Comienza el Tour
Tras 10 d¨ªas volando por el llano, los Alpes empezar¨¢n a aclarar hoy la fortaleza de los aspirantes
Bajaron los ciclistas el domingo al anochecer del avi¨®n que los traslad¨® de Mulhouse a Grenoble y se abrazaron en la escalerilla, algunos besaron el suelo, otros extendieron los brazos en se?al de libertad. Eran las nueve y pico de la noche. Llegaron a la ciudad alpina casi m¨¢s tarde que los mec¨¢nicos y los auxiliares de los equipos, que hicieron el recorrido por carretera. Llegaron tarde y agobiados.
Uno de los dos aviones, el que transportaba a Ullrich y la mitad del pelot¨®n -la otra mitad vol¨® en otro avi¨®n liderado por Armstrong-, sali¨® con una hora de retraso ya que una puerta no cerraba bien. Primer susto. "Y luego", cuenta Jos¨¦ Luis Arrieta, del Illes Balears-Caisse d'?pargne. "Para pasar la tormenta el avi¨®n dio unos bandazos tremendos. Cre¨ª que de ah¨ª no sal¨ªamos. Me fij¨¦ en el extintor y vi que llevaba un a?o de retraso en la revisi¨®n, as¨ª que pens¨¦ que el resto del avi¨®n tampoco lo habr¨ªan revisado mucho..." Por eso, despu¨¦s de un vuelo charter, los ciclistas fueron felices al pisar tierra. Quiz¨¢s sea su ¨²ltima oportunidad para sonre¨ªr, porque hoy, tach¨¢n, tach¨¢n, llegan los Alpes, comienza el sufrimiento, el dolor, la monta?a dura. "Comienza el Tour", precisa Ivan Basso. "Porque el Tour, el verdadero Tour, comienza en los Alpes y se decidir¨¢ en los Pirineos".
"A partir de hoy veremos si Armstrong es el m¨¢s fuerte", asegura su director, Johan Bruyneel
De las facciones de Johan Bruyneel forma parte con la misma permanencia que el hoyuelo de su barbilla a lo Kirk Douglas - "me dorm¨ª sobre mi sortija", le explic¨® a Jean Simmons en "Espartaco"- una sonrisa ir¨®nica que le vale para esconderlo todo, sus dudas, sus miedos, su pensamiento. Como su patr¨®n, Armstrong, ha tomado la costumbre de no hablar con la prensa los d¨ªas de descanso -guarda todas sus palabras para su dulce Sheryl Crow- fue Bruyneel, el director del Discovery quien, a plaza llena, respondi¨® a quienes le expresaron sus dudas sobre la forma del tejano y su equipo en la traves¨ªa de los Vosgos. "A partir del martes veremos si Lance es el m¨¢s fuerte", dijo.
Si apenas hay dudas de que el modus operandi de Armstrong apenas variar¨¢ en la falda de Courchevel, el primer final en alto alpino, con respecto a sus anteriores seis Tours victoriosos -dar el primero, dar m¨¢s fuerte, vamos Chechu, tira para arriba, que esta tarde nos los comemos, como dijo en Sestriere 99, Hautacam 2000, Alpe d'Huez 2001 y 2003, Mongie 2002 y 2004-, si tampoco hay dudas sobre lo que har¨¢ Ivan Basso - una frase del italiano, propia de aquella persona que tiene el Tour en la cabeza: "pero qu¨¦ prisa ten¨¦is los periodistas, quer¨¦is que todo se resuelva el primer d¨ªa, que todo vuele por los aires a la menor"-, s¨ª que intriga la actitud de aquellos que, por su potencial, por la capacidad del equipo, aparecen como grandes rivales, el tridente del T-Mobile, tropa impaciente y precipitada donde la haya. Por lo que han mostrado hasta ahora, su t¨¢ctica del 1-2-3, si no beneficiosa ha sido espectacular. Uno, le?azo de Vinok¨²rov, el bruto; dos, ataque de Kl?den, el fino; tres, Ullrich, a la expectativa a rueda de Armstrong. Una de las flaquezas de Ullrich ha sido siempre la debilidad t¨¢ctica, el atacar en el momento menos apropiado, as¨ª que al menos un aspecto beneficioso tendr¨¢n las dos ca¨ªdas que han dejado contracturado y amorfo su entramado muscular: aunque no tiene nada roto, s¨ª que le duele el cuerpo, y el dolor es el mejor calmante para las ansias atacantes.
"Que llegan los espa?oles", era el clich¨¦ alarmista de la prensa francesa en v¨ªsperas de la monta?a en aquellos a?os pasados en que espa?ol equival¨ªa a escalador. A tal clich¨¦, uno, no mucho mejor, luci¨® en los a?os posteriores a Indurain ?D¨®nde est¨¢n los espa?oles? Los espa?oles est¨¢n a la espera, es la respuesta. Esperan encontrar su hueco en este Tour Mancebo, Valverde, Heras, Beloki, Pereiro, Mayo, y Contador. Camino de Courchevel tambi¨¦n sabremos d¨®nde se acoplan.
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