El tel¨¦fono, clave en el 11-M

Un tel¨¦fono m¨®vil cuyo servicio de despertador no funcion¨® el 11 de marzo de 2004 pese a que estaba activado, permiti¨® a la polic¨ªa contar con una pista fundamental para la investigaci¨®n sobre la autor¨ªa del atentado. Era el tel¨¦fono m¨®vil que iba en una de las mochilas cargadas con el explosivo que los terroristas depositaron en los trenes. La bomba se activaba gracias al servicio de despertador del m¨®vil, se?alado a las 7.40 del 11 de marzo de 2004. Pero no explot¨® y la polic¨ªa pudo desactivarla. Despu¨¦s, siguiendo la pista del tel¨¦fono, lleg¨® hasta los autores del atentado.

La polic¨ªa investig¨® el aparato (d¨®nde fue vendido, qui¨¦nes lo compraron...) y la tarjeta que encontr¨® dentro. Gracias a esa tarjeta se pudo conocer que formaba parte de un lote que hab¨ªa comprado Jamal Zougam, uno de los presos por el atentado a los que se atribuye su participaci¨®n en la colocaci¨®n de las bombas.

A trav¨¦s de Zougam y del lote de tarjetas, la polic¨ªa pudo reconstruir, con la ayuda de las compa?¨ªas telef¨®nicas, el recorrido de los terroristas en los d¨ªas previos a los atentados.

Con esas tarjetas pudieron precisar el itinerario seguido por los terroristas cuando viajaron desde el chal¨¦t de Chinch¨®n hasta Asturias en busca de la dinamita necesaria para cometer el atentado de los trenes. Todo gracias a un m¨®vil que no estall¨®.