Blair se presenta en Bruselas como el l¨ªder capaz de reformar Europa

El primer ministro del pa¨ªs menos europe¨ªsta de la UE se present¨® ayer en Bruselas como el l¨ªder adecuado para sacar a la Uni¨®n de su profunda crisis. Ante el pleno del Parlamento Europeo, Tony Blair se proclam¨® "europe¨ªsta apasionado", defensor de "una Europa como proyecto pol¨ªtico" y no s¨®lo como "gran mercado". Para ¨¦l, esa crisis que ¨¦l ha agrandado en la ¨²ltima cumbre "no es institucional, sino de liderazgo pol¨ªtico". Dispuesto a ocupar ese vac¨ªo, Blair propone unas reformas econ¨®micas que poco tienen que ver con el actual modelo social europeo.

El dirigente laborista fue aplaudido, pero sobre todo desde los bancos conservadores. Blair, sonrisa permanente, m¨¢s seductor que nunca, se enfrentaba ayer a una dura prueba en Bruselas y la super¨® porque se llev¨® reiteradas ovaciones de los mismos eurodiputados que 24 horas antes aplaud¨ªan sin cesar al luxemburgu¨¦s Jean-Claude Juncker cuando culpaba al l¨ªder brit¨¢nico de haber torpedeado la pasada cumbre. Para ganarse a la C¨¢mara, el dirigente brit¨¢nico insisti¨® en su fe europe¨ªsta. "Creo en Europa como proyecto pol¨ªtico. Nunca aceptar¨ªa una Europa que fuera ¨²nicamente un mercado. Es ¨¦sta una uni¨®n de valores, de solidaridad entre naciones y pueblos, no s¨®lo de un mercado social en el que comerciamos, sino un espacio pol¨ªtico com¨²n de ciudadanos".

Sobre esa base, y en un momento en el que el motor franco-alem¨¢n hace aguas, el l¨ªder brit¨¢nico se mostr¨® decidido a ocupar el vac¨ªo al destacar que "hay que ejercer el liderazgo" en Europa. "La gente moderada tiene que marcar su liderazgo", afirm¨®, para insistir despu¨¦s en que "faltan l¨ªderes que contacten con la gente".

A la ausencia de liderazgo achac¨® Blair "los tiempos dif¨ªciles" que atraviesa Europa. Y a la ceguera para entender las inquietudes de los ciudadanos, preocupados "por la globalizaci¨®n, la seguridad, el subempleo, las jubilaciones...", mientras los jefes de Estado y Gobierno se enfrascan en discusiones institucionales. "Tenemos que hacer un balance y ver la realidad. Los ciudadanos est¨¢n tocando las trompetas alrededor de los muros de la UE. Como siempre, me temo que el ciudadano va por delante de los pol¨ªticos".

Ese desencuentro, cree Blair, ha propiciado los noes a la Constituci¨®n en Francia y Holanda, porque los referendos "se han convertido en el veh¨ªculo para que la gente exprese su disgusto profundo con Europa", un hecho que ha puesto de manifiesto la necesidad de "conquistar los corazones de los ciudadanos".

El primer ministro brit¨¢nico opina que "Europa se encuentra sumida en un profundo debate sobre su futuro". Un debate "franco y abierto" que ¨¦l pretende dirigir, sobre todo en este pr¨®ximo semestre como presidente de la Uni¨®n. Consciente de que ha jugado el papel de villano desde el rotundo fracaso de la pasada cumbre, mantuvo ayer que la discusi¨®n "no tiene que hacerse con cruces de insultos", sino "con un intercambio sincero de ideas".

El franc¨¦s Jacques Chirac y el alem¨¢n Gerhard Schr?der han reiterado estos d¨ªas que el debate divide a quienes, como ellos, apuestan por la uni¨®n pol¨ªtica de Europa y los que, como Blair, optan por un gran supermercado europeo. La misma tesis mantiene Juncker, todav¨ªa presidente de la UE, que ayer desair¨® al brit¨¢nico al no estar presente en el pleno.

A los tres les respondi¨® el brit¨¢nico: "No se trata de una dicotom¨ªa entre una Europa mercantil y una Europa como proyecto pol¨ªtico". Plantearlo as¨ª, sostiene, "es un intento de intimidar a los que quieren cambiar, como si quisieran poner sordina". Y a?adi¨®: "No es un debate sobre c¨®mo abandonar Europa, sino c¨®mo encarrilarla para mejorar la vida de los ciudadanos". "Lo dif¨ªcil no es tomar decisiones, sino darse cuenta de que hay que tomarlas".

En un nuevo dardo contra el eje franco-alem¨¢n y sus aliados, Tony Blair dijo: "No estamos en el momento de apuntar con el dedo y llamar traidores a los que quieren cambiar Europa".

Los aplausos de los eurodiputados mostraron su apoyo global al discurso. Los l¨ªderes de los grupos precisaron despu¨¦s que era un voto de confianza, pero no un cheque en blanco. "Debe quedar claro en su presidencia que apuesta por una Europa pol¨ªtica. Si es as¨ª, le apoyaremos", le dijo el jefe del PPE, el alem¨¢n Hans-Hert Poettering. El de los socialistas, Martin Shulz, le record¨® que su misi¨®n al frente de la UE "es unir, no dividir", que viera c¨®mo los conservadores le aplaud¨ªan m¨¢s.

El verde Daniel Cohn-Bendit fue el m¨¢s esc¨¦ptico sobre las verdaderas intenciones del ingl¨¦s: "Se dice que el Gobierno franc¨¦s no funciona, que el alem¨¢n no funciona... Europa tampoco puede funcionar ni con esos modelos ni con el brit¨¢nico". La duda m¨¢s contundente la lanz¨®, sin embargo, un brit¨¢nico, el liberal Graham Watson: "Toma usted el tim¨®n de un buque zozobrando en un mar agitado. Un discurso no basta para superar a?os de sospecha".