Espejismos

Durante las ¨²ltimas semanas est¨¢n llegando a las costas andaluzas pateras en las que viajan inmigrantes menores de edad. Esta diversificaci¨®n de la inmigraci¨®n y el cambio de estrategia de las mafias, optando por una mayor entrada de menores en condiciones de ilegalidad, da la impresi¨®n de que han cogido a contra pie a la Consejer¨ªa de Igualdad y Bienestar Social. Las manifestaciones de la consejera, afirmando que estamos en una situaci¨®n de emergencia y que se est¨¢ produciendo un desbordamiento de la situaci¨®n, est¨¢n dando la imagen de que el Gobierno andaluz no puede atender a los menores en condiciones de eficacia. Una imagen que, de nuevo, est¨¢ siendo utilizada por los de siempre para identificar inmigraci¨®n con delincuencia y poner en tela de juicio las leyes de inmigraci¨®n vigentes y volver a tiempo anterior. Todo un desprop¨®sito, pues se est¨¢ haciendo ver una imagen invertida de la realidad.

No es admisible, ni cabe en raz¨®n, que Andaluc¨ªa tenga que activar un plan de emergencia y est¨¦ haciendo un esfuerzo sobrehumano. Ni por el n¨²mero de menores -1.357 en el primer semestre de 2005-, ni por las condiciones econ¨®micas de esta comunidad ni por su comportamiento social, puede admitirse que estemos en una situaci¨®n de emergencia. Como dice un buen amigo: no est¨¢n cayendo bombas. Est¨¢n llegando ni?os y en un n¨²mero que, si se colocan juntos, pueden estudiar y le sobra sitio en un colegio no muy grande.

No se puede generar esta alarma. No se entiende. Como tampoco se entiende que el presidente del TSJA considere, sin dar un solo dato, que los centros de acogida de la Junta son centros potenciales de delincuencia. Francamente, no ayuda salvo a s¨ª mismo, pues tal vez pueda ser una forma de demostrar, a la sociedad andaluza en general y a Jueces Para la Democracia en particular, que no le baila el agua a la Junta que, seg¨²n dijo esta asociaci¨®n, tanto apost¨® en su reciente nombramiento.

En cualquier caso, lo importante es saber que el Gobierno andaluz no pierde el objetivo y se dedica a tratar la inmigraci¨®n y a estos menores en condiciones sociales de protecci¨®n y dignidad, sin dejarse influir ni por manifestaciones alarmantes ni de quienes, al parecer, saben resolver mejor la inmigraci¨®n que las huelgas de los funcionarios judiciales.