Los tres partidos de izquierda mantienen varias discrepancias

No s¨®lo entre los nacionalistas de Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU) y el tripartito de izquierdas hay desacuerdos sobre la reforma del Estatuto catal¨¢n. Tambi¨¦n entre los partidos de la izquierda se mantienen todav¨ªa importantes discrepancias que complican la ¨²ltima fase del proceso. Sobre todo, en dos asuntos: la Administraci¨®n local y la normativa electoral.

Los socialistas quieren que el Estatuto garantice y especifique detalladamente un potente n¨²cleo de competencias para los municipios y las futuras veguer¨ªas, que estas Administraciones locales han de poder ejercer con la autonom¨ªa que les da la Constituci¨®n. ERC se opone.

Pero, adem¨¢s, ERC y CiU apoyan la definici¨®n como exclusiva de la competencia de la Generalitat en materia de r¨¦gimen local, algo que los socialistas consideran inconstitucional, porque la Constituci¨®n da tambi¨¦n competencias al Estado en algunos aspectos esenciales de la Administraci¨®n local, como la ordenaci¨®n de su r¨¦gimen jur¨ªdico.

El PSC sostiene que, por tanto, esta competencia ha de ser incluida en el Estatuto entre las que se definen como compartidas. La misma discrepancia se mantiene sobre la definici¨®n de las competencias de la Generalitat en materia de cultura y educaci¨®n, y sobre juego y espect¨¢culos.

La transitoria electoral

El otro desacuerdo importante es el relativo a la normativa electoral. Cada uno de los tres partidos de izquierda ha presentado su respectiva propuesta para sustituir la disposici¨®n transitoria del Estatuto que ha regulado todas las elecciones auton¨®micas celebradas en Catalu?a desde 1979 por otra adaptada a la actual realidad demogr¨¢fica.

El objetivo de las propuestas presentadas por PSC e ICV es lograr la igualdad del voto en cualquier punto de Catalu?a, para evitar que, como sucedi¨® en las elecciones auton¨®micas de 1999 y de 2003, el partido que m¨¢s votos obtuvo fuera el segundo en n¨²mero de diputados.

Esta anomal¨ªa fue posible porque la distribuci¨®n del n¨²mero de esca?os por provincia fijada en el Estatuto de 1979 otorga una sobrerrepresentaci¨®n a la provincia de Lleida, en la que un voto vale 2,7 veces lo que vale en la provincia de Barcelona a la hora de lograr un esca?o.

La f¨®rmula electoral presentada por ERC no satisface a los otros dos partidos, pues tampoco iguala el valor del voto. En este caso perjudica particularmente a ICV, el partido con el que los republicanos se disputan el apoyo de franjas electorales juveniles.

Tanta disensi¨®n ha enrarecido las relaciones, hasta el extremo de que los republicanos anunciaron ayer que no asistir¨¢n a una reuni¨®n de los ponentes del tripartito convocada por el consejero de Relaciones Institucionales, Joan Saura.