Adri¨¤ y Buenafuente, 'superstars'
El Periodismo Croqueta es una especialidad en alza que, en contra de lo que pueda parecer a primera vista, requiere de una gran profesionalidad por parte del cronista que se arriesga a practicarlo. R¨ªanse ustedes del Periodismo de Investigaci¨®n, del Nuevo Periodismo y de otras zarandajas. Aunque, incomprensiblemente, esta pr¨¢ctica no se ense?e en las facultades de Periodismo, siempre m¨¢s pendientes de la teor¨ªa que de la pr¨¢ctica, el periodista dedicado a estos laboriosos menesteres tiene que saber moverse con agilidad para cazar al vuelo una croqueta, una copa, un canap¨¦ o, ?por qu¨¦ no?, incluso una noticia. Son gajes del oficio resumidos en un viejo dicho que se?ala que ser periodista es muy duro, ya que hay que comer mucho caviar para poder llevar a casa unas tristes lentejas a fin de mes. ?Qu¨¦ le vamos a hacer? La vida es as¨ª.
Ser periodista es muy duro, hay que comer mucho caviar para poder llevar a casa unas tristes lentejas a fin de mes, dice un viejo dicho
El pasado lunes, sin ir m¨¢s lejos, fue especialmente propicio para este tipo de periodismo. A mediod¨ªa, en el restaurante Cinc Sentits, en la calle de Aribau de Barcelona, se celebr¨® una comida de presentaci¨®n de unas Jornadas Gastron¨®micas de la Cerveza; y por la noche hubo fiesta de lanzamiento de una bebida llamada Passion me, mezcla de caf¨¦ y de zumo de fruta de la pasi¨®n, patrocinado por Lavazza y firmado por Ferran Adri¨¤. Empecemos por el segundo evento. Escenario: el restaurante Agua, junto a la playa de la Villa Ol¨ªmpica. Oficiantes: Ferran Adri¨¤ y Andreu Buenafuente, dos cracks medi¨¢ticos. P¨²blico: un selecto grupo de la Barcelona fashion, con unos cuantos periodistas infiltrados. El acto fue divertido y alimenticio, las croquetas del grupo Tragaluz, muy buenas, y el vino y el cava mantuvieron el nivel. Alg¨²n despistado, eso s¨ª, no acababa de comprender qu¨¦ hac¨ªan Buenafuente y Adri¨¤ agitando sendas cocteleras en plan Tom Cruise detr¨¢s de una barra. Adri¨¤, con un resuelto ritmo caribe?o; Buenafuente, la verdad, con un ritmo m¨¢s bien mesetario.
"Estamos aqu¨ª porque hemos decidido montar un bar juntos", minti¨® riendo Adri¨¤, que daba la impresi¨®n de estar pas¨¢ndoselo en grande. Buenafuente, un poco m¨¢s serio, aunque no mucho, aclar¨® las circunstancias del evento con un mon¨®logo ad hoc: "Cuando me propusieron ir a una playa de Barcelona para hacer algo refrescante que ten¨ªa que agitar yo s¨®lo, me dije: 'Esto es lo m¨ªo, que por algo soy soltero' [risas]. Despu¨¦s la cosa se complic¨® cuando me dijeron que tendr¨ªa a Ferran detr¨¢s [m¨¢s risas]. No, no me entend¨¢is mal. Yo a Ferran lo admiro y creo que ha creado algo muy divertido, sobre todo teniendo en cuenta que soy adicto al caf¨¦ y que el caf¨¦ con hielo, en verano, se acaba haciendo aburrido".
"Los de Lavazza me pidieron que pensara algo con caf¨¦", puntualiz¨® Adri¨¤, "y primero, hace ya unos a?os, hice el Espesso, un caf¨¦ que se come. Ahora me he inventado el Passion me: para tomar caf¨¦ en unas horas en que no suele tomarse caf¨¦. Creo que el resultado es refrescante, y m¨¢s teniendo en cuenta que hay pocos tragos de noche sin alcohol. Adem¨¢s, es energ¨¦tico y sigue mi l¨ªnea de pensar que puede hacerse calidad para mucha gente sin bajar el nivel".
Al final, lo t¨ªpico: colas de gente para hablar con Buenafuente de su experiencia en Antena 3, y m¨¢s colas para pedirle a Adri¨¤ lo m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa: una mesa en El Bulli. Buenafuente comentaba que acaba temporada el jueves y que a¨²n no ha firmado para el pr¨®ximo a?o, y Adri¨¤ se sacaba de encima la avalancha de solicitudes diciendo que ¨¦l no manda en el asunto de las reservas y que llamen a El Bulli. Es lo que pasa por dirigir un restaurante de ¨¦xito mundial en el que s¨®lo caben unos 8.000 afortunados cada temporada. "Qu¨¦ le vamos a hacer, El Bulli y yo, somos as¨ª, se?ora", parec¨ªa excusarse Adri¨¤ con sonrisa de ni?o malo.
La fiesta, por cierto, acab¨® bien, con buena m¨²sica, croquetas abundantes, buena bebida, buen jam¨®n, la playa a un paso y la sensaci¨®n dominante de que vivir en Barcelona es a veces un aut¨¦ntico lujo.
- Cerveza y gastronom¨ªa. El segundo evento del d¨ªa deber¨ªa de hecho ser el primero, ya que sucedi¨® antes en el tiempo, pero, como dir¨ªa Einstein, en el Periodismo Croqueta todo es relativo. As¨ª pues, retrocedamos en el tiempo y situ¨¦monos. Escenario: Cinc Sentits, restaurante revelaci¨®n del ¨²ltimo curso. Oficiante: Jos¨¦ Carlos Capel. P¨²blico: un grupo de periodistas y gastr¨®nomos, esta vez sentados en una larga mesa, lo que facilita sin duda el trabajo y la digesti¨®n. Capel, que de comer y beber sabe un rato, lo dijo claro de entrada: por mucho que nos empe?emos, hay comidas que no van bien con el vino (maridaje es la palabra clave), y en estos casos la cerveza puede ser una buena alternativa. Jordi Artal, un cocinero de nombre catal¨¢n, pero nacido y formado en Canad¨¢, explic¨® con acento ingl¨¦s que hab¨ªa preparado un men¨² especial para degustar con cerveza. El resultado fue un buen ¨¢gape, con cervezas de distintas clases y platos estelares como el tartare de salm¨®n con helado de mostaza de Dijon. Y, c¨®mo no, un buen maridaje entre cerveza y comida, que de eso se trataba.
Y eso es todo, amigos, aunque quiz¨¢ habr¨ªa que a?adir a esta cr¨®nica un tercer acto, ¨¦ste de car¨¢cter m¨¢s ¨ªntimo, que podr¨ªa visualizarse con este enviado especial regresando a casa derrotado, pero satisfecho del deber cumplido, y tom¨¢ndose un Alka Seltzer mientras pensaba c¨®mo diablos iba a redactar esta cr¨®nica. Es lo que tiene el Periodismo Croqueta, que siempre tiene algo de desaf¨ªo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.