A la luz de la historia
Varios historiadores afirman que no hay elementos que justifiquen que Andaluc¨ªa sea definida como una naci¨®n
A la luz de la historia, ?Andaluc¨ªa es una naci¨®n? Los historiadores consultados opinan que no. "No se puede justificar ni desde un punto de vista objetivo ni subjetivo. Objetivamente no se cumplen los requisitos que identifican a las naciones. Y subjetivamente, la idea de naci¨®n no est¨¢ en la cultura pol¨ªtica de los andaluces", afirma Fernando Arcas, profesor de Historia Moderna de la Universidad de M¨¢laga. "No hay elementos que con rigor nos lleven a definir a Andaluc¨ªa como naci¨®n", a?ade Jos¨¦ Manuel Cuenca Toribio, catedr¨¢tico de Historia Contempor¨¢nea de la Universidad de C¨®rdoba. "Andaluc¨ªa, al menos hasta estas fechas, carece de los elementos que permitan interpretar la existencia de una naci¨®n", a?ade Juan Sanz Sampelayo, catedr¨¢tico de Historia Moderna de la Universidad malague?a.
Los expertos dudan de la constitucionalidad de incluir el t¨¦rmino naci¨®n en los estatutos
El duque de Medina Sidonia inspir¨® un mot¨ªn en Andaluc¨ªa contra Felipe IV
De estas opiniones tan contundentes discrepa Alberto Egea, investigador de la Fundaci¨®n del Centro de Estudios Andaluces, quien s¨ª cree que hay elementos que permiten definir a Andaluc¨ªa como naci¨®n. "Nuestra comunidad tiene una larga tradici¨®n literaria propia, unas particularidades en cuanto a sus costumbres y tradiciones, e incluso en cuanto a la modalidad del idioma, que justifican de manera sobrada el uso de la palabra naci¨®n. El ce?ir la posibilidad de ser naci¨®n s¨®lo a comunidades que tengan un idioma, una religi¨®n y una etnia diferenciada no se ajusta a la realidad hist¨®rica", afirma Egea. De hecho, Egea considera que la definici¨®n de Andaluc¨ªa como naci¨®n puede ser un "ejemplo a seguir como modelo de nacionalismo alternativo, no basado en la exclusi¨®n del otro ni en una visi¨®n imperialista de dominaci¨®n".
De la misma opini¨®n es Al-mansur Castillo, secretario de Liberaci¨®n Andaluza, una organizaci¨®n que defiende las tesis nacionalistas. "Andaluc¨ªa es la naci¨®n m¨¢s antigua de Europa por historia, geograf¨ªa y lengua. Tiene un territorio com¨²n desde la ¨¦poca de los tartesos, con peque?os cambios", afirma Castillo.
En lo que s¨ª coinciden todos es en destacar la riqueza cultural e hist¨®rica de Andaluc¨ªa, un territorio que acumula la influencia tart¨¦sica, cartaginesa, romana, visigoda o musulmana. La progresiva conquista de los reinos musulmanes de Sevilla, C¨®rdoba y Granada (ya en el siglo XV) puso fin a la etapa del Islam y abri¨® la era moderna.
La Andaluc¨ªa actual, "salvo excepciones puntuales", emerge de la desaparici¨®n de los antiguos reinos de C¨®rdoba, Sevilla, Ja¨¦n y Granada, afirma Sanz Sampelayo. "Cuando Andaluc¨ªa fue cabeza de Estado, Al-Andalus era una realidad jur¨ªdica-pol¨ªtica-territorial que iba mucho m¨¢s all¨¢ de Despe?aperros" afirma Cuenca Toribio, quien s¨®lo ve justificaci¨®n para definir como naci¨®n a Catalu?a.
Ya en el siglo XVII, durante el reinado de Felipe IV, el duque de Medina Sidonia inspir¨® un mot¨ªn en Andaluc¨ªa contra el poder central de la monarqu¨ªa de los Austrias al estilo del que hubo en Catalu?a y Portugal, territorio en el que triunf¨®. "El movimiento fracas¨® por la sencilla raz¨®n de que carec¨ªa de una base popular, cimiento que hubiera supuesto la existencia de una personalidad pol¨ªtica definida", afirma. La divisi¨®n territorial vigente se consolida en 1833, cuando Javier de Burgos dise?a la reforma provincial de Espa?a.
Para el profesor Cuenca Toribio cualquier intento de bucear en el pasado para intentar definir a Andaluc¨ªa como naci¨®n es "enredar la historia". No obstante, a?ade que en el futuro se puede dar esa definici¨®n, algo que, en cualquier caso, considera un ejercicio de "voluntarismo". En este sentido, Pedro Ruiz Berdejo, vicepresidente de la Fundaci¨®n Blas Infante, destaca la dificultad del encaje constitucional del t¨¦rmino naci¨®n en los estatutos de autonom¨ªa, pero a?ade que si alguna comunidad lo recoge finalmente, Andaluc¨ªa tambi¨¦n debe hacerlo.
Desde el punto de vista de los constitucionalistas, la inclusi¨®n del t¨¦rmino naci¨®n en los estatutos resulta compleja. Emilia Gir¨®n, profesora de Derecho Constitucional de la Universidad de C¨¢diz, entiende que la "pretensi¨®n de algunos partidos", en referencia a IU y PA, de definir a Andaluc¨ªa como naci¨®n en el Estatuto "no tiene encaje constitucional posible, si se emplea la expresi¨®n naci¨®n en su acepci¨®n jur¨ªdico-pol¨ªtica". "El art¨ªculo 2 de nuestra Carta Magna reconoce exclusivamente la naci¨®n espa?ola, ¨²nica y soberana. Sin embargo, la inclusi¨®n del t¨¦rmino naci¨®n en el proyecto de reforma estatutaria ser¨ªa compatible con lo establecido en la Constituci¨®n si con este concepto tan s¨®lo se pretendiera destacar los rasgos de historicidad, identidad cultural y decidida voluntad de autogobierno de nuestra comunidad", a?ade Gir¨®n.
En parecidos t¨¦rminos se pronuncia Gerardo Ruiz Rico, catedr¨¢tico de Derecho Constitucional de la Universidad de Ja¨¦n. "No existe ninguna prohibici¨®n expresa para que un Estatuto utilice otra denominaci¨®n. Sin embargo, entiendo que podr¨ªa chocar con la idea originaria del constituyente, el cual limit¨® el uso de este concepto a la naci¨®n espa?ola", afirma.
Gir¨®n entiende que la inclusi¨®n del t¨¦rmino naci¨®n para hacer alusi¨®n a los rasgos hist¨®ricos deber¨ªa tener s¨®lo "un valor simb¨®lico" y no implicar, en ning¨²n caso, "consecuencias jur¨ªdicas". Ruiz Rico, por su parte, recela de quienes sostienen que se puede emplear el t¨¦rmino naci¨®n en "una dimensi¨®n exclusivamente cultural". En su opini¨®n, esta v¨ªa podr¨ªa alentar en el futuro "demandas separatistas o cosoberanistas".
Blas Infante, un concepto del nacionalismo diferente
"El concepto de nacionalismo en Blas Infante parte de una concepci¨®n genuina y diferenciada, human¨ªstica y c¨ªvico con respecto al concepto cl¨¢sico europeo exclusivo y excluyente. En este sentido Blas Infante plantea el nacionalismo como una herramienta de cambio social desde la pluralidad". As¨ª reza una de las conclusiones de un simposio sobre Blas Infante celebrada por el Centro de Estudios Hist¨®ricos de Andaluc¨ªa. En esta idea coincide el profesor Fernando Arcas, quien destaca que el pensamiento de Blas Infante se basa en un "regionalismo antinacionalista, de car¨¢cter integrador y profundamente espa?olista". Arcas destaca que el considerado padre de la patria andaluza utiliz¨® el concepto naci¨®n "en un sentido m¨¢s cultural del t¨¦rmino que pol¨ªtico".
Una frase de Blas Infante viene a resumir su idea del nacionalismo: "Mi nacionalismo, antes que andaluz, es humano. Yo quiero trabajar por la causa del esp¨ªritu en Andaluc¨ªa, porque en ella vine a nacer. Si en otra parte me encontrare, me esforzar¨ªa, por esta causa, con igual fervor".
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