"El euro va a depender del crecimiento de la eurozona"
(1) La cotizaci¨®n del euro, o de cualquier divisa, depende a muy corto plazo de las expectativas de sus tipos reales de inter¨¦s respecto de los del d¨®lar, que es la moneda dominante ya que los tipos de cambio tienden a compensar los diferenciales de tipos de inter¨¦s. En este momento, los tipos reales en Estados Unidos son m¨¢s elevados que los de la eurozona y sus expectativas muestran que van a continuar siendo m¨¢s elevados, lo que hace que a muy corto plazo las inversiones en d¨®lares puedan ser m¨¢s rentables que en euros.
A medio plazo, el valor del euro va a depender del crecimiento real relativo de la eurozona respecto del de Estados Unidos, ya que la moneda del pa¨ªs que crece relativamente m¨¢s r¨¢pido tiende a apreciarse respecto de las de los pa¨ªses con monedas competidoras puesto que los tipos de cambio tienden a compensar los diferenciales de crecimiento. Las perspectivas de crecimiento de la eurozona en los pr¨®ximos a?os son m¨¢s d¨¦biles que las de Estados Unidos, por lo que a medio plazo el d¨®lar deber¨ªa de apreciarse respecto del euro.
A largo plazo, el valor relativo del euro respecto del d¨®lar va a depender fundamentalmente de los diferenciales de inflaci¨®n entre la eurozona y Estados Unidos, ya que a largo plazo se suele cumplir la teor¨ªa de las paridades de poder de compra y los tipos de cambio tienden a compensar los diferenciales de inflaci¨®n. Dado que los diferenciales entre ambos pa¨ªses son m¨ªnimos su efecto va a ser menor.
Ahora bien, existe un factor adicional que hay que tener en cuenta y es que el desequilibrio fiscal y especialmente externo por cuenta corriente de Estados Unidos es mucho mayor que el de la eurozona, lo que puede tener todav¨ªa efectos negativos a corto plazo sobre el d¨®lar a menos que se empiece a mostrar una mejora sustancial, cosa que no ha ocurrido por ahora a pesar de la importante depreciaci¨®n del d¨®lar respecto del euro y otras monedas.
(2) Los efectos directos de los precios del petr¨®leo negativos sobre la inflaci¨®n y la actividad han sido menores de los normales gracias a la apreciaci¨®n del euro respecto al d¨®lar, moneda en la que est¨¢ denominado el precio del petr¨®leo. Por lo tanto, aunque la depreciaci¨®n actual no es importante una mayor y continuada depreciaci¨®n del euro frente al d¨®lar podr¨ªa permitir efectos directos mayores del elevado precio del petr¨®leo sobre la inflaci¨®n, lo que podr¨ªa generar una segunda ronda efectos a trav¨¦s del aumento de los precios y salarios contratados ante unas mayores expectativas inflacionistas. Sin embargo, la credibilidad del Banco Central Europeo es muy elevada y puede hacer que esta segunda ronda de efectos sea menor.
(3) Ya lo han hecho y ya est¨¢n absorbidas en su precio actual. Se trata de un efecto por una sola vez y que espero que no se repita.
(4) Depende de lo que se entienda por riesgos. Ni la moneda ¨²nica ni la Uni¨®n Econ¨®mica y Monetaria (UEM) est¨¢n en peligro. Ahora bien, tras los referenda celebrados en Francia y en los Pa¨ªses Bajos, se va a retrasar el proceso de integraci¨®n y de reformas estructurales, lo que es muy negativo cuando se ha avanzado tan poco desde la Cumbre de Lisboa en 2000. Existe una considerable falta de liderazgo pol¨ªtico y, al mismo tiempo, una cierta percepci¨®n por parte de una parte de la poblaci¨®n de temor de la mayor competencia derivada de la ampliaci¨®n y de la globalizaci¨®n y de un cierto rechazo de la inmigraci¨®n, lo que puede ser negativo para proseguir las reformas y profundizar en el mercado ¨²nico.
(5) Los problemas de la eurozona, tanto de bajo crecimiento como de falta de confianza suficiente por parte de los consumidores e inversores, no son monetarios. Llevamos m¨¢s de dos a?os con tipos de inter¨¦s reales negativos y con una pol¨ªtica fiscal mayoritariamente expansiva, que deber¨ªa de haber incentivado la demanda agregada de consumo y de inversi¨®n, pero no ha sido as¨ª. Hay problemas culturales, institucionales, hist¨®ricos y sociales de fondo que requieren un proceso lento de concienciaci¨®n primero, de explicaci¨®n despu¨¦s y finalmente de cambio, que llevan tiempo y m¨¢s todav¨ªa si la voluntad pol¨ªtica o el liderazgo son d¨¦biles. Aun as¨ª, si la tendencia de baja actividad y falta de confianza contin¨²a, el BCE podr¨ªa dar una se?al de ayuda bajando tipos pero con muy poca convicci¨®n de que va a servir de algo.
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