El ¨²ltimo d¨ªa de Madrid Rock
Tras llegar a un acuerdo con los trabajadores, ayer cerr¨® la conocida tienda de m¨²sica de la Gran V¨ªa
En una misma estanter¨ªa compiten en popularidad un tebeo de Zipi y Zape, Los excesos sexuales de Mick Jagger, la biograf¨ªa y letras de Enrique Iglesias, y la historia del grupo Celtas Cortos. Restos de un pasado brillante de 24 a?os de historia que ayer concluyeron con el fin de Madrid Rock, la mayor tienda dedicada exclusivamente a la venta de discos y libros de Madrid.
Los propietarios decidieron el 16 de febrero cerrar el comercio por causas econ¨®micas debido a la pirater¨ªa. Los empleados denunciaron que, tras la clausura, hab¨ªa una operaci¨®n de especulaci¨®n inmobiliaria con este local ubicado en plena Gran V¨ªa. Comenz¨® para ellos un periodo de gran tensi¨®n. El expediente de regulaci¨®n de empleo fue rechazado en un principio. Los trabajadores estuvieron dos meses sin cobrar porque la empresa aseguraba que no ten¨ªa fondos.
A finales de mayo, los empleados y la empresa alcanzaron un acuerdo y se puso fecha al cierre: ayer. Felipe pas¨® a despedirse de la que fue su tienda de discos de toda la vida."Es un cementerio lleno de carro?a y carro?eros. Ya no queda nada. S¨®lo gente desesperada a la caza de la ¨²ltima oferta", dec¨ªa con pena.
Fr¨ªo, estanter¨ªas semivac¨ªas sin m¨²sica de fondo como en d¨ªas m¨¢s felices. S¨®lo se o¨ªa el traqueteo de los discos al chocar, mientras unos 20 clientes rebuscaban. "?Puff!, apenas conozco nada de lo que queda, pero como casi los regalan, me llevo algo para probar...", dice Vicky, otra fan. En una estanter¨ªa, delante de un CD del grupo Lost Balance, sorprende una nota escrita a bol¨ªgrafo: "Este disco es muy bueno. Adem¨¢s lleva un DVD". La autora del aviso est¨¢ a pocos metros. Es Elena Cabrera, de 30 a?os, due?a del sello discogr¨¢fico Autorreverse. Cuando vio que uno de los seis discos de su marca se vend¨ªa a tres euros, le vinieron a la cabeza las muchas horas trabajadas para sacar adelante ese CD. "Ya s¨¦ que es una bobada, pero a lo mejor alguien lo lee y se lo lleva", dice con una sonrisa vergonzosa. La visita que Elena hizo a Madrid Rock fue casi un viaje de rescate: "Me llevo discos de amigos y de sellos que conozco. ?Qui¨¦n sabe d¨®nde ir¨¢n estas copias?; por este precio prefiero tenerlos yo".
En el ¨²ltimo d¨ªa del Madrid Rock hab¨ªa libros de m¨²sica a un euro y discos ins¨®litos a 1,5. Hubo quien aprovech¨® para comprar al por mayor. "Yo en mi tienda vendo discos, no los regalo, como este se?or", dec¨ªa un hombre mientras guardaba en bolsas decenas de discos de Salom¨¦, grandes ¨¦xitos de carretera y varias pel¨ªculas en VHS.
Al abrir ayer, s¨®lo quedaban 3.000 vol¨²menes en las estanter¨ªas, pero en sus mejores d¨ªas la firma lleg¨® a tener m¨¢s de 100.000 referencias. "Nunca habr¨¢ nada igual", aseguraba Miguel ?ngel Moreno, el gerente."Hay trabajadores muy v¨¢lidos que llevan m¨¢s de 20 a?os en esta casa", a?adi¨® Moreno y se lament¨®: "Nos quedamos en la calle". Desde hoy 45 profesionales del disco buscan empleo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.