Desde el centro de la diana

En el palacio Poggi de Bolonia puede verse una escalofriante colecci¨®n de fetos humanos en sus ¨²ltimos meses de gestaci¨®n. Los modelos, delicadamente esculpidos en cera y de gran perfecci¨®n anat¨®mica, estaban destinados a los estudiantes de obstetricia. Cada feto tiene una postura distinta, los hay cabeza arriba, cabeza abajo, con un brazo a la espalda, con las piernas cruzadas.... Como es bien sabido, el parto traer¨¢ nueva vida a la tierra, o m¨¢s muerte, seg¨²n sea la posici¨®n del feto. Algo similar ha sucedido con la constituci¨®n de las autonom¨ªas espa?olas, que fue concebida con gran gozo y ludibrio por sus padres, pero nadie pod¨ªa suponer ni remotamente que la posici¨®n del feto iba a poner en peligro la vida de la madre.

No exagero. Har¨¢ cosa de un mes, un grupo de amigos y conocidos publicamos un documento implorando la creaci¨®n de un partido no nacionalista en Catalu?a ya que, a diferencia del Pa¨ªs Vasco, aqu¨ª s¨®lo hay partidos nacionalistas. Bien es verdad que el PP es constitucionalista, pero se trata de un partido tan obsesionado con los asuntos religiosos que no puede servirnos de ayuda. No va uno a sustituir una religi¨®n por otra. Entre el catolicismo de Roma y el nacionalismo de Carod, francamente... De modo que expresamos nuestra modesta opini¨®n sobre un monopolio ideol¨®gico lamentable. De inmediato se nos lanzaron a la yugular medio centenar de columnistas y opinadores sin esgrimir un solo argumento aunque s¨ª sus afilados colmillos; los pol¨ªticos se alisaron las vestiduras mirando hacia el techo; y el primer consejero (la persona m¨¢s importante de Catalu?a despu¨¦s de Maragall) nos insult¨® desde la televisi¨®n nacionalista, cuyo d¨¦ficit pagamos los insultados.

Ya lo esper¨¢bamos. Nos habr¨ªa disgustado mucho no haber recibido los improperios habituales. En la democr¨¢tica Catalu?a es casi imposible ir de insumiso o de disidente. Quienes no pertenecen a la fratr¨ªa patri¨®tica y deportiva pasan mucho fr¨ªo y les pegan los frailes. Hasta ah¨ª, todo iba bien. Lo que no pod¨ªamos imaginar es que nos amenazaran de muerte. Supon¨ªamos que Catalu?a, a diferencia del Pa¨ªs Vasco, ya hab¨ªa superado la Guerra Carlista. Nos equivoc¨¢bamos. Un articulista del Avui, miembro de Esquerra Republicana, bi¨®grafo de Boadella (a quien ahora quiere ver muerto) y del heroico Joan Puigcerc¨®s (a quien hab¨ªa puesto a parir unos a?os atr¨¢s), ped¨ªa a gritos nuestra eliminaci¨®n f¨ªsica. Riguroso. Que nos pegaran cuatro tiros.

Naturalmente, basta dar una ojeada al art¨ªculo para percatarse de que su autor es un ciudadano peculiar, pero tambi¨¦n era un ciudadano peculiar el que se carg¨® a John Lennon. No hay que menospreciar a los ciudadanos peculiares. Debo confesar que a m¨ª no me preocup¨® ni el art¨ªculo ni el articulista; me preocup¨® el diario donde se publicaba la petici¨®n de exterminio.

Observe el lector for¨¢neo que el Avui es el diario del nacionalismo ultramontano, que casi nadie lo lee, pero que arrastra una deuda tremenda desde que Pujol decidi¨® emplear el dinero en otros menesteres m¨¢s jugosos. Maragall les ha regalado este a?o trescientos millones de pesetas, pero lo que faltaba para garantizar su supervivencia lo han puesto, mano a mano, el editor Lara, due?o de casi toda la edici¨®n catalana, y el Conde de God¨®, due?o del muy subvencionado diario La Vanguardia (que a d¨ªa de hoy no ha informado sobre las amenazas) y de media tonelada de televisiones y radios que le regal¨® Pujol.

Que yo est¨¦ pagando con mis impuestos a los tipos que cobran por amenazarme de muerte me parece hacer el capullo. Sin embargo, a¨²n me parece m¨¢s surreal que el resto del sueldo se lo paguen Lara y God¨®. ?Por qu¨¦ dos de los m¨¢s ilustres apellidos del franquismo catal¨¢n est¨¢n financiando a los ultras? Volvamos al comienzo.

La posici¨®n del feto es determinante para la supervivencia de la madre. Cuando nosotros pedimos un partido no nacionalista en Catalu?a estamos pidiendo, tambi¨¦n, un partido ajeno a la alianza entre el mundo de los grandes negocios locales y el nacionalismo. Porque (cosas del feto) el caciquismo y aquello que antes se llamaba "la oligarqu¨ªa", son la base misma del nacionalismo, su m¨¢s firme fundamento. Y como sigan por ese camino, van a matar a la madre.

?Por qu¨¦ precisamente Lara y God¨®? Porque los potentados que crecieron con el franquismo, las fortunas del franquismo, est¨¢n financiando desde el inicio a los partidos nacionalistas. Al comienzo, comprensiblemente, para hacerse perdonar, pero muy pronto porque descubrieron los notables beneficios de semejante simbiosis. El presupuesto de la Generalitat se eleva a tres billones de pesetas anuales. Es el mejor negocio de la regi¨®n. Y de muy precario control.

Recuerden ustedes que los primeros mun¨ªcipes de Pujol, en su carrera por el monopolio del poder rural, eran casi todos ellos pol¨ªticos franquistas. Que ¨¦se era tambi¨¦n el llamado "mundo de los negocios" de Pujol, con Javier de la Rosa entre otros angelitos. Y ese sigue siendo el mundo real, el verdadero, de los jefes nacionalistas. As¨ª se entiende que el Estatut, un asunto que s¨®lo importa al 6,5% de la poblaci¨®n catalana, sea imprescindible para el suave deslizamiento de la correa de transmisi¨®n que une el poder econ¨®mico local con la Generalitat.

No por otro motivo insistimos hasta ponernos pelmazos en que no hay ni puede haber nacionalismo de izquierdas. Que estamos muy contentos de que haya nacionalistas, que son inevitables tanto en Navarra, como en Catalu?a, como en Valladolid y en Ir¨¢n, que incluso creemos que hay nacionalistas honrados como hay cat¨®licos irreprochables, pero que no pueden seguir mir¨¢ndose al espejo para celebrar lo muy de izquierdas que son. Y de ah¨ª el disgusto que algunos tenemos con los socialistas, ¨²ltimo basti¨®n laico que nos quedaba.

Si comparan ustedes con Italia, un pa¨ªs bastante parecido al nuestro, sobre todo en lo malo, constatar¨¢n la diferencia. No hay dos "naciones" m¨¢s diversas que la Rep¨²blica de Venecia y el Reino de Sicilia. Estas dos sociedades, la veneta y la siciliana, tienen lenguas distintas, historias distintas, costumbres distintas, mundos simb¨®licos distintos, en fin, son tan diversas como Austria y T¨²nez. Y s¨®lo se unieron hace cuatro d¨ªas, no cuatro siglos. Sin embargo, jam¨¢s la izquierda italiana ha permitido la menor vacilaci¨®n sobre la constituci¨®n italiana. Cuando ha aparecido un partido nacionalista, la Liga del Norte, ha sido con todas las caracter¨ªsticas de un partido cripto-fascista, es decir, un partido empe?ado en hacer m¨¢s ricos a los ricos. Y naturalmente gobiernan con los fascistas de Fini y con Berlusconi, que es como quien dice la madre del cordero.

No hay nacionalismo de izquierdas ni aqu¨ª, ni en Argentina, ni en los EE UU de Bush, ni en Croacia, ni en Jap¨®n, ni en ning¨²n otro lugar del mundo. El nacionalismo es un disfraz del poder econ¨®mico, su refugio y su coartada. En consecuencia, empiezo a creer que a nosotros no nos ha amenazado de muerte un militante de Esquerra Republicana sino los poderes f¨¢cticos. Como en una novela de V¨¢zquez Montalb¨¢n o de Sciascia. Y eso ya da m¨¢s miedo.

?ltima hora: Una vez enviado el art¨ªculo, el President de la Generalitat se reuni¨® con miembros del grupo antes mencionado y se comprometi¨® a comunicar a God¨® y Lara su inquietud por la publicaci¨®n de las amenazas de muerte.

F¨¦lix de Az¨²a es escritor.