"Cada m¨²sica, en cada ¨¦poca, debe servir de eslab¨®n y a la vez a?adir algo propio"
Las m¨²sicas tradicionales son ahora para muchos j¨®venes instrumentistas una fuente de inspiraci¨®n. Joaqu¨ªn D¨ªaz ha pasado casi cuatro d¨¦cadas recopilando silenciosamente ese patrimonio. Con m¨¢s de sesenta discos y medio centenar de libros, tiene un nuevo ¨¢lbum con canciones sobre los ¨¢rboles.
"La tradici¨®n ha tenido muy mala prensa en Espa?a. Siempre ha dado la sensaci¨®n de haber sido el recogebasuras de la cultura"
La labor de Joaqu¨ªn D¨ªaz es de largo aliento. Muy largo. Lleva casi cuarenta a?os recopilando mediante grabaciones y anotaciones los restos de un patrimonio musical a punto de diluirse en el olvido. Tiene m¨¢s de 60 discos editados, casi 50 libros, dirige la Revista de Folklore, un mensual que lleva saliendo 25 a?os gracias a su solitario y tenaz esfuerzo y una fundaci¨®n en la que ha recogido su colecci¨®n de instrumentos tradicionales, con un millar de piezas, que se puede visitar en el precioso enclave de Urue?a (Valladolid). Joaqu¨ªn D¨ªaz (Zamora, 1947) ha cumplido un papel intermedio entre el etnomusic¨®logo, ese que coge con pinzas la canci¨®n y la reconstruye como una pieza de arqueolog¨ªa, y el m¨²sico al que adem¨¢s le apetece que la canci¨®n quede bonita, que reviva. "Alguna vez me han preguntado qu¨¦ me consideraba yo y siempre he dicho que m¨²sico. Un m¨²sico de a pie", dice sin pretender ser modesto. Eligi¨® ir por una carretera secundaria que ahora, con el inter¨¦s de muchos j¨®venes por el folclor, ha empalmado con una autopista. "Siempre he buscado que la gente use lo bueno del pasado para encontrar lo mejor del futuro".
PREGUNTA. Hace 38 a?os ya, usted tuvo bastante claro que hab¨ªa m¨²sicas en peligro de extinci¨®n. Usted las ha preservado grab¨¢ndolas, desde las fuentes m¨¢s antiguas que existan, para que no se rompa el hilo definitivamente.
RESPUESTA. Trato de conservar estas m¨²sicas y de ofrecer a las nuevas generaciones la posibilidad de que las conozcan. Y no lo hago por mi inter¨¦s nost¨¢lgico en conservar algo, sino porque eso tiene muchos valores que hoy puedo ofrecer a una sociedad absolutamente moderna y con un sentido del progreso positivo. Lo que me ha preocupado siempre es dar esa imagen benigna de la tradici¨®n, porque la tradici¨®n ha tenido muy mala prensa en Espa?a. Siempre ha dado la sensaci¨®n de haber sido el recogebasuras de la cultura.
P. ?Es el folclor una materia sensible al "ruido" de las m¨²sicas actuales que lo alteran? ?Lo que ha tratado de preservar es aquello que se ha mantenido todav¨ªa a salvo de esas influencias?
R. Pienso que la tradici¨®n es algo que no puede reducirse al mundo de la discograf¨ªa. Para m¨ª la tradici¨®n ha sido esa serie de conocimientos que todos, en alg¨²n momento, recibimos aunque en muchas ocasiones no los percibimos, no los apreciamos, no los valoramos. Con mi trabajo he podido colaborar a eso y a que lo hagan tambi¨¦n otras personas de manera creativa, porque para m¨ª la tradici¨®n da muchas posibilidades de crear y de hacer evolucionar. Cada m¨²sica tiene en su ¨¦poca la responsabilidad de servir de eslab¨®n y a la vez de poner algo, de a?adir algo propio.
P. Quiz¨¢ hace 25 a?os, cuando Espa?a quer¨ªa ser posmoderna, se miraba de soslayo a las m¨²sicas tradicionales. ?Se perdi¨® durante unos a?os el inter¨¦s por las m¨²sicas tradicionales?
R. Cuando yo empec¨¦ a cantar en la universidad, en el a?o 1964, la gente me miraba como si estuviera loco. No era lo que la sociedad ped¨ªa en ese momento. Se ve¨ªa que hab¨ªa algo en todo ese pasado que hac¨ªa falta conocer, para preservar y para utilizar para el futuro, pero la sociedad no parec¨ªa ir por la labor. Y de hecho, mis actuaciones de la ¨¦poca est¨¢n muy ligadas a las de otros m¨²sicos y artistas que trataban de cambiar la sociedad en lo pol¨ªtico, lo social, lo econ¨®mico y lo cultural. Pero yo recuerdo que me met¨ªan en un saco que hoy d¨ªa ser¨ªa impensable, con Serrat, con Aute y con la gente de esa ¨¦poca, que han hecho un trabajo muy bonito, reconocido por el p¨²blico.
P. En el fondo, a pesar de ser cantautores contempor¨¢neos, ?utilizan en parte un fondo de esa tradici¨®n musical que usted ha venido recopilando?
R. Dir¨ªa que s¨ª y que no. Serrat tiene un estilo tan personal que al final ¨¦ste ha dominado por encima de los dem¨¢s. Pero eso tambi¨¦n lo ten¨ªan los m¨²sicos tradicionales antiguos. Eran m¨²sicos que gustaban a la gente. El secreto era que consegu¨ªan una forma personal de transmitir las cosas, las cosas de siempre. En ese sentido yo creo que s¨ª, que Serrat y otros, como Aute, lo que han hecho ha sido absorber muchas m¨¢s influencias que las que antiguamente el m¨²sico tradicional ten¨ªa. Al final lo que han conseguido es un tipo de m¨²sica mucho m¨¢s personalizada pero no se puede olvidar que los temas, tanto en lo musical como en lo po¨¦tico, son los de siempre, los que gustan a la gente. Por eso son populares, en el mejor sentido de la palabra.
P. Usted tiene registradas como seiscientas canciones en la SGAE. ?Son estos temas populares? ?Son composiciones suyas?
R. Es por los arreglos. Hay una parte de arreglos que desde hace mucho tiempo se registra en la SGAE. Yo hago unos arreglos y eso cambia la canci¨®n en cierta forma. En muchos casos he hecho lo que se llama la adaptaci¨®n. Yo me encuentro a lo mejor con diez o doce versiones de un romance y al final lo que me interesa es una versi¨®n en la cual no haga falta adivinar lo que dice el romance, sino que veas escrito lo que quieras adivinar del romance. Luego ha habido una ¨¦poca en la que me gustaba mucho meter mi propia baza. Y eso durante unos a?os no lo he confesado. Yo he dicho que todo lo que cantaba era tradicional, pero en muchos casos no lo era. He completado las canciones e incluso he compuesto cosas a partir de todas las versiones que he recogido de un mismo texto y de las que no me gustaba ninguna. Prefer¨ªa hacer una sola canci¨®n que quedara bien, para lo cual, eso s¨ª, usaba mis conocimientos de c¨®mo nace y c¨®mo se desarrolla un texto y una melod¨ªa.
P. Lo de la pureza no existe.
R. Durante muchos a?os he tenido que escuchar que el folclor es algo que est¨¢ ah¨ª , que es intocable y no se puede cambiar. Pero esa idea de que va cambiando con las interpretaciones es algo que no era muy popular, aunque muchos pens¨¢ramos as¨ª.
P. En los ¨²ltimos diez a?os muchos j¨®venes se han interesado por las diferentes m¨²sicas regionales de Espa?a. Los vascos con sus instrumentos tradicionales incorpor¨¢ndolos a m¨²sicas contempor¨¢neas y lo mismo en otros sitios. Y la m¨²sica celta...
R. Ah¨ª hay dos cosas. Por un lado veo que las nuevas generaciones ya no tienen prejuicio con respecto a lo antiguo, cosa que s¨ª suced¨ªa en mi generaci¨®n. Ahora me alegro much¨ªsimo de que los j¨®venes sean capaces de elegir. Hay un panorama muy amplio del que pueden echar mano para hacer sus interpretaciones actuales, conocer otros instrumentos, aprender a usarlos. Luego est¨¢ tambi¨¦n esa otra influencia cultural, como lo de la llamada m¨²sica celta. Tiene todos esos bonitos matices irlandeses y escoceses, porque la m¨²sica celta se crea a partir de unas mitolog¨ªas. La gente que la invent¨® sabe que es un invento, pero el que va a un festival de m¨²sica celta cree que es muy antigua. Est¨¢ en una especie de limbo cultural, no est¨¢ en ning¨²n lugar real. Es muy po¨¦tico y eso tiene su atractivo. Tiene el peligro tambi¨¦n de vivir en un mundo imaginario; algo que, por otro lado, siempre ha existido.
P. Carlos N¨²?ez con la flauta o la gaita, Kepa Junquera con la trikitixa,]]> Jos¨¦ Antonio Ramos con el timple. Todos ellos han usado un instrumento tradicional y han logrado proyectar sus trabajos m¨¢s all¨¢ de las fronteras.
R. Ellos son el escaparate y son m¨²sicos que, aunque est¨¢n vinculados a un instrumento tradicional de una zona, no desde?an tocar otros. La gaita es un instrumento universal y el acorde¨®n tambi¨¦n lo es. Y ellos le dan a su instrumento ese contenido universal que es lo que me gusta, porque no nos separa de nadie. El hecho de que hoy se una la m¨²sica electr¨®nica a la txalaparta depende de que los m¨²sicos sepan hacerlo bien.
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