Tercera corona para Federer

No hay nada que hacer. Cuando Roger Federer juega bien, no hay manera de ganarle. Y menos en Wimbledon. A lo largo del a?o ha perdido tres partidos -ante Marat Safin, Richard Gasquet y Rafael Nadal-, pero en la hierba lleva 36 victorias consecutivas, que le han permitido ganar tres veces seguidas en Halle y Wimbledon. Su ¨²ltimo triunfo en la catedral se produjo ayer frente a un desesperado Andy Roddick, que no encontr¨® la forma no ya de ganarle, sino de crearle problemas.

Federer se impuso en tres mangas y precis¨® menos de dos horas para culminar su obra de arte. Porque eso fue exactamente lo que realiz¨® en la pista. Los expertos hab¨ªan explicado que el saque de Roddick pod¨ªa causarle problemas. Pero ocurri¨® exactamente lo contrario. El que realmente hizo da?o al servicio fue el suizo, que gan¨® la primera manga sin perder m¨¢s que un punto en los juegos en que sacaba. En cambio, se lo rompi¨® dos veces al estadounidense.

"No s¨¦ si puedo jugar a un nivel superior al actual. Me siento muy fuerte mentalmente"

A pesar de que su saque m¨¢s veloz lo lanz¨® a 206 kil¨®metros por hora, 10 menos r¨¢pido que Roddick, Federer consigui¨® 11 aces contra siete. Incluso en este terreno le super¨®. Y en todos los dem¨¢s le dio una lecci¨®n.

"Creo que estoy jugando decentemente en estos momentos, pero perd¨ª en tres set", se lament¨® Roddick, que intentaba neutralizar su desespero con sonrisas ir¨®nicas; "no puedes hacer muchas cosas. Intent¨¦ jugar de distintas formas: atacarle al drive y subir a la red o buscar su rev¨¦s y subir. Me pasaba por todas partes. Incluso cuando me quedaba en el fondo".

El colmo de los desprop¨®sitos y la explicaci¨®n m¨¢s gr¨¢fica de lo que relat¨® Roddick se produjo en la segunda manga, cuando hab¨ªa conseguido romper por primera y ¨²nica vez el saque de Federer. Ten¨ªa una ventaja de 3-2 y dispon¨ªa del servicio para el 4-2. ?Y sac¨® bien! Pero Federer no s¨®lo le rest¨®, sino que fue arrebat¨¢ndole punto tras punto hasta igualar. En el 15-30, devolvi¨® un saque a 210 kil¨®metros por hora y Roddick fue preparando el punto hasta que conect¨® un excelente golpe escorando una bola larga al fondo derecho de Federer, completamente desbordado. Entonces subi¨® a la red a rematar. Pero el helv¨¦tico no s¨®lo lleg¨® a la pelota, sino que dio un drive paralelo y con efecto que hizo una par¨¢bola y cay¨® en la cruz de la l¨ªnea lateral y la de fondo.

"Ante eso s¨®lo puedes girarte y aplaudir", confes¨® Roddick; "?qu¨¦ quieren que diga? Una vez le coment¨¦: 'Me gustar¨ªa odiarte, pero eres demasiado buena persona'. Si se mira la estad¨ªstica, todo queda explicado: 49 golpes ganadores y 12 errores no forzados. S¨®lo puedes girar la cabeza y decir; 'Demasiado bueno para mi'. Pero no voy a rendirme. Seguir¨¦ trabajando y esperando que alg¨²n d¨ªa se canse de ganar tanto o... algo as¨ª".

Sin embargo, eso no coincide con lo que piensa Federer. "No s¨¦ si puedo jugar a un nivel superior al actual", afirm¨®; "me siento muy fuerte mentalmente y muy s¨®lido. Y espero que este momento pueda continuar al menos algunos a?os [tiene 23]. Estoy contento con la vida que llevo. Y espero encadenar algunas otras victorias como la de hoy".

Federer logr¨® ayer su quinto t¨ªtulo del Grand Slam: tres de Wimbledon consecutivos, un Abierto de Australia (2004) y un Abierto de Estados Unidos (2004). En la catedral comenz¨® ayer a codearse con algunos de los grandes nombres porque s¨®lo hay ocho jugadores en toda la historia que hayan encadenado tres triunfos seguidos: los ¨²ltimos fueron el sueco Bjorn Borg, que gan¨® cinco, y el norteamericano Pete Sampras, con siete en total, cuatro sucesivos. Le queda mucho tiempo para seguir mostrando su talento.