Hoy con mam¨¢, ma?ana con pap¨¢
La custodia compartida de los hijos centra el debate sobre la reforma de la ley del divorcio
El cr¨ªo ten¨ªa s¨®lo dos a?os y medio cuando sus padres se separaron. "Era muy peque?o y decidimos que, en vez de residir con uno y visitar de vez en cuando al otro, viviera con ambos", dice la madre, una arquitecta de 42 a?os. "Empez¨® viviendo seis meses con su padre y los otros seis conmigo. Pero como nos echaba mucho de menos a cada uno cuando estaba con el otro, ahora est¨¢ una semana con cada uno", explica la madre. El ni?o repite juguetes, cepillo de dientes y peluches en sus dos casas, pero se ha hecho enseguida a esta rutina. "Este acuerdo ha sido posible porque la relaci¨®n entre mi ex marido y yo no es mala y porque vivimos en el mismo barrio madrile?o. Al separarnos, yo cog¨ª un piso cerca; ¨¦l, que tambi¨¦n es arquitecto, se qued¨® con la casa original, y el cr¨ªo sigue en su mismo colegio y en el entorno de siempre", agrega la madre.
"Como nos echaba mucho de menos, ahora est¨¢ una semana con cada uno", dice la madre
"Debemos evitar la atribuci¨®n autom¨¢tica de la casa a quien tiene la custodia", dice un juez
Han pasado ya tres a?os de este acuerdo te¨®ricamente mod¨¦lico. Posiblemente fuera ¨¦sta la foto-fija que ten¨ªa en la cabeza el legislador cuando abog¨® por la figura de la custodia compartida. Sin embargo, no todas las parejas est¨¢n capacitadas para lograr este entendimiento despu¨¦s del apocalipsis que sucede a la ruptura. "Cuando le expusimos nuestro plan al abogado, hace un a?o, nos dijo que esper¨¢semos a que se aprobase la reforma del divorcio, ya que est¨¢bamos m¨¢s en consonancia con la nueva ley que con la antigua", contin¨²a la arquitecta madrile?a. "Nos dijo que hasta ahora no se conced¨ªan muchas custodias compartidas y que hab¨ªa jueces remisos a darla. Nos aconsej¨®, sin embargo, que hici¨¦ramos un informe psicol¨®gico del ni?o para presentarlo al juez. Lo hemos llevado al psic¨®logo y el ni?o est¨¢ feliz, lleva as¨ª la mitad de su vida y de hecho est¨¢ con los dos", relata la madre.
Ciertamente, la custodia compartida ha sido hasta ahora una opci¨®n minoritaria. En 2002, s¨®lo el 2% de los c¨®nyuges que suscribieron un convenio regulador opt¨® por esta f¨®rmula, seg¨²n un estudio que la letrada Mar¨ªa Jos¨¦ Varela present¨® al XVII congreso estatal de mujeres abogadas. En el 93% de estos convenios se acord¨® que la custodia la ejerza la madre, y el padre s¨®lo la pidi¨® en el 5% de los casos. En las rupturas sin acuerdo, la custodia compartida descendi¨® a¨²n m¨¢s: s¨®lo fue solicitada por el 1% de las parejas. Pero el porcentaje de padres que pidi¨® la guarda de los hijos subi¨® al 22%.
Ahora se abre paso una nueva filosof¨ªa. Si la ley de 1981 puso el acento en poner orden en los afectos y en las segundas parejas constituidas cuando el divorcio estaba proscrito, la de 2005 fija la mirada en la custodia de los hijos. Veinticinco a?os despu¨¦s, al cumplirse sus bodas de plata, la ley del divorcio inicia una transformaci¨®n.
"Nosotros hemos encontrado ya el modelo", afirma la arquitecta madrile?a. Muy distintas son las situaciones en las que s¨®lo uno de los c¨®nyuges pide la custodia compartida. En algunos casos, como defienden algunos grupos de padres, el objetivo es estar m¨¢s con los hijos, aunque no siempre compartieran su cuidado con la madre cuando todos viv¨ªan juntos.
En otras parejas, sin embargo, la petici¨®n de custodia unilateral proyecta m¨¢s sombras que luces: "Nos estamos separando de forma discreta, porque ¨¦l tiene una patolog¨ªa y se vuelve a veces violento, y ahora pide la custodia compartida", dice una joven madre de dos hijos que, tras haber luchado por alejar a los ni?os del anterior entorno dom¨¦stico, se enfrenta ante lo que considera una descabellada osad¨ªa de su ex c¨®nyuge. "Ha aceptado que es nocivo que sigamos juntos, pero ahora se descuelga con la custodia compartida. Preveo una batalla legal", dice la ex esposa.
La puesta en vigor de la nueva ley, despu¨¦s de su definitivo paso por el Congreso, cambiar¨¢ algunas de las reglas de juego de las rupturas. Pero "los a?adidos que se han ido sumando a la redacci¨®n final no van a alterar algo esencial: el juez dar¨¢ la custodia compartida cuando vea que se puede desarrollar", afirma el magistrado Jos¨¦ Luis Utrera Guti¨¦rrez, titular del Juzgado n¨²mero 5 de M¨¢laga. "Tiene que ser el final de un buen divorcio y no el principio de una nueva batalla. Si la relaci¨®n de los padres es conflictiva, la custodia compartida lo ¨²nico que hace es duplicar las discrepancias", a?ade. El juez est¨¢ de acuerdo, sin embargo, en que en muchas de las peleas por los hijos subyace la lucha por la hipoteca. Utrera piensa que la idea de que los ni?os llevan la casa debajo del brazo ha hecho fortuna y es paralizante. "Los abogados de Familia ya hemos pedido que se modifique el C¨®digo Civil para evitar que haya una atribuci¨®n autom¨¢tica de la casa a quien se queda con la custodia. Hay que flexibilizar este asunto, y cuando la casa sea suntuaria, o amplia, como un chal¨¦, arbitrar que pueda venderse para comprar dos viviendas m¨¢s peque?as", opina.
Como se trata de una figura tan nueva como delicada, el magistrado Utrera est¨¢ convencido de que no van a proliferar las custodias compartidas. "Se est¨¢ creando un falso debate", afirma. Existe ya una cultura del divorcio y las cosas se mueven por inercia. Pero ahora se inicia una nueva direcci¨®n.
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