Una fusi¨®n centrada en el crecimiento

Si un economista tuviera que dise?ar un escenario adecuado y con capacidad de encaje en una fusi¨®n, probablemente plantear¨ªa una situaci¨®n similar a la que hoy tienen las tres cajas vascas. Ninguna de ellas, la Bilbao Bizkaia Kutxa (BBK), la de Vitoria y ?lava (Caja Vital) y la de Guip¨²zcoa y San Sebasti¨¢n (Kutxa), ha abierto oficinas en las provincias de las otras; las tres se encuentran en un momento financiero ¨®ptimo (despu¨¦s de haber pasado sus dificultades); los tres presidentes tienen buena relaci¨®n personal (algo que no ocurr¨ªa hace un a?o y medio con otros protagonistas); existe un liderazgo no expl¨ªcito, pero poco discutido (en favor de Xabier de Irala, presidente de la BBK) y, adem¨¢s, las tres est¨¢n en fase expansiva hacia fuera del Pa¨ªs Vasco.

Sin embargo, aunque los tres presidentes coinciden en los planes, centrados en el ahorro de costes y una fuerte expansi¨®n, nadie puede asegurar que la gran caja vasca llegue a ser una realidad. La pol¨ªtica, siempre tan intrincada en Euskadi, puede trastocar este proyecto. Los consejos de administraci¨®n de las tres est¨¢n marcados por la pol¨ªtica: el de la BBK es casi monol¨ªtico del PNV (todos los consejeros menos uno, que es de Comisiones Obreras); en la Kutxa es similar, aunque con presencia de Eusko Alkartasuna, mientras que el de Caja Vital est¨¢ repartido a medias entre el Partido Popular y el Partido Socialista de Euskadi (PSE). Sin embargo, soplan nuevos vientos en Euskadi, despu¨¦s de la llegada del PSOE a La Moncloa y el retroceso del PNV en las ¨²ltimas elecciones. Los tres presidentes, propuestos por el PNV (Irala y Carlos Etxepare, de la Kutxa), y uno por el PSOE (Gregorio Rojo, de la Caja Vital), han trabajado como diplom¨¢ticos para convencer a los partidos de que la operaci¨®n respetar¨¢ a los tres territorios y que tendr¨¢ m¨¢s acento financiero que pol¨ªtico.

Para empezar, se ha establecido un sistema de equilibrios que evite el predominio de los n¨²meros, es decir de la BBK, la m¨¢s grande de las tres. Tambi¨¦n se impide la uni¨®n de ¨¦sta con la Kutxa en perjuicio de la Vital, cuyos activos son inferiores a un tercio de los de la BBK.

El establecimiento de las sedes, tradicional problema en las fusiones, tambi¨¦n est¨¢ pensado. Aunque la social estar¨ªa en Bilbao, las ciudades de San Sebasti¨¢n y Vitoria tendr¨ªan otras que ser¨¢n operativas.

La obra social, aspecto clave para financiar proyectos con ayuntamientos y diputaciones, tendr¨ªan tres sedes en cada una de las capitales vascas. Adem¨¢s, esta obra social podr¨ªa seguir pol¨ªticas distintas, ligadas a los objetivos de estos organismos.

La asamblea, donde se representa a las corporaciones, los impositores y los empleados, pasar¨ªa de tener 100 miembros, como actualmente est¨¢n constituidas en las cajas, a 150 en total. El objetivo es aunar las sensibilidades de los tres territorios y dar representaci¨®n a todas las opciones.

De hecho, la fusi¨®n se apoya en una reforma de la Ley de Cajas Vascas, en la que se compensar¨¢ el sistema actual de representaci¨®n, lo que podr¨ªa contentar al PP. Posteriormente, en marzo de 2006 est¨¢ previsto que las asambleas de las cajas voten la fusi¨®n, si todo sigue adelante.

El mayor escollo pol¨ªtico ser¨¢ demostrar que la nueva caja no es un banco al servicio del PNV. Ah¨ª juega a favor la profesionalidad de Irala, un hombre que no es de partido.

La nueva caja nacer¨ªa con una c¨®moda cuota de mercado en Euskadi, cercana al 40%, aunque eso no le deber¨ªa permitir abuso de su posici¨®n ante los clientes. De cualquier forma, la operaci¨®n es una mala noticia para el BBVA y Caja Laboral Popular, ambos con fuerte presencia en el Pa¨ªs Vasco.

Adem¨¢s, la nueva caja fusionar¨¢ los departamentos de inform¨¢tica, productos comerciales, jur¨ªdicos y participaciones empresariales, con ahorro de costes. El excedente de personal, calculado en el 20%, se deber¨ªa absorber con la fuerte expansi¨®n, que se centrar¨¢ en Madrid, Barcelona, Andaluc¨ªa y Levante.