?Bombas por las guerras?

El art¨ªculo de Tariq Al¨ª (Bombas por las guerras de Irak y Afganist¨¢n, EL PA?S, 10 de julio) sostiene un discurso con una argumentaci¨®n falsa.

Se puede compartir que la invasi¨®n de Irak es ilegal e inmoral, pero eso no permite la lectura maniquea de que s¨®lo son malos los ocupantes. La inmoralidad se encuentra tambi¨¦n en Estados y sociedades en los que falta el respeto a derechos individuales, sociales y pol¨ªticos, de todos los ciudadanos (hombres y mujeres).

Desde un punto de vista ¨¦tico y jur¨ªdico s¨®lo se admiten "reacciones violentas" ante situaciones extremas, que justifican la intervenci¨®n sobre otro Estado con el apoyo de la ONU; o en defensa propia o estado de necesidad, en caso de individuos. Ninguna de estas justificaciones se dio en la invasi¨®n de Irak, ni en el uso de la violencia contra ciudadanos londinenses que no estaban ejerciendo acci¨®n violenta alguna.

En segundo t¨¦rmino, insiste el autor del art¨ªculo en que la causa del terrorismo es la ocupaci¨®n de Irak, Afganist¨¢n y Palestina. Es cierto que el terrorismo se suele alimentar pol¨ªticamente de una injusticia, en este caso, las intervenciones en Afganist¨¢n e Irak, cuyos reg¨ªmenes, no se olvide, tambi¨¦n eran igualmente inmorales, pero s¨®lo se sustenta en el apoyo del uso de la violencia en su entorno social. El terrorismo no persigue objetivos pol¨ªticos, sino la imposici¨®n de las ideas a trav¨¦s del uso de la violencia m¨¢s extrema. Eso es lo que no empieza ni termina con la ocupaci¨®n de Palestina, e intervenci¨®n en Irak y Afganist¨¢n. Parece que los

terroristas est¨¢n muy cerca de los m¨¢s repugnantes m¨¦todos de los peores Estados de la historia, que supuestamente denuncian. Es el error com¨²n de los pol¨ªticos, de los periodistas, y de los terroristas, que legitiman o justifican o comprenden pol¨ªticamente la violencia ante situaciones inmorales.

Nuestro objetivo deber¨ªa ser la defensa de un sistema capaz de comprender toda expresi¨®n pol¨ªtica pac¨ªfica, porque, en otro caso siempre habr¨¢ sujetos a eliminar, que podemos ser nosotros (Estados, pueblos o ciudadanos).