La Torre del Oro presenta un aspecto novedoso tras la conclusi¨®n de su limpieza y restauraci¨®n
Los trabajos de conservaci¨®n han requerido una inversi¨®n de cerca de 1,1 millones de euros
La Torre del Oro de Sevilla vuelve a lucir reci¨¦n restaurada y libre de andamios junto a las aguas del Guadalquivir. Ya han concluido los trabajos de limpieza y conservaci¨®n del monumento medieval puestos en marcha en enero de 2003 con la firma de un convenio entre el Patronato del Museo Naval, la Fundaci¨®n Focus-Abengoa y la Fundaci¨®n El Monte. La ejecuci¨®n del proyecto ha requerido una inversi¨®n cercana a los 1,1 millones de euros. Adem¨¢s, se ha instalado un nuevo sistema de iluminaci¨®n. La duraci¨®n de la obra ha sido de nueve meses.
La primera actuaci¨®n consisti¨® en eliminar las escaleras que rodeaban la torre. Se han suprimido asimismo a?adidos de cemento colocados en el z¨®calo en anteriores actuaciones "que no ten¨ªan misi¨®n estructural y estaban produciendo un deterioro sobre la piedra original", se?alan los responsables del proyecto.
Reconstrucciones con cemento que no pertenec¨ªan a la torre tambi¨¦n han sido eliminadas. Estas antiguas intervenciones recubr¨ªan piedras de garitas y antiguas g¨¢rgolas situadas en el centro de las caras del cuerpo principal. Se han llevado a cabo reconstrucciones y reintegraciones con mortero en almenas, tapiales, z¨®calo y, en general, en los paramentos (caras de una pared). Tambi¨¦n se ha intervenido en el acceso a la torre asentando los pelda?os y el solado que se encontraba en mal estado. La puerta principal ha sido restaurada.
El desmontaje de las escaleras adosadas a los exteriores de la torre ha permitido fechar con precisi¨®n el proceso de construcci¨®n de los accesos al monumento medieval y descubrir el pavimento adosado al norte de la torre fechado en el siglo XVIII, entre otros aspectos. Otros hallazgos arqueol¨®gicos propiciados por la intervenci¨®n han sido datar al reinado de Alfonso X (siglo XIII) la construcci¨®n de las garitas defensivas ya desaparecidas. Un hallazgo importante es concluir que el segundo cuerpo de la torre era un pabell¨®n de recreo y mirador construido por Pedro I en el siglo XIV.
La presentaci¨®n de los trabajos de conservaci¨®n fue llevada a cabo ayer. El presidente de la Fundaci¨®n El Monte, ?ngel Manuel L¨®pez y L¨®pez, destac¨® el papel fundamental jugado por "la sociedad civil" en la limpieza de la torre.
Al convenio de restauraci¨®n de la torre se incorpor¨® posteriormente la Real Maestranza de Caballer¨ªa de Sevilla, que aport¨® el proyecto b¨¢sico. La Fundaci¨®n El Monte asumi¨® el papel de promotora y ejecutora de las obras. El estudio C. de C. Arquitectos -formado por Mar¨ªa Caballos y Cristina Borrero- se encarg¨® de elaborar el proyecto b¨¢sico de rehabilitaci¨®n y el proyecto de ejecuci¨®n, as¨ª como de la direcci¨®n de la obra. Fernando Amores realiz¨® un estudio arqueol¨®gico de la torre.
Almohades
La Torre del Oro fue levantada a principios del siglo XIII por los almohades en las postrimer¨ªas de su poder en Sevilla. Su construcci¨®n respond¨ªa a necesidades militares. La torre estaba situada a las afueras de la muralla de la ciudad. Su funci¨®n era controlar las entradas al puerto de Sevilla. Una gran cadena de hierro pend¨ªa de ella y atravesaba el Guadalquivir de orilla a orilla.
De torre vig¨ªa pas¨® a almac¨¦n. Posteriormente, se convirti¨® en templo cristiano para ser luego sede del almirantazgo. Su c¨²spide de planta circular fue realizada m¨¢s tarde, en el siglo XVIII.
Hoy d¨ªa, la torre alberga un peque?o museo, en el que se expone una colecci¨®n de mapas y antig¨¹edades relacionados con la historia naval de Sevilla.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.