puerta abierta. Las mayores p¨¦rdidas las tuvieron en medicamentos refrigerados, m¨¢s de 3.500 euros, aseguraba, aunque le tranquilizaba pensar que el seguro correr¨ªa con los gastos.

Muchas empresas tuvieron que parar su actividad debido al apag¨®n. Otros, en cambio, optaron por el teletrabajo. Es el caso de Daniel, responsable de una empresa de relaciones p¨²blicas ubicada en las proximidades de Cuzco. "No ten¨ªamos fax, ni ordenadores, ni manera de trabajar, as¨ª que nos hemos marchado a casa y hemos trabajado desde all¨ª con ordenadores port¨¢tiles", explicaba. "As¨ª, ?c¨®mo nos van a dar los juegos ol¨ªmpicos? ?sta es una ciudad de chicha y nabo", protestaba.

Todos ellos intentaron ayer sin ¨¦xito comunicarse con Iberdrola. Un contestador les informaba de que hab¨ªa habido una "incidencia" en plaza Castilla y Castellana, donde trabajaban. No pod¨ªan darles m¨¢s informaci¨®n.

Pero los peor parados de la jornada fueron los restaurantes de la zona de plaza Castilla y Cuzco a los que la luz se les fue justo cuando empezaban a preparar las comidas. En el restaurante La Granja, en el paseo de la Castellana, el encargado y los camareros hac¨ªan tiempo a las dos de la tarde con la puerta abierta. Se abanicaban. Sus 50 mesas con capacidad para 180 clientes estaban vac¨ªas. "Hemos dejado de facturar cerca de 2.500 euros, m¨¢s lo que haya que tirar de las dos c¨¢maras y los seis congeladores, porque la comida no aguanta cuatro horas en una c¨¢mara sin fr¨ªo", se?alaba Erich Biersack, encargado del local. Tampoco funcionaba la caja registradora ni la m¨¢quina del caf¨¦. "Tanta modernidad, tanto Madrid 2012 y luego se rompe un cable y media ciudad parada. No lo entiendo", protestaba.

Tampoco el restaurante argentino De Mar¨ªa pudo ayer hacer caja a la hora de la comida: "A ver si para la cena nos recuperamos de las p¨¦rdidas", aseguraba el responsable del local, Juan Gudi?o. A las tres de la tarde, sus 80 cubiertos preparados, esperando a que alguien los usara. "Perderemos casi 5.000 euros", asegur¨® Gudi?o. A ellos, Iberdrola s¨ª que les llam¨® y les indic¨® que hasta las seis de la tarde no volver¨ªan a tener suministro definitivimante, aunque tendr¨ªan luz de manera intermitente por la tarde.

Ni siquiera bajo tierra se libraron del apag¨®n. En las l¨ªneas 4 y 6 del metro hubo retrasos de unos diez minutos. Aunque no se suspendi¨® el servicio de trenes, se registraron intervalos m¨¢s largos a partir de las 11.30 por la falta de suministro: en la l¨ªnea 4, entre Diego de Le¨®n y Canillas, y en la l¨ªnea 6, entre Manuel Becerra y Pr¨ªncipe P¨ªo por el norte.