Bodas para todos
Familias heterosexuales arropan en una marcha festiva a gays y lesbianas y a novios y novias con vestidos irreverentes
Dolores Fern¨¢ndez levant¨® la vista y le dijo a un maromo con dos globos en el lugar de los pechos:
-Yo te acepto, hijo.
-Yo tambi¨¦n le acepto a usted se?ora, le respondi¨® ¨¦sta con voz meliflua bajo su peluc¨®n de rasta, tir¨¢ndose de la malla.
Para Dolores, con su batita y su corta estatura, se trataba de su primera manifestaci¨®n del Orgullo a sus 76 a?os. Vive en Cartagena.
-No le digas el nombre, mam¨¢, que luego no te dejan entrar en la iglesia, le advirti¨® su hija Cristina, agarrada del brazo de Andrea, la nieta de 10 a?os de Dolores.
-?Que a m¨ª no me van a dejar entrar?, vamos anda.
-Todo el mundo puede hacer lo que quiera, -dec¨ªa Andrea como sabi¨¦ndose la lecci¨®n.
Esquina de la calle de Serrano con Alcal¨¢. 19.30. Tres generaciones de mujeres se agolpan frente a la carroza del Partido Socialista que se abre paso a aplauso limpio. A su lado, un hombre barbudo lleva a su ni?o a la espalda. Su mujer est¨¢ intentando localizar a unos amigos gritando por el m¨®vil. Todos est¨¢n aqu¨ª dicen, "porque con la que est¨¢ cayendo, hay que apoyar los nuevos derechos".
A su lado tres caras que denotan ser de la misma familia. Se trata de Beatriz, 47 a?os y sus hijos, Carlos y Luc¨ªa. "Estamos aqu¨ª porque la familia tradicional sali¨® a la calle. Y nosotros somos tan familia como ellos. Yo estoy felizmente divorciada". Beatriz trabaja en el sindicato UGT. Su hijo lleva melena y camiseta negra: "Yo estoy de acuerdo con que cada uno tenga el derecho a poder equivocarse ?no?".
Si polos, colores crudos y pasquines rojigualdas te?¨ªan el paisaje de la manifestaci¨®n del 18 de julio, la de ayer pod¨ªa haber puntuado alto si se tratase de una demostraci¨®n de gafas de sol de ¨²ltimo modelo. Camisetas de tirantes o de lemas tipo "En Madrid se peca masivamente, Rouco 2005". Y banderas arco iris en todos sus tama?os. Y tambi¨¦n, pancartas que no olvidan: "Mis padres son cat¨®licos, no alcoh¨®licos" o "Amarse entre iguales no es tan distinto". Y tambi¨¦n, esta ser¨ªa la manifestaci¨®n de los mejores torsos del a?o. Por ejemplo los de Gunter y Alfonso: de la mano, exhibiendo unos abdominales de portada de revista y ambos con pantal¨®n y botas de montar, la fusta asomando en una de ellas. "Pues s¨ª, porque vamos a cabalgar cada fin de semana, llevamos ya seis a?os juntos".
Tambi¨¦n ganar¨ªa esta marcha en un censo imaginario de m¨¢quinas de fotografiar. Las carrozas que atronan con m¨²sica house son un punto estrat¨¦gico: osos (gays peludos), cachas, mucha piel derriti¨¦ndose al sol de media tarde y gafas, muchas gafas de sol. Los retratistas se avisan: ?Alaska, Alaska? ah¨ª llega, bajo una sombrilla abrazada a un travesti. Este fue el a?o de los heterosexuales que se estrenaban y de los novios y de las novias, versi¨®n irreverente: un tipo con botas militares, tocado de tul y collar de pinchos; una exquisita se?ora de aire brit¨¢nico llamado Pako, que no cumple los 60 y que mira arrobada a su novio: un chaval con chistera, tacones y falda escocesa. ?Os vais a casar? "Bueno", contesta Pako, "en realidad es mi sobrino".
El Papa Benedicta
Alberto ha escogido el nombre de Benedicta para su papado. Lleva plataformas, mitra y bast¨®n. En realidad trabaja en una cafeter¨ªa. Le acompa?a una monja enlutada que, colgado del h¨¢bito, luce la foto de la familia: dos hombres, dos mujeres, la versi¨®n novios de los artistas Pierre et Guilles. Bajo su velo la misteriosa hermana dice con voz masculina: "Todo debe evolucionar, si evolucionase la Iglesia tendr¨ªa m¨¢s adeptos".
Enfrente, Lorena est¨¢ radiante. Tiene 15 a?os y tambi¨¦n es su primer Orgullo. Camiseta negra y un pin: "Acu¨¦state y suda". No es lesbiana. Su colega Luis, de 19, tambi¨¦n del sur de Madrid como ella, tampoco es gay y dice: "Tengo un primo homosexual que es un crack, le adoro". Y salieron corriendo en busca de m¨¢s amigos.
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