Un 'ultra' entierra el reformismo en Ir¨¢n
Ahmadineyad reclama una "sociedad isl¨¢mica ejemplar" tras derrotar al ex presidente Rafsanyani
"Un buen hombre", asegur¨® el camarero levantando el pulgar en gesto de triunfo. Los votantes del ex alcalde de Teher¨¢n Mahmud Ahmadineyad, de 49 a?os, celebraban ayer de forma contenida la aplastante victoria, con el 62% de los votos, del candidato ultraconservador, que pone fin al periodo de reformas en Ir¨¢n. Incluso los m¨¢s j¨®venes, disciplinados, siguieron las indicaciones de moderaci¨®n para evitar incidentes con los partidarios del derrotado Al¨ª Akbar Hashem¨ª Rafsanyani, que no lleg¨® al 36% de los sufragios. S¨®lo unos pocos tocaron las bocinas de sus veh¨ªculos.
Entre los reformistas, el estado de ¨¢nimo variaba entre la resignaci¨®n y el p¨¢nico. "?Puedes creerlo? ?Qu¨¦ va a ser de nosotros? Nunca vamos a dejar de ser los parias del mundo", se lamentaba Shayesteh, secretaria empleada en una empresa occidental. Como todos sus amigos, ella, que se abstuvo de votar en la primera vuelta, desencantada de la capacidad de reforma del r¨¦gimen, deposit¨® el viernes su papeleta a favor de Rafsanyani "para frenar a los derechistas".
El ex presidente Rafsanyani fracas¨® en su intento de movilizar al electorado contra Ahmadineyad. La diferencia de votos (10 millones frente a 17) descarta un impacto significativo de las irregularidades denunciadas la v¨ªspera.
Aunque la participaci¨®n de m¨¢s del 50% resulta aceptable, fue menor que la del 62,66% registrada el d¨ªa 17, en la primera vuelta. "La culpa es de los llamados intelectuales", se quejaba Al¨ª, un funcionario de nivel medio alineado con la causa reformista. "A la primera dificultad se han salido del juego y nos han dejado en la estacada", explicaba en referencia a los llamamientos a la abstenci¨®n. Sin embargo, algunos de los que apoyaron esa postura se mostraban satisfechos del resultado.
"A ver si con este ultra se acelera la ca¨ªda del r¨¦gimen y vemos un cambio pol¨ªtico de verdad", declaraba Akbar con un punto de amargura. Este universitario se ha convencido de que los reformistas no pueden hacer nada. "Porque aqu¨ª los que mandan son siempre los mismos", sostiene. Pero otros temen que el nuevo Gobierno conservador d¨¦ pie para el ronroneado ataque estadounidense. "Nos esperan d¨ªas dif¨ªciles", escrib¨ªa Behi en su diario de Internet.
Sabedor de la polarizaci¨®n que han generado estos comicios, el presidente electo tendi¨® una mano a todos en sus primeras declaraciones p¨²blicas. "Hoy es un d¨ªa en el que tenemos que olvidar todas nuestras rivalidades y convertirlas en amistad. Somos un pa¨ªs y una gran familia. Debemos ayudarnos unos a otros a hacer una gran naci¨®n. Nuestro objetivo es crear una sociedad isl¨¢mica ejemplar, avanzada y poderosa", manifest¨® el tercer presidente laico desde la revoluci¨®n isl¨¢mica de 1979.
Pero sus buenas palabras no parecen suficientes para contener el temor que ha despertado su elecci¨®n entre las ¨¦lites econ¨®micas e intelectuales, y que comparten buena parte de las canciller¨ªas occidentales. Por m¨¢s que en los ¨²ltimos d¨ªas se barajara la posibilidad de que el alcalde de Teher¨¢n fuera catapultado a la presidencia del Gobierno, ni la burgues¨ªa local, ni los diplom¨¢ticos extranjeros, quer¨ªan cre¨¦rselo.
"Lo peor es la incertidumbre", coincid¨ªan en se?alar tanto un directivo de una multinacional europea como un alto funcionario iran¨ª partidario de Rafsanyani. Ninguno de los dos era capaz de predecir qu¨¦ direcci¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica va a tomar el nuevo presidente m¨¢s all¨¢ de la ret¨®rica. "Tendremos que esperar a ver de qu¨¦ equipo se rodea; si forma un Gobierno incluyente no habr¨¢ motivo para preocuparse, y deber¨ªamos colaborar con ¨¦l", explicaba el responsable iran¨ª en un esfuerzo por mantener la unidad del r¨¦gimen.
"La gente llevaba ocho a?os pidiendo cambio y ahora han cre¨ªdo que Ahmadineyad puede tra¨¦rselo", analizaba el alto funcionario tratando de no mostrar excesiva preocupaci¨®n. "Si su proyecto tiene ¨¦xito, saldremos adelante. El problema es si no lo tiene; entonces, ?cu¨¢l ser¨¢ la alternativa?", se preguntaba.
"Se anuncia tan mal que luego estoy convencido de que se acabar¨¢ moderando", analizaba un embajador europeo intentando poner un poco de equilibrio ante la avalancha de visiones catastrofistas. "Est¨¢ claro que el mensaje anticorrupci¨®n ha calado, mientras que Rafsanyani parece producir rechazo en mucha gente", resum¨ªa.
"No hay motivo para inquietarse", hab¨ªa advertido con anterioridad el presidente saliente, Mohamed Jatam¨ª, dando a entender que las decisiones estrat¨¦gicas se toman "al m¨¢s alto nivel". Es un hecho que el verdadero poder no reside en el jefe del Gobierno sino en el l¨ªder supremo, un cargo no electo y vitalicio que desde la muerte del imam Jomeini recae en el ayatol¨¢ Al¨ª Jamenei.
La denuncia que Rafsanyani hizo anoche de las condiciones de su derrota revelan la enorme brecha que se ha abierto en la sociedad iran¨ª entre dos concepciones distintas de entender el pa¨ªs y su futuro.
En una carta a los iran¨ªes, reproducida por la agencia estudiantil ISNA, el ex presidente derrotado acusa al presidente electo "de haber estado dispuesto a debilitar la revoluci¨®n para vencer" y de haber gastado dinero p¨²blico para denigrarle a ¨¦l y a su familia. Rafsanyani precisa, no obstante, que declina acudir a los tribunales.
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