Los sindicatos y el reto de erradicar la pobreza

En septiembre del 2000, en la ONU, 189 Jefes de Estado se comprometieron a reducir el hambre y la pobreza antes de 2015 y establecieron los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio para sacar de la pobreza a millones de personas.

Alcanzar esos objetivos en la fecha fijada, ser¨ªa un avance importante en la lucha contra la pobreza extrema, el hambre y la enfermedad pero debe producirse un cambio sustancial de las pol¨ªticas a escala internacional y nacional. Hace falta que los pa¨ªses ricos cumplan con los compromisos adquiridos, rindan cuentas a la ciudadan¨ªa y tomen medidas decisivas en el ¨¢mbito de la ayuda, de la reducci¨®n y condonaci¨®n de la deuda, en aranceles y comercio justos y apuesten por una cooperaci¨®n multilateral que impulse un desarrollo humano justo y sostenible de los pa¨ªses pobres, que deben ser corresponsables con su propio desarrollo.

En muchos pa¨ªses se transgreden los derechos laborales m¨¢s elementales

En v¨ªsperas de la cumbre del G-8, numerosas movilizaciones tendr¨¢n lugar en todo el mundo

Es inaceptable la brecha existente entre pa¨ªses ricos y pobres. Mientras 1.200 millones de personas viven con un d¨®lar o menos al d¨ªa, el 10 % m¨¢s rico de la poblaci¨®n mundial disfruta del 70% de la riqueza. Cincuenta y cuatro pa¨ªses son m¨¢s pobres que lo eran en 1990, pero las 100 mayores compa?¨ªas alcanzan unos ingresos anuales superiores al PIB de la mitad de los pa¨ªses del mundo.

En un mundo en el que existen recursos naturales, econ¨®micos, t¨¦cnicos y de conocimiento humano para asegurar el bienestar de toda la humanidad, es injustificable el aumento de las desigualdades, la persistencia de lacras como la pobreza extrema, el hambre o la muerte de millones de seres humanos por enfermedades f¨¢cilmente prevenibles y curables. Sin embargo, 10.000 personas mueren al d¨ªa por enfermedades producidas por el agua o por malas condiciones sanitarias y 1.300 millones de personas no tienen acceso a servicios sanitarios adecuados. Las metas planteadas en la Cumbre del milenio corren serio riesgo de ser incumplidas en los plazos marcados. Si no cambian las cosas 45 millones de ni?os y ni?as morir¨¢n de aqu¨ª a 2015 y 97 millones de menores seguir¨¢n sin escolarizar.

Los objetivos de desarrollo del Milenio son econ¨®mica y t¨¦cnicamente viables, s¨®lo exigen voluntad pol¨ªtica por parte de los gobiernos. Es inaceptable el incumplimiento sistem¨¢tico de los compromisos de instituciones internacionales y gobiernos que m¨¢s parecieran preocupados por operaciones de propaganda a costa de necesidades vitales. Al ritmo actual y sin cambiar las reglas del juego podr¨¢n pasar muchas d¨¦cadas para que la mayor¨ªa de los pa¨ªses pobres consigan superar su cruel situaci¨®n.

- Los sindicatos en el Llamamiento Mundial de Acci¨®n contra la Pobreza. El Llamamiento contra la Pobreza exige a los gobiernos el cumplimento de sus promesas de reducir a la mitad la pobreza y el hambre en el mundo antes de 2015 y conseguir que emprendan acciones decisivas en el a?o 2005 para hacerlo realidad. Establecer reglas comerciales justas, acabar con el peso de la deuda externa, conseguir m¨¢s y mejor ayuda en la cooperaci¨®n al desarrollo, promover el empleo digno y con derechos son los ejes fundamentales de la campa?a para erradicar la pobreza en el mundo, son los objetivos que la Confederaci¨®n Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL) demanda en su compromiso con el Llamamiento Mundial.

El movimiento sindical y muchas organizaciones de la sociedad civil estamos dispuestos a movilizarnos y ejercer presi¨®n sobre pol¨ªticos, gobiernos e Instituciones internacionales para exigirles el cumplimiento de sus promesas y solemnes compromisos de reducir la pobreza.

- El trabajo digno y con derechos en el Llamamiento. La participaci¨®n del movimiento sindical internacional, y de UGT y CC OO en el Llamamiento Mundial contra la pobreza, pretende que en 2005, el "empleo digno y con derechos" sea un eje de la campa?a para erradicar la pobreza en el mundo y poner fin a situaciones insoportables. En muchos pa¨ªses se transgreden los derechos laborales m¨¢s elementales y se violan los derechos sindicales. Doscientos cuarenta y cinco millones de ni?os y ni?as de 5 a 17 a?os se ven obligados a trabajar y 114 millones no van a la escuela. Mil millones de personas est¨¢n desempleadas, subempleadas o son pobres que trabajan en la econom¨ªa informal. El 60% son mujeres y perciben entre el 30% y el 60% menos de salario que los hombres.

La creaci¨®n de empleo, la extensi¨®n del trabajo digno y con derechos, eliminar la explotaci¨®n laboral de la infancia, servicios p¨²blicos que garanticen los derechos fundamentales, el respeto a los derechos laborales y sindicales son elementos decisivos para el movimiento sindical internacional en la lucha contra la pobreza y considera que, las pol¨ªticas para el crecimiento del empleo, con trabajos decentes, han de constituir un componente fuerte e integral de las estrategias nacionales para erradicar la pobreza y el hambre. De hecho, tal como subraya el Informe de la OIT "Superar la pobreza mediante el trabajo", unos ingresos adecuados proporcionan seguridad y dignidad, dimensiones igualmente esenciales para combatir la pobreza y conseguir un modo de vida sostenible.

- Globalizar los derechos y la solidaridad. El a?o 2005 nos ofrece tres ocasiones para reclamar, ante el G-8, la ONU y la OMC, con acciones concretas a los l¨ªderes mundiales que cumplan sus promesas. Parecer¨ªa ilusorio pensar que pueda conseguirse sin responder solidaria y adecuadamente a las demandas de la ciudadan¨ªa y del conjunto de las trabajadoras y los trabajadores en todo el mundo o sin reforzar la capacidad de interlocuci¨®n, negociaci¨®n y movilizaci¨®n del sindicalismo ante los gobiernos, empresas multinacionales e instancias multilaterales.

Con ocasi¨®n de la Primera revisi¨®n por parte de la Asamblea General de Naciones Unidas en septiembre, de los progresos en los Objetivos de Desarrollo del Milenio, el movimiento sindical instar¨¢ a los gobiernos a cumplir sus promesas de luchar contra la pobreza, inst¨¢ndoles a dar prioridad a la reducci¨®n y cancelaci¨®n de la deuda y el libre acceso a los mercados para los productos de los pa¨ªses en desarrollo; y ante la 6? Conferencia Ministerial de la Organizaci¨®n Mundial del Comercio el mes de diciembre el movimiento sindical internacional actuar¨¢ para contrarrestar la presi¨®n que se est¨¢ ejerciendo sobre las normas del empleo en los pa¨ªses en desarrollo e industrializados y por la reforma del comercio mundial.

Ante el reciente anuncio de la cancelaci¨®n de la deuda que hicieron los ministros de finanzas del G-8, el movimiento sindical internacional lo valor¨® como un paso significativo pero insuficiente, ya que los 18 pa¨ªses que se beneficiar¨ªan del plan representan menos de la tercera parte de los pa¨ªses de bajos ingresos para los cuales la deuda es insostenible. S¨®lo supondr¨ªa el alivio del 10% de la deuda de los pa¨ªses de bajos ingresos. As¨ª, Hait¨ª, el pa¨ªs m¨¢s pobre de Am¨¦rica no figura entre esos 18. Adem¨¢s, est¨¢n obligados al cumplimiento de programas de ajustes estructurales del FMI y BM que, en ocasiones, comportan privatizaciones y contradictoriamente dificultan la consecuci¨®n de los Objetivos de desarrollo del Milenio estipulados por Naciones Unidas.

En v¨ªsperas de la Cumbre del G-8, numerosas movilizaciones unitarias tendr¨¢n lugar en todo el mundo, y tambi¨¦n es Espa?a, del 26 de junio al 6 de julio, para exigir a los Gobiernos de los pa¨ªses m¨¢s ricos del mundo un cambio de sus pol¨ªticas y prioridades.

En nuestro pa¨ªs, la Alianza contra la Pobreza, constituida por numerosos colectivos, entre los que nos encontramos CC OO y UGT, ha decidido convocar, al igual que en otras ciudades del pa¨ªs, de forma unitaria una manifestaci¨®n contra la pobreza y para exigir el cumplimiento de los Objetivos del Milenio, el pr¨®ximo 26 de junio en Madrid.

Desde el movimiento sindical internacional y la Alianza contra la Pobreza, reclamamos a los pa¨ªses industrializados que hagan extensiva la cancelaci¨®n total de la deuda a los 62 pa¨ªses m¨¢s pobres del mundo; y mejoren la calidad y la cantidad de la ayuda a los pa¨ªses pobres, reforzando la coherencia de sus pol¨ªticas de desarrollo particularmente en lo referente a las pol¨ªticas comerciales y fiscales.

Adem¨¢s, el alivio de la deuda deber¨ªa ir acompa?ado de nuevos mecanismos para aumentar las corrientes de capital hacia los pa¨ªses en desarrollo, por ejemplo, a trav¨¦s de impuestos internacionales como la tasa Tobin.

La implicaci¨®n sindical en la campa?a y en el llamamiento mundial contra la pobreza debe permitirnos hacer comprender que la movilizaci¨®n, por un desarrollo sostenible y la lucha de los trabajadores y las trabajadoras por un reparto m¨¢s justo de la riqueza son manifestaciones concretas de la lucha por otro modelo de desarrollo, imprimiendo as¨ª una propuesta global a las reivindicaciones sindicales m¨¢s locales en t¨¦rminos de m¨¢s empleo de calidad, reducci¨®n de la temporalidad, acabar con la precariedad, por la defensa de los servicios p¨²blicos y las prestaciones sociales.

Reducir la brecha entre los pa¨ªses pobres y los pa¨ªses ricos y conseguir un mejor reparto de los frutos del crecimiento mundial, mejorar la coherencia de las pol¨ªticas y del sistema de cooperaci¨®n internacional requiere cambiar el rumbo y modelo de globalizaci¨®n para establecer uno nuevo que regido por valores universales compartidos posibilite el acceso generalizado de oportunidades, en el que el crecimiento econ¨®mico corra parejo con la equidad social y de g¨¦nero, el respeto a la diversidad, la articulaci¨®n democr¨¢tica de la sociedad y la sostenibilidad medioambiental.

Jos¨¦ Mar¨ªa Fidalgo es secretario general de CC OO y C¨¢ndido M¨¦ndez es secretario general de UGT.