Cantar valiente

Cant¨® valiente Marina Heredia. Casi al l¨ªmite en muchos momentos de su recital, que empez¨® con una secuencia de estilos a palo seco -cante de trilla, preg¨®n del uvero, ton¨¢-, como si quisiera hacer una declaraci¨®n de principios. Cant¨® bien la guapa granadina, aunque a veces no pudiera matizar id¨®neamente por ir tan alcanzada de voz. Brillante su sole¨¢.

Bail¨® Sara Baras, acompa?ada por un grupo de peque?o formato. La farruca y soleares / buler¨ªas. Dos bailes largos, en los que se explay¨® a conciencia. Se explay¨®, sobre todo, en el juego de punta y tac¨®n, zapateando hasta la exasperaci¨®n. Mucho paseo entre repique y repique, mucho parar las guitarras y apenas baile que no fuera de pies. Sara Baras bail¨® entregada, con entusiasmo digno de mejor causa porque, a fin de cuentas, tanto como se excedi¨® en el taconeo echamos en falta el baile de cuerpo.

Por delante actu¨® Enrique de Melchor en concierto. Las deficiencias de sonido hicieron de su toque un barullo dif¨ªcil de asimilar. Todo fue confuso, no limpio, impropio de un lugar como el que nos acog¨ªa.