Londres no es Madrid
Los ingleses procuran demostrar que los ataques no han afectado su vida cotidiana
La opini¨®n p¨²blica espa?ola est¨¢ sorprendida de lo que considera opacidad por parte del Gobierno brit¨¢nico a la hora de informar sobre el ataque terrorista del 7 de julio. Pero Londres no es Madrid y las circunstancias que rodearon las bombas del jueves pasado y las del 11 de marzo son muy distintas. Los espa?oles creen que Blair oculta algo, pero los brit¨¢nicos no tienen razones para pensarlo.
En Espa?a, el Gobierno se jugaba su futuro a tres d¨ªas de las elecciones. Aqu¨ª, no. En Espa?a, el Gobierno se precipit¨® en acusar a ETA de forma equivocada e interesada. Aqu¨ª todos saben que los autores son radicales islamistas y la prioridad no es conocer los detalles o hacer conjeturas, sino capturarles. No hay un Gobierno enga?ando por razones electoralistas ni la oposici¨®n tiene la necesidad de poner eso al descubierto.
En Madrid hab¨ªa una camioneta abandonada, una bomba que fall¨®, un detonador que dio pistas de oro en las primeras horas. Eso permiti¨® que hubiera detenidos de inmediato. Los investigadores de Londres tienen mucha menos informaci¨®n y los brit¨¢nicos comprenden que su prioridad no sea divulgarla, sino analizarla.
Hay muchas m¨¢s diferencias. El grueso de la informaci¨®n est¨¢ canalizado a trav¨¦s de la polic¨ªa, no a trav¨¦s del ministro del Interior, lo que da m¨¢s garant¨ªas de despolitizaci¨®n. Los londinenses esperaban el atentado desde hace a?os y, aunque nadie pod¨ªa prever que ser¨ªa cuando fue, no constituy¨® una sorpresa supina. Madrid no estaba mentalmente preparado para un atentado de esa naturaleza y no se sent¨ªa particularmente amenazado por el terrorismo islamista.
Proporcionalmente, el atentado de Madrid tuvo un impacto mayor: hubo bastantes m¨¢s v¨ªctimas y la poblaci¨®n es la mitad de Londres, que es adem¨¢s una ciudad mucho m¨¢s extensa. Lo que ocurre en un extremo apenas se percibe en el otro. Hay tambi¨¦n factores hist¨®ricos y de car¨¢cter que derivan en reacciones distintas. La flema brit¨¢nica seguramente existe y mientras en Reino Unido la emotividad se considera s¨ªntoma de car¨¢cter d¨¦bil, en Espa?a se aprecia una reacci¨®n emotiva como prueba de afectividad. Los madrile?os se echaron a la calle el 12 de marzo, los londinenses procuran demostrar que los atentados no han afectado a sus rutinas cotidianas.
?Significa eso una prueba de frialdad? M¨¢s bien de pragmatismo. Lo importante para ellos es demostrar que el enemigo, lo mismo los nazis que los terroristas, nunca les derrotar¨¢n y nunca cambiar¨¢n su vida diaria. Lo importante para ellos es que los investigadores hagan lo que tengan que hacer. Hasta ayer, cinco d¨ªas despu¨¦s del atentado, no se alz¨® la primera voz de una madre exigiendo saber de una vez si su hijo ha muerto en los atentados. Otros parientes dec¨ªan a¨²n ayer que comprenden que los investigadores necesitan tiempo para identificar a las v¨ªctimas, algunas de ellas probablemente reducidas a pedazos.
No hay fotos de los atentados, se quejan en Espa?a. ?Qui¨¦n pod¨ªa impedir que se fotografiara la amplia explanada a las puertas de Atocha en los primeros momentos del atentado? Pero tres de los atentados de Londres ocurrieron bajo tierra. ?Se han de distribuir las macabras im¨¢genes de brazos sesgados, troncos decapitados o v¨ªsceras colgando en el t¨²nel de King's Cross? Los londinenses no sienten esa curiosidad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.