Organicemos el estudio del mar
La investigaci¨®n espa?ola en ciencias marinas la capitalizan en la actualidad dos organismos p¨²blicos de investigaci¨®n, el Instituto Espa?ol de Oceanograf¨ªa (IEO) y el Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC). Entre ambos organismos suman cerca de 1.000 personas dedicadas al estudio del mar. La disciplina cuenta adem¨¢s con tres facultades de Ciencias del Mar, en las universidades de C¨¢diz, Vigo y Las Palmas, y con varios centros de investigaci¨®n auton¨®micos que a?aden personal e infraestructura. Todo ello parece una consecuencia l¨®gica de la convicci¨®n, casi subconsciente, de los pol¨ªticos y de la sociedad espa?ola de que el mar es importante para nuestro pa¨ªs. No obstante, parece que algo no funciona. Cada uno rema en distinta direcci¨®n.
El IEO, creado en 1914, es el representante oficial del Estado ante los organismos competentes en el mundo marino. Asesora a la Administraci¨®n en temas cruciales del mundo marino, como la pesca, la contaminaci¨®n o los asuntos oceanogr¨¢ficos. Y adem¨¢s realiza interesantes tareas en el ¨¢rea de la acuicultura. Los fundadores del IEO ten¨ªan un fuerte compromiso con la Segunda Rep¨²blica y muchos se exiliaron despu¨¦s de la Guerra Civil, a pesar de lo cual, sigui¨® creciendo. En la actualidad cuenta con 10 centros de investigaci¨®n, dotados con buenas infraestructuras y equipamientos, varios buques oceanogr¨¢ficos y 450 trabajadores.
El CSIC, por su parte, investiga en el ¨¢mbito marino desde 1950. Diez de sus 120 institutos de investigaci¨®n, y 465 de sus 10.400 trabajadores, est¨¢n dedicados a las ciencias marinas. Dispone de instalaciones experimentales de calidad para realizar investigaci¨®n en acuicultura, gestiona las bases ant¨¢rticas, coordina la actividad cient¨ªfica del Hesp¨¦rides y ha iniciado la construcci¨®n del futuro buque oceanogr¨¢fico Sarmiento de Gamboa.
Tanto el IEO como el CSIC dependen del Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia, al que migraron juntos desde el Ministerio de Ciencia y Tecnolog¨ªa. Estos dos organismos son casi gemelos en cuanto a objetivos, infraestructuras, cualificaci¨®n de su personal... Comparten tambi¨¦n una actitud muy espa?ola entre vecinos, apenas se hablan.
La actividad investigadora del IEO y el CSIC incluye acuicultura (gen¨¦tica, reproducci¨®n, patolog¨ªa, nutrici¨®n, t¨¦cnicas de cultivo), biolog¨ªa de especies explotadas y poblaciones naturales, pesquer¨ªas, ecolog¨ªa marina, oceanograf¨ªa (f¨ªsica, qu¨ªmica, biol¨®gica, geolog¨ªa marina, cambio global, contaminaci¨®n). Cualquier tema que se le ocurra al lector sobre investigaci¨®n en el mar, lo cubren ambas instituciones. Pero cada uno en su casa, las conexiones son m¨ªnimas. ?Sucede lo mismo en los pa¨ªses de nuestro entorno? Claro que no. No hay m¨¢s que ver el ejemplo de Francia.
Quiz¨¢ no estar¨ªa de m¨¢s, en aras de mejorar la eficacia y la optimizaci¨®n de recursos, que reflexion¨¢semos en Espa?a sobre la conveniencia de reorganizar la investigaci¨®n en ciencias marinas. El primer paso podr¨ªa ser crear una unidad de coordinaci¨®n, con presencia del CSIC y el IEO, am¨¦n de expertos de centros auton¨®micos y del mundo universitario, para estudiar alternativas.
Una de ellas ser¨ªa dejarlo todo casi como est¨¢, tal vez concentrando en el IEO la investigaci¨®n dirigida al desarrollo tecnol¨®gico y al asesoramiento a la Administraci¨®n y a la empresa privada. Otra opci¨®n ser¨ªa mantener dos frentes diferenciados, uno tecnol¨®gico y otro de investigaci¨®n, pero concentrados bajo una ¨²nica estructura administrativa, un ¨²nico paraguas que permitiera rentabilizar la inversi¨®n p¨²blica con una mayor presencia privada. El debate proporcionar¨ªa sin duda otras muchas propuestas. Pero, por supuesto, condici¨®n sine qua non ser¨ªa que los pol¨ªticos se comprometieran a escuchar y a poner en pr¨¢ctica las recomendaciones que hiciera ese grupo de expertos. Un pa¨ªs como Espa?a, casi una isla, no puede permitirse el lujo de mantener el crecimiento de la inversi¨®n p¨²blica y privada en investigaci¨®n marina si luego esa labor investigadora no responde a criterios de coordinaci¨®n, de calidad. Pong¨¢monos a ello.
Antonio Figueras es profesor de Investigaci¨®n del CSIC y director del Instituto de Investigaciones Marinas (CSIC), en Vigo.
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