Las 'formaciones G' y el terrorismo global
EL PRIMER MINISTRO brit¨¢nico, Tony Blair, hab¨ªa vuelto a revivir pol¨ªticamente: en menos de 24 horas hab¨ªa obtenido para Londres los Juegos Ol¨ªmpicos (JJ OO) de 2012 y lideraba una reuni¨®n del G-8, cuyos resultados -mucho m¨¢s aparentes que reales- controlaba. Los atentados terroristas destrozaron su agenda en un momento y devolvieron a los ciudadanos el recuerdo de la guerra de Irak.
La cumbre de Singapur para elegir la capital receptora de los JJ OO y la reuni¨®n del G-8 en Gleneagles (Escocia) eran los escenarios m¨¢s adecuados para representar el papel de la globalizaci¨®n realmente existente. Tambi¨¦n lo eran los conciertos de m¨²sica de unos d¨ªas antes, para "hacer de la pobreza, historia", aunque tambi¨¦n supon¨ªan una iconograf¨ªa del pensamiento d¨¦bil, tan actual: ?presionar a trav¨¦s de la m¨²sica para reducir la pobreza en ?frica? ?Qu¨¦ bonito!
El G-8 sustituye al G-7, y ¨¦ste, al G-5. Las 'formaciones G' son instrumentos inorg¨¢nicos para coordinar las pol¨ªticas econ¨®micas, que nunca han tenido ¨¦xito. A la globalizaci¨®n de la econom¨ªa se ha unido la del terror
Pero desde el 11-S de 2001, en Nueva York y Washington, pasando por el 11-M de 2004 en Madrid, hemos aprendido que a la globalizaci¨®n de la econom¨ªa, la cultura o la informaci¨®n hay que a?adir la globalizaci¨®n del terror: el terrorismo global. El sentimiento de inseguridad, que ten¨ªa un car¨¢cter nacional o regional, tiende a mundializarse.
Cuando a una coyuntura de estancamiento econ¨®mico como la que padece Europa se le une una crisis pol¨ªtica como la del terrorismo global, empiezan los problemas serios. Lo dice la historia. El mayor peligro ser¨ªa una pol¨ªtica de autoritarismo democr¨¢tico que se comportara de forma flexible hacia el exterior, frente a los mercados mundiales, y de modo autoritario hacia el interior, frente al otro, frente al ciudadano diferente.
Creer que el G-8 es el lugar en el que arreglar problemas estructurales del planeta como la extrema pobreza, el cambio clim¨¢tico, las cat¨¢strofes naturales, las migraciones masivas, la delincuencia organizada en bandas mafiosas, las finanzas de los terroristas acampadas en los para¨ªsos fiscales, el envenenamiento de los alimentos, etc¨¦tera, es distorsionar la gobernabilidad en el mundo. Las pol¨ªticas aplicadas en ese G-8 son, en muchas ocasiones, las causantes de tales problemas globales. El G-8 es el bombero pir¨®mano.
Las formaciones G, en concepto de Jacques Polak, nacieron cuando Nixon rompi¨® el sistema monetario mundial, a principio de la d¨¦cada de los setenta. Entonces, el Fondo Monetario Internacional (FMI) se qued¨® sin una buena parte de su contenido fundacional y comenz¨® a funcionar como una especie de consultor¨ªa multilateral sobre acuerdos monetarios. En 1975 se cre¨® el G-5 (Estados Unidos, Alemania, Francia, Jap¨®n y el Reino Unido), y una d¨¦cada despu¨¦s, el G-7 (los anteriores, m¨¢s Canad¨¢ e Italia). Tambi¨¦n en 1985, el G-5 firm¨® los acuerdos del hotel Plaza de Nueva York, con el prop¨®sito de reducir la sobrevaloraci¨®n del d¨®lar. Eran intentos -malogrados- de entrar en una fase de mayor coordinaci¨®n de las pol¨ªticas econ¨®micas, en una coyuntura en la que los instrumentos de Bretton Woods (FMI, Banco Mundial...) hab¨ªan dejado de ser eficaces. En 1997, al G-7 se le uni¨® Rusia, que aspiraba a integrarse como superpotencia en la econom¨ªa de mercado y dejar de pertenecer al Tercer Mundo, despu¨¦s de la implosi¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
Pero esos intentos son formas inorg¨¢nicas de gobernabilidad que sustituyen a las instituciones legalmente establecidas para actuar globalmente, como por ejemplo la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas (ONU). Hace ya tiempo que el ex presidente de la Comisi¨®n Europea Jacques Delors pidi¨® la creaci¨®n de un consejo de seguridad econ¨®mica, en el seno de la ONU, para dirimir los conflictos de esa naturaleza en el mundo. Este consejo deb¨ªa estar democratizado y participar en el mismo los pa¨ªses emergentes y los pa¨ªses pobres. El G-8 es una especie de gobierno del mundo que no ha sido elegido por nadie. Pero mientras no se reforme la ONU, seguir¨¢ haciendo ruido medi¨¢tico.
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