Los ecologistas tildan de "pobre" el plan para el Parque del Sureste

Los cazadores tienen v¨ªa libre en el Parque Regional del Sureste, seg¨²n denuncian los ecologistas. La Consejer¨ªa de Medio Ambiente est¨¢ preparando el Plan Rector de Uso y Gesti¨®n de este parque (PRUG). Pero el borrador no ha convencido a organizaciones como Ecologistas en Acci¨®n. "La Comunidad permite que se cace con la excusa de que es por motivos de investigaci¨®n y de gesti¨®n", denuncian los ecologistas. El Parque Regional del Sureste, protegido por ley desde 1994, discurre en torno a los tramos bajos de los r¨ªos Jarama y Manzanares.

La riqueza principal del Parque Regional del Sureste, que abarca un espacio de 290 kil¨®metros cuadrados, se encuentra en sus cursos fluviales, que componen m¨¢s de cien lagunas. El parque afecta a 14 municipios, entre ellos Arganda del Rey, Rivas-Vaciamadrid y San Mart¨ªn de la Vega. Aparte de la ley que lo protege desde 1994, este paraje tiene un Plan de Ordenaci¨®n de Recursos Naturales (PORN). La Consejer¨ªa de Medio Ambiente est¨¢ tramitando ahora otro reglamento a trav¨¦s del Plan Rector de Uso y Gesti¨®n (PRUG). El objetivo b¨¢sico de este plan se centra en "consolidar la protecci¨®n, conservaci¨®n y mejora de este parque regional".

De momento, s¨®lo hay un borrador de este nuevo plan. Pero los ecologistas, que lo han revisado, lo consideran "pobre" e "insuficiente" para lo que tendr¨ªa que ser su fin: la puesta en marcha de medidas que permitan recuperar de una vez este espacio protegido. "El PRUG, que encima llega con seis a?os de retraso, no ayuda a frenar los dos problemas m¨¢s graves que tiene el Parque del Sureste: la caza y las graveras", alerta Mar¨ªa de los ?ngeles Nieto, portavoz de Ecologistas en Acci¨®n. Esta asociaci¨®n, junto a otras como El Soto, Grama, Plataforma Jarama Vivo, SEO/ Bird Life o Amigos de la Tierra, lleva a?os luchando por que el parque no se muera. "Cre¨ªamos que ten¨ªamos una oportunidad con el PRUG, pero el borrador no termina con la ambig¨¹edad que hay respecto a la caza en el Parque del Sureste", denuncian los ecologistas.

Cotos ilegales

En el Parque del Sureste hay, seg¨²n los ecologistas, 42 cotos de caza ilegales a los que el nuevo reglamento no termina de poner freno. "La caza est¨¢ expresamente prohibida por la Ley Regional 6/94 de Creaci¨®n del Parque Regional del Sureste. Pero el PRUG permite la caza si se hace por motivos de gesti¨®n o de investigaci¨®n. Eso es un coladero para los cazadores", critica Antonio Mart¨ªnez, portavoz de la organizaci¨®n ecologista El Soto.

La desconfianza de los ecologistas parte de este p¨¢rrafo del borrador del nuevo plan: "Si, excepcionalmente, por motivos de investigaci¨®n o gesti¨®n, fuera precisa la pr¨¢ctica de la caza en estas zonas, ¨¦sta podr¨ªa autorizarse por la Consejer¨ªa de Medio Ambiente y Ordenaci¨®n del Territorio. Para ello, los titulares de los cotos deber¨¢n solicitarlo expresamente, acompa?ando una memoria justificativa de tal necesidad firmada por un t¨¦cnico competente".

Los ecologistas se muestran especialmente preocupados con la caza en las zonas de protecci¨®n C (zonas degradadas a regenerar).

El nuevo plan establece que los titulares de los cotos deber¨¢n presentar a la consejer¨ªa una memoria anual con los resultados de capturas obtenidos, especificando las modalidades de caza practicadas y las repoblaciones cineg¨¦ticas efectuadas.

El otro punto flaco que tiene el reglamento es, a juicio de los ecologistas, el tema de las graveras. La actividad minera en los parajes m¨¢s relevantes y valiosos del parque est¨¢ totalmente prohibida desde febrero de 2004. "Pero en otras zonas, cercanas a Ciempozuelos y a San Mart¨ªn de la Vega, se concentran hasta 40 graveras", denuncian desde la organizaci¨®n El Soto.

El borrador del PRUG tambi¨¦n tiene otros elementos curiosos, como la prohibici¨®n del "lavado de veh¨ªculos, enseres y animales en los cursos o masas de agua y en sus proximidades, hasta una distancia de 30 metros" o la posibilidad de utilizar "lodos de depuraci¨®n con fines agrarios".

Las denuncias sobre el abandono que, a juicio de los ecologistas, sufre el Parque Regional del Sureste ha llevado a la convocatoria en los ¨²ltimos a?os de distintas manifestaciones.

Los ecologistas consideran que la construcci¨®n de cinco centrales t¨¦rmicas de ciclo combinado en la zona, la ampliaci¨®n de los laboratorios qu¨ªmicos que la f¨¢brica Santa B¨¢rbara tiene en el complejo militar de La Mara?osa (San Mart¨ªn de la Vega) y el elevado n¨²mero de camiones que discurrir¨¢n por la autov¨ªa de Valencia hacia el parque para verter los escombros de las obras de la M-30 terminar¨¢n de destrozar esta zona natural.