Bush trata de reavivar su maltrecha reforma de las pensiones
El proyecto estrella del presidente de EE UU languidece por la falta de apoyos
La reforma de las pensiones, en la que el presidente George W. Bush anunci¨® que iba a gastar buena parte del capital pol¨ªtico ganado en las elecciones de noviembre, est¨¢ medio muerta. Bush dedic¨® 60 m¨ªtines al empe?o, pero el gasto se convirti¨® en derroche, en parte porque no hay propuestas claras sobre la mesa y en parte porque el sistema funciona razonablemente bien, aunque la mayor¨ªa es consciente de que algo hay que hacer para garantizar su futuro. Varios senadores republicanos ofrecieron ayer un nuevo proyecto de ley.
Los dem¨®cratas, que se movilizaron contra la reforma junto a los sindicatos y al potente grupo de presi¨®n de los jubilados, creen que el proyecto es insalvable. Pero Bush no tira la toalla y ayer mismo, en un instituto de bachillerato a las afueras de la capital, dijo: "No voy a prestar atenci¨®n a estas broncas partidistas de Washington. Vamos a seguir trabajando".
La Casa Blanca insiste en que dentro de 13 a?os, la seguridad social -el sistema que paga las pensiones de jubilaci¨®n y otros beneficios- empezar¨¢ a recaudar menos de lo que gasta, y entrar¨¢ en quiebra, si no se hace nada, dentro de 37 a?os. La cuenta atr¨¢s empieza en 2008 con las jubilaciones de la generaci¨®n del baby boom, nacida despu¨¦s de 1946.
Cogidos entre la espada de la Casa Blanca, que les presiona sin piedad, y la pared de las elecciones legislativas de dentro de a?o y medio, en las que los dem¨®cratas har¨¢n campa?a contra la reforma, varios senadores republicanos ofrecieron ayer un proyecto de ley; en lugar de que los trabajadores j¨®venes desv¨ªen parte de su aportaci¨®n al fondo de pensiones hacia cuentas privadas en fondos de inversi¨®n que complementen sus futuras pensiones, se propone dedicar el actual super¨¢vit de la seguridad social para dotar esas cuentas, de manera voluntaria, durante tres a?os inicialmente y a trav¨¦s de bonos del Tesoro.
El problema es que ese super¨¢vit -que este a?o ser¨¢ de 170.000 millones de d¨®lares- es uno de los principales activos del que se echa mano para enjugar el d¨¦ficit presupuestario. Si al d¨¦ficit previsto para este a?o, de 370.000 millones, se le suma el vac¨ªo creado por la eventual "desaparici¨®n" del fondo de pensiones, el agujero ser¨ªa de 540.000 millones.
Los senadores republicanos son conscientes de ello, pero, como dijo el senador Jim DeMint: "El dinero de la seguridad social se ha convertido en un aut¨¦ntico fondo de reptiles secreto para el Congreso. Ya es hora de devolver a este proceso su honradez". Los senadores dicen que el Gobierno seguir¨¢ pudiendo recurrir a ese fondo durante tres a?os, pero que la titularidad del dinero, a trav¨¦s de los bonos del Tesoro, pasar¨ªa a los empleados, que "tendr¨ªan la sensaci¨®n de ser due?os de su pensi¨®n" o incluso podr¨ªan dejar esos bonos en herencia a sus descendientes en caso de fallecimiento.
Otro grupo de republicanos present¨® el mi¨¦rcoles una iniciativa similar en la C¨¢mara. Ninguno de los proyectos contempla los sacrificios que la Casa Blanca baraja: aumento de impuestos, recorte de ciertos beneficios o aumento de la edad de jubilaci¨®n.
Los dem¨®cratas -acusados de decir que no a todo sin dar alternativas- rechazaron la propuesta y aseguraron que ten¨ªa pocas diferencias con las cuentas personales privadas: "En un caso se crear¨ªan cuentas privadas directamente de la n¨®mina del trabajador, y en el otro se financiar¨ªan cuentas privadas a partir de la caja del sistema", se?al¨® Nancy Pelosi, l¨ªder de la minor¨ªa en la C¨¢mara.
La Casa Blanca no se pronunci¨® sobre los proyectos de ley, pero su portavoz, Scott McClellan, dijo: "Aunque Bush prefiere otras opciones, saluda a todos los que ponen ideas sobre la mesa".
Cualquier elemento que permita a los legisladores republicanos ponerse a trabajar ser¨¢ bienvenido por un presidente que se mueve entre las arenas movedizas de Irak, los planes atascados de pol¨ªtica nacional y unos extremadamente bajos ¨ªndices de popularidad.
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