De Parla
Los j¨®venes, en este caso de Parla, y a pesar del tipo impositivo relativamente bajo, tenemos que, huir lejos de nuestras familias, lejos de donde nos hemos criado y lejos de donde nos gustar¨ªa; y que nuestros hijos, igualmente, en un futuro no lejano, se fueran arraigando. Otra opci¨®n es hipotecarnos de por vida, e hipotecar la vida de nuestros futuros hijos si viniera al caso. O bien aceptar la oferta de los micropisos de 30 metros cuadrados ofrecidos por la ministra del ramo. Existe en un lugar no muy lejano de nuestras vidas, y en concreto, en la residencia de ancianos, donde su directora y agregados, no s¨®lo viven en una vivienda de la misma residencia, si no que adem¨¢s disfrutan de todas las comodidades y ventajas de vivir sin pagar un s¨®lo euro a costa de los tributos e impuestos que todos los madrile?os pagamos con nuestro esfuerzo.
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