El MoMA descubre la relaci¨®n personal y pict¨®rica entre C¨¦zanne y Pissarro

"Eran amigos, pero tambi¨¦n eran enemigos". Esta frase, con la que la intelectual Gertrude Stein defini¨® la relaci¨®n entre Matisse y Picasso, tambi¨¦n podr¨ªa valer, con los apropiados matices, para definir la relaci¨®n entre Paul C¨¦zanne (1830-1903) y Camille Pissarro (1839-1906), dos artistas franceses que contribuyeron a romper radicalmente con la tradici¨®n cl¨¢sica y a cuya influencia rec¨ªproca el Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York les dedica desde hoy y hasta el 12 de septiembre la exposici¨®n Pioneros de la pintura moderna: C¨¦zanne y Pissarro. 1865-1885.

A trav¨¦s de 85 paisajes, retratos y bodegones organizados de forma cronol¨®gica, la exposici¨®n trata de documentar la intensa relaci¨®n art¨ªstica que Pissarro y C¨¦zanne mantuvieron a lo largo de dos d¨¦cadas. En ese periodo no s¨®lo trabajaron juntos de forma intermitente en los pueblos de Pontoise y Auvers, sino que incluso pintaron los mismos paisajes y motivos, que ahora se muestran por primera vez dentro de ese contexto.

"Se pueden ver afinidades entre muchos de esos trabajos. Pero claro, ?qu¨¦ se pod¨ªa esperar? ?Est¨¢bamos siempre juntos! No obstante, lo realmente esencial es que cada uno conserv¨® lo que realmente importa: las sensaciones propias", escribi¨® Pissarro a?os despu¨¦s de que ¨¦l y C¨¦zanne separaran sus trayectorias.

Al igual que en la muestra que el MoMA organiz¨® hace dos a?os en torno a los v¨ªnculos pict¨®ricos entre Matisse y Picasso, esta exposici¨®n arroja una nueva luz sobre las carreras de C¨¦zanne y Pissarro, dos artistas a los que uni¨® su b¨²squeda de un lenguaje est¨¦tico alejado de las convenciones de la ¨¦poca y que tras 20 a?os de di¨¢logo continuo, decidieron seguir caminos diferentes. Para Pissarro, esa b¨²squeda se concret¨® en el neoimpresionismo, abrazado abiertamente en 1885, y para C¨¦zanne en composiciones como El ba?ista, un cuadro pintado ese mismo a?o considerado pionero en la historia del arte moderno.

"Esta exposici¨®n empuja hacia atr¨¢s las fechas oficiales del modernismo e invita al espectador a observar la conexi¨®n entre las carreras de dos artistas que se apoyaron, se enriquecieron, se influenciaron y se criticaron rec¨ªprocamente a lo largo de toda su vida. Su principal ambici¨®n era reinventar el mundo del arte, sabotear el sistema oficial y desarrollar nuevas t¨¦cnicas pict¨®ricas. Sus obras sentaron las bases para el desarrollo posterior del arte, pero su experimentaci¨®n conjunta nunca hab¨ªa sido objeto de una muestra. Muchos de estos cuadros jam¨¢s se hab¨ªan exhibido en p¨²blico juntos, por lo que se trata de una oportunidad ¨²nica para observar ese proceso a trav¨¦s de los ojos de sus protagonistas", explic¨® a este diario Joaquim Pissarro, comisario de la exposici¨®n y bisnieto de Camille Pissarro.

Cuando se conocieron en Par¨ªs en 1861, C¨¦zanne y Pissarro se sent¨ªan completamente ajenos al mundo parisiense del arte. Ambos ten¨ªan posiciones pol¨ªticas extremas, cercanas al anarquismo, que inevitablemente tambi¨¦n alimentaron su rebeld¨ªa art¨ªstica. Pissarro ped¨ªa a gritos que se quemara el Museo del Louvre y C¨¦zanne alardeaba de haber provocado la ira en el jurado del Sal¨®n de Par¨ªs de 1863, que rechaz¨® tanto sus obras como las de su amigo. Los dos participaron en el Sal¨®n de los Rechazados, una muestra que Napole¨®n III organiz¨® para re¨ªrse de la cantidad de artistas que aquel a?o hab¨ªan sido ninguneados por el jurado oficial de la Academia Francesa de las Artes y que, sin embargo, funcion¨® de catalizador para que pintores como Renoir, Monet o Degas decidieran sabotear el sistema oficial y organizaran en 1874 el Primer Sal¨®n de los Impresionistas.

Es un momento de efervescencia creativa y experimentaci¨®n constante en el que Pissarro y C¨¦zanne entablan un di¨¢logo a trav¨¦s de la investigaci¨®n de los paisajes de Pontoise, el pueblo en el que viv¨ªa el primero. C¨¦zanne, 10 a?os m¨¢s joven que Pissarro, se vuelve m¨¢s sensible a los elementos de la naturaleza, mientras que las obras de ¨¦ste comienzan a impregnarse del experimentalismo t¨¦cnico de C¨¦zanne.

Aunque las similitudes son evidentes, ambos mantienen sus propios estilos, como demuestran dos obras del mismo nombre, Orchard, C?te Saint-Denis, at Pontoise, realizadas en 1877, expuestas por primera vez en el III Sal¨®n de los Impresionistas y que ahora pueden verse en el MoMA.

Ambos contin¨²an desafi¨¢ndose a lo largo de la d¨¦cada de los setenta, pero su relaci¨®n comienza a deteriorarse en 1881, cuando C¨¦zanne afirma p¨²blicamente: "Si Pissarro hubiera seguido pintando como lo hac¨ªa en 1870, hubiera sido el mejor de todos nosotros". Un siglo despu¨¦s, los te¨®ricos del arte no hacen diferenciaciones cualitativas y ambos comparten en el museo la sala de los grandes maestros del arte moderno.