La Pe?a de los Enamorados
Antequera es famosa por la historia de dos amantes de comunidades enfrentadas que llevaron su pasi¨®n hasta el final
Cuando la carretera que va desde Sevilla a Granada cruza la comarca de Antequera, resulta dif¨ªcil sustraerse a la contemplaci¨®n de la Pe?a de los Enamorados. El gris de su roca caliza contrasta con el marr¨®n y el ocre de los campos de cultivo que la rodean. A pocos metros de la anta?o ciudad fronteriza, la pe?a asemeja un rostro yaciente que emerge de la tierra. Esta roca inh¨®spita es el escenario de una de las leyendas m¨¢s populares de Andaluc¨ªa.
La narraci¨®n se sit¨²a en el siglo XV, cuando Antequera era frontera entre los reinos de Castilla y de Granada. Un joven cristiano cae preso de estos ¨²ltimos. La hija del mandatario de la ciudad musulmana, tal vez en el transcurso de una visita a los calabozos de su padre, se encuentra por casualidad con el prisionero y, como suele suceder en las leyendas, ambos se enamoran perdidamente.
Ayudado por la morisca, el joven escapa del calabozo y ambos se dan a la fuga. Perseguidos por las huestes del rey de Granada, la pareja busca refugio en la cima de una pe?a a las puertas de Antequera. Sus perseguidores inician el asedio y los amantes, d¨¢ndose cuenta de lo desesperado de su situaci¨®n, toman su ¨²ltima decisi¨®n y se inmolan arroj¨¢ndose por el precipicio.
Un relato como este habr¨ªa de despertar en siglos posteriores el inter¨¦s de los escritores rom¨¢nticos. Washington Irving, el autor de los Cuentos de la Alhambra, fue uno de ellos. Pero la versi¨®n de la leyenda que mejor se conoce data del siglo XVI y fue escrita en verso latino por el humanista italiano Lorenzo Valla (Roma 1405-1457), cuyas tesis acerca de la negaci¨®n del libre albedr¨ªo interesaron, entre otros, a Mart¨ªn Lutero. Valla incluy¨® su versi¨®n de la leyenda de los enamorados en su Historia de Fernando de Arag¨®n, un relato elogioso -recientemente traducido al castellano- de los hechos protagonizados por el Rey Cat¨®lico, tambi¨¦n conocido como Fernando de Antequera. Esta obra fue auspiciada por el hijo del monarca, el rey de N¨¢poles Alfonso V el Magn¨¢nimo.
Tal vez Lorenzo Valla no fuese el primero en poner por escrito la leyenda de los enamorados de Antequera. Por la misma ¨¦poca, se sabe que en la C¨¢tedra de Gram¨¢tica de la Iglesia Colegial de Antequera, una de las diversiones preferidas por los estudiantes era escribir finales diferentes para la leyenda de la Pe?a de los Enamorados.
Los expertos suelen afirmar que algunas leyendas esconden hechos hist¨®ricos. Este podr¨ªa ser el caso de la historia de los enamorados, aunque los indicios existentes se remontan bastante m¨¢s atr¨¢s de la Edad Media. En lo alto de la pe?a de Antequera se han hallado rastros de una peque?a fortaleza romana llamada "de los dos amantes".
Una leyenda parecida a la de los enamorados de Antequera, pero con final feliz, es citada por Miguel de Cervantes en el cap¨ªtulo V del Quijote, aunque en este caso es un abencerraje quien, enamorado de la bella Jarifa, es hecho cautivo por el caudillo cristiano de Antequera.
Sea como sea, la tr¨¢gica historia de amor entre el cristiano y la morisca en la pe?a de Antequera ha pasado a formar parte del acervo tradicional de este rinc¨®n de M¨¢laga, y a¨²n hoy es un motivo recurrente en las declaraciones de amor de los j¨®venes enamorados.
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